Cap. 8: Kabedon

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Cuando El pequeño despertó a la mañana siguiente lo primero en ver fue a Hiroomi durmiendo, se sobresaltó pero aún así se levantó con cuidado para no despertarlo, ya estando de pie se sonrojó un poco al pensar porque estaban ahí y dio cuenta que en su mano tenía una cámara. Por curiosidad la tomó y revisó la última foto tomada, tenía planeado revisar más fotos pero cuando vio que tenía una foto suya quedó en shock.

—Él... me tomó... una foto... durmiendo... ¿porqué?-su cerebro estaba procesando lento.

Aún sin saber porque tenía una foto de él, quiso hacer lo mismo y también le tomó una foto durmiendo.

—Durmiendo se ve más relajado- sonrió viendo la foto que tomó.

Cuando estaba por irse y se dio la vuelta, fue detenido por Omi, quien lo agarró del brazo para evitar que se fuera.

—¿A dónde crees que vas con esa foto?-preguntó serio
—¿Cuál foto?-se puso nervioso y trató de disimular-no he tomado nada, si te refieres a eso-sus manos jugaron con la cámara y evitó la mirada de Hiroomi, quién lo miraba tratando de no sonreír y seguir pareciendo serio-... si es por la foto que me tomaste, no la iba a borrar-miró al suelo.
—No sabes mentir-se puso de pie sin soltarlo-eres muy inocente-sonrió ladinamente.
—¿Por qué la tomaste?-se sonrojó y continuó cabizbajo- si me lo hubieras pedido, podía posar para ti-dijo alegremente para ocultar su nerviosismo que había aumentado por la cercanía del otro-
—Estaba probando mi cámara y eras lo más cercano que tenía que valiera la pena fotografiar.
-Ah- sonó un poco decepcionado-... era eso- susurró
—¿Qué dijiste?-no pude escucharte.

El pelirrojo no contestó y continuaba sin mirarlo.
Hiroomi agarró también su otra mano y lo empujó hasta la pared haciéndole kabedon. El menor parecía confundido y no podía mantener la mirada en un lugar en específico, por lo que Omi y cansándose de que no lo mirara, con una mano lo agarró del mentón e hiso que lo mirara de frente.

—¿Por qué te comportas así? Preguntó el mayor mirándolo a los ojos
—No entiendo a qué te refieres-intentó soltarse para escapar de esa incómoda situación pero Omi lo agarró con más fuerza inmovilizándolo.
—Dijiste que no querías irte y Takahiro supuso que querías saltarte tus deberes, pero yo no lo creo así... ¿porqué me tomaste una foto y sonreías tanto?... el pastel era para mí ¿verdad?
—¿Co... cómo sabías que preparé un pastel?
—Te vi en la mañana-acercó su rostro al oído del menor para susurrarle-aunque sabía mal igual lo comí para que no sea un desperdicio-sonó enojado- si no sabes hacerlo, no lo hagas-lamió su oreja y empezó a lamer su lóbulo.

Hokuto quedó impactado por lo que le acababa de decir, era verdad, quiso quedarse por él, porque le gustó desde que lo vio y el pastel era en agradecimiento por cuidar de ellos, pero ahora estaba asustado y no se podía mover. Hiroomi sonrió al verlo quieto y con una mano acarició el lindo trasero del pelirrojo haciéndole soltar un suspiro involuntario y que se sonroje como un tomate, por lo que Hiroomi lo soltó y empezó a reírse tapándose la boca.

—Eres muy inocente, ni si quiera pudiste defenderte correctamente si es lo que pretendías al inicio... no te preocupes no te haré nada-el pequeño miró el suelo y mordió su labio inferior, sus ojos se estaban poniendo rojos-sólo estaba jugando-dijo divertido parando su risa-... no me digas que...-se puso serio al notar que el pequeño tenía los ojos llorosos-...en serio ¿yo te gus...
—¡Idiota!-gritó antes de que Omi terminara de hablar, lo empujó con fuerza y salió corriendo a la habitación donde se encontraba su reno y cerró la puerta con seguro.

La estrellita abrazó a su reno y rompió en llanto mientras que Hiroomi solo se quedó en su mismo lugar contemplando la pared y preguntándose porque lo hizo, ni él mismo lo sabía, fue tras Hokuto y pegó su oreja a la puerta para escuchar.

—¿Por qué hizo eso?-le reclamó al animal como si supiera lo que había pasado-es un idiota, lo odio-dijo aún llorando
—Lo siento mucho Hoku-chan...-se disculpó aunque no lo pudiera escuchar por estar del otro lado.
—Ha sido muy vergonzoso ¡quiero irme a casa!-lloró con más fuerzas.

El mayor no aguantó más oírlo llorar por lo que salió de la casa y se fue a sentarse a una banca en el parque cercano de su casa y ahí se quedó pensando.

En la noche Takahiro volvió y entró al cuarto de Hiroomi por la ventana. Llamó a Hokuto, quien dormía en el suelo junto a su reno, pero al no recibir respuesta, optó por darle una patada lo suficientemente fuerte para despertarlo.

— ¿Qué haces ahí tirado?
— ¡Quiero irme, Takahiro! –Le abraza las piernas suplicándole—vámonos a casa por favor
—Dime que pasó-se soltó y se sentó junto a él.
—Omi es malo, me da vergüenza explicarlo pero... creo que jugó con mis sentimientos (?)
— ¿Qué? –El mayor estaba confundido- ¿y dónde está él?
— ¡¿Cómo voy a saber?!
— ¡Ey!- le dio un lapo en la cabeza- no me contestes así-lo regañó.
—Ok, lo siento senpai –se sobó el golpe- es la segunda vez que me golpeas... creo que no está en casa porque no he oído nada todo este rato
—No has oído nada porque estabas durmiendo- dijo molestándolo mientras se ponía de pie- llamaré a Riku para que venga con más renos y puedan cargar al tuyo – le revolvió el cabello al menor, que aún seguía sentado en el suelo- Iré a buscar a ese cretino, si Riku llega antes que yo, me avisas.

Takahiro salió enojado con Hiroomi y dispuesto a golpearlo en cuanto lo viera. Después de buscarlo como por media hora, lo encontró sentado en una banca mirando el cielo, con su cara roja por el frío y al parecer también porque había estado llorando. Al inicio le dio un poco de pena verlo así, pero luego pensó en Hokuto haciendo que se le pase, así que se acercó corriendo y le dio una patada en la pierna.

—¿Por qué hiciste eso? –preguntó enojado y lanzándole una mirada asesina.
—Tú lastimaste primero a Hoku-chan, ¡¿tienes idea de cómo se siente?!
—¡No! Y no me interesa

Omi se estaba levantando para irse, pero Takahiro lo agarró del polo y le dio un golpe en la cara. Al inicio se miraron frente a frente, a los ojos, luego fue Hiroomi quien dio el siguiente golpe, tirando al más alto al suelo, quien volvió a darle una patada en el mismo lugar de antes, haciendo que Omi también cayera al suelo y Takahiro aprovechara para darle un golpe en el estómago para darse tiempo de alejarse un poco mientras Omi se retorcía de dolor.

—¿Has vuelto a llorar por tu ex? –Omi no respondió, solo lo miró con cólera- no entiendo porqué primero molestas a Hoku-chan, luego piensas en tu ex y lloras... sé que es por él, porque tú no llorarías por nadie más- Omi se levantó frustrado, Takahiro había adivinado todo y no sabía que decir- Tienes que disculparte con él-dijo ya más calmado al ver que Omi no seguiría peleando.
—Lo siento... sé que estuvo mal, pero... creo que le gusto, y no quiero...
—No es conmigo con quien tienes que disculparte y esa no es razón para hacerle eso
—Ok ¡me equivoqué! –Omi odiaba que le digan que hacer y también cuando le decían sus errores, por lo que se alteró y volvió a enojarse-pero ¿por qué te metes? ¡Yo sé que debo hacer, no tienes que decírmelo! ¡Lárguense los dos de mi casa!
—Eso es justo lo que vamos a hacer -se dio la vuelta para ya dejarlo- pero deberías saber el verdadero significado de navidad... yo conozco a Takanori y él sí conocía el verdadero significado, tú nunca te molestaste en tratar de entenderlo
—No te creo, no pudiste conocerlo, el siempre andaba conmigo-trató de convencerse a si mismo- ... además ¡¿qué son ustedes?! ¿De dónde vienen? ¡Su vida es fácil, solo recogiendo cartas y haciendo regalos... ¡ustedes no saben nada de la vida!

Takahiro volvió a dirigirle la mirada, con el ceño fruncido y le dio una fuerte cachetada; Omi quedó en shock, poniendo su mano en el lugar del golpe, no se esperaba esa cachetada.

—El que no sabe nada eres tú ¿qué puedes entender de nosotros? ¡Nada! ¡no sabes nada!
—¡Sí! No sé nada de ustedes y tampoco me interesa saberlo ¡No te soporto! ¡No quiero volver a verte nunca!- gritó con todas su fuerzas y pasó por su lado empujándolo para volver a su casa.
—¡Bien! Después de que le pidas perdón a Hoku-chan, te borraré la memoria y no volverás a vernos nunca!!!

Hiroomi se había detenido a escuchar lo que dijo Takahiro y cuando este terminó se fue corriendo, dejando a Hiroomi en el parque gritando de rabia.

Futari no ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora