Cap. 4: Triste recuerdo - parte 2

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--Ey, Omi -Ryuji miró a su amigo que se había quedado en silencio por un momento y empezaba a sentirse mal por haberle hecho recordar todo eso- ¿estás bien?, ¿qué pasó luego?...

/*Otra vez, En la narración de Hiroomi*/

Luego de que arrestaran al delincuente, la maestra del niño fue rápidamente a recogerlo, le agradeció por salvarle la vida y asustada cargó al niño de vuelta al orfanato.

--Omi -llamó entrecortadamente, no podía hablar bien- dile feliz navidad al pequeño y dale el regalo de mi parte...
--¡No!

Omi se tiró al suelo cerca a Takanori y con solo una mirada rápida, se dio cuenta que no se encontraba bien. Estaban los dos en el suelo, la gente curiosa empezaba a acercarse rodeándolos y algunos se preocuparon por llamar a la ambulancia.

--Dáselo tú mismo -lo abrazó delicadamente- se lo prometiste... -ya no aguantó las lágrimas, sentía como se le formaba un horrible nudo en la garganta-

De entre la gente amontonada, apareció nuevamente el niño, se había escapado nuevamente y su maestra venía tras él asustada y furiosa

--¡Onii-chan! - ¡muchas gracias! -Se acercó y también lo abrazó por un pequeño espacio que Omi le dejó, estaban abrazados los tres- gracias por el regalo -empezó a llorar, aunque era pequeño, al menos entendía que él no se estaba bien- ¡gracias por salvarme!...
--¡Reo! -gritó su maestra buscándolo, al verlo se apresuró a recogerlo- ¡Cuántas veces te he dicho que no te escapes! -Sonó muy enojada y cansada de decir lo mismo- tengo que llevarte para ver que no te haya pasado nada -lo agarró por los brazos para levantarlo pero empezó a llorar aún más fuerte-
--¡NO! ¡Onii-chan! -trataba de zafarse de su insensible maestra pateándola y golpeándole con la poca fuerza que tenía-
--Así que te llamas Reo -Takanori levantó la cabeza con esfuerzo y apartó un poco a Omi para poderse levantar y mirar bien al pequeño- nunca preguntamos tu nombre-le sonrió como pudo- feliz navidad Reo... -dijo con una voz que casi no se oyó.
--Ya basta -Omi estaba temblando del susto y la impotencia- la ambulancia llegará pronto, no hables más, resiste.
--Es suficiente Reo, ¡vámonos! -La maestra miró a la pareja y sintió algo de pena, y culpabilidad a la vez por no cuidar adecuadamente a ese niño problemático, así que decidió hablarles- muchas gracias chicos, Dios se los pagará, pero debemos irnos

"Adiós -pensó Reo, aún con lágrimas en los ojos pero ya un poco más calmado, solo porque ya no le quedaban tantas fuerzas para llorar- gracias onii-chan, pudimos haber sido amigos... -apretó sus pequeñas manos en puños- lo otro que quería pedirles, es poder ser parte de su familia... que me adoptaran... quería que me..."

La maestra dio media vuelta cargando a Reo y mientras se iba, se empezó a escuchar que venía a lo lejos la ambulancia.

--No me dejes por favor -le exigió Omi a Takanori que había cerrado sus ojos y su respiración era pobre- eres lo más valioso que tengo.
--Lo que Reo deseaba... -dijo tan despacio que Omi tuvo que acercar mucho su oreja para escucharlo- ... la otra cosa que mencionó... creo que quería padres...-sonió levemente mirándolo a los ojos- te amo... Omi
--¡Dime que era! -gritó como si su vida dependiera de ello-- dime por favor, ¿qué era lo que tú siempre quisiste?, ¡No te vayas! -lo abrazó sin saber que más hacer y la ambulancia ya estaba a apenas una cuadra.
--Feliz... na... vi... --Takanori trató de darle un beso de despedida en la frente pero ya era demasiado tarde, su vida se había apagado como una vela que es soplada y nunca más volvería a prenderse.

/---fuera de la narración---/

--La ambulancia ya estaba ahí, me empujaron para llevárselo rápido, yo no lo impedí, estaba en shock y en el fondo sabía que ya se había ido -sintió como si nuevamente lo estuviera viviendo y sentía un gran dolor en su pecho, como si alguien sostuviera su corazón para que deje de latir- ... murió en mis brazos -le tembló la voz-ese momento fue como si despertara de golpe de una pesadilla y recién notara que la gente aún me miraba con pena pero ya empezaban a abandonar la escena... yo estaba cubierto de su sangre y me quedé un buen rato ahí tirado sin poder procesar con claridad lo que había pasado...
--¿Cómo se llamaba? --preguntó Ryuji muy curioso.
--Es un secreto - se limpió otra lágrimas que no pudo contener mientras narraba la historia- Eso no te lo diré - le sonrió juguetonamente.
--Tranquilo -dijo Ryuji poniéndose frente a Omi para poder abrazarlo-si quieres, conmigo puedes llorar todo lo que quieras -Ryuji sintió la tristeza de su amigo y deseó haber podido decir algo mejor pero no sabía que decir en estos casos.
--Gracias Ryuji -se acomodó en sus brazos pero aun así no permitiría que alguien lo vea llorando, no desde aquel día en que sintió que una parte de él había muerto.

Futari no ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora