Cap. 2: Recolección de cartas

43 3 1
                                    

En el Polo Norte, en la oficina de Papa Noel, que en realidad se llama Makidai, pero por alguna extraña razón todos en el mundo humano piensan que se llama Noel, ya habían empezado todos los preparativos desde hace tiempo con la ayuda de sus "estrellitas" que también por razones desconocidas los humanos los llamaban duendes y piensan que son enanos; sólo faltaban hacer los regalos de las cartas que aún no recibían

--Makidai-sama, ya estamos terminando de recibir las cartas de todos los niños y en general están pidiendo demasiadas cosas -dijo asombrado y algo preocupado contemplando las largas listas.
--No importa, Hokuto, háganlo todo mientras yo reviso quienes merecen todo, un poco o nada- se sentó en su escritorio para revisar varios archivos.

En ese momento entró Riku, otra estrellita al igual que Hokuto, que había estado escuchando la conversación

--Por qué no hacemos como los otros años que primero usted se fija quienes fueron buenos niños para no hacer regalos de más- sugirió con un tono de flojera-
--¡No!- exclamó tirando de golpe en su escritorio los papeles que había estado leyendo -esta vez quiero darles una oportunidad, estoy seguro que de todos los que se portaron mal por lo menos la mitad se arrepentirá y cambiaran a tiempo para la noche buena
--Entonces ¿qué esperas Riku?- Hokuto amablemente intentó cambiar la atmósfera algo tensa-
hay que ponernos a trabajar
--Pero aún faltan recoger algunas cartas -le respondió su compañero algo irritado- Shohei no terminó de recogerlas porque se sentía mal
--Hokuto, tu irás a terminar de recogerlas y... -Makidai miró pensativo a todos lados- ¡Riku! Tú lo acompañarás junto con Takahiro, avísenle por favor
--¡Sí! -cambió de ánimo drásticamente sin explicación

Hokuto y Riku y Takahiro alistaron a sus renos para ir de viaje por todos los lugares de Japón que aún faltaban mientras el resto de estrellitas ya habían empezado a trabajar en los regalos

--¡Qué emoción! ya se siente el espíritu navideño -dijo el rubio mientras terminaba de preparar sus cosas
--Hasta hace un rato parecías desganado y hasta un poco molesto - reclamó el pelirrojo y lo miró esperando a que Takahiro, que era su senpai, lo regañe-
--¿Así? - disimuló mirando a otro lado- no me acuerdo~ -Hokuto rodó los ojos-
--¡Sólo no querías hacer los regalos! -Comentó el senpai - eres un flojo
-Bueno~ vamos rápido - le dio una palmada en el hombro a Hokuto como diciendo "eso ya pasó"

Por otro lado, en la azotea de la universidad. Omi estaba parado al borde recostando en las rejas mirando el cielo y su mejor amigo se encontraba a su lado insistiéndole desde hace un buen rato

--¡Omi, Omi! dime~ dime~ dime~ -exigió su amigo; con el cual, se había reconciliado en la mañana, como si nada hubiera pasado el día anterior-
--No te voy a decir nada -contestó serio tratando de no sonreír por la gracias que le causaba la situación.
--Entonces, ya que no quieres dar ideas ¡participa en las actividades! - se quejó Ryuji
--No quiero --se le pasaron las ganas de reírse.

Aprovechando que Omi se volteó y ahora estaba pegado a las rejas mirando hacia el primer piso sin prestar atención, Ryuji lo abrazó juguetonamente por la espalda y Omi no hizo nada, hasta que sintió que le sopló en el cuello.

--¡No hagas eso! - Gritó enojado mientras se soltaba y lo empujó-
--¿Por qué no? Si te amo... -bajó la mirada al suelo
--Lo siento Ryuji pero yo no te amo... ¡y deja de molestarme! -miró atento cual sería su reacción
--Ok Omi, no lo volveré a hacer, gomen - le dio la espalda-
--¡Ryuji! No llores -lo agarró del hombro para darle la vuelta y poder ver su rostro- creo que me pasé un poco...
--No estoy llorando -dijo avergonzado- ... pero de verdad te amo...
--¿Cuántas veces me lo vas a decir? desde que nos eligieron encargados de las actividades me lo paras diciendo - de verdad parecía cansado de siempre escucharlo-
--Pero es cierto -se quejó- pero, ya que ya entendí que no es correspondido, por lo menos quiero que me digas porque no te gusta la navidad... -no hubo respuesta- ... dime como tu mejor amigo, si me cuentas, le inventaré una excusa al sensei de porqué no estás participando

Hiroomi se quedo mirando a su amigo detenidamente mientras Ryuji sólo esperaba impaciente una respuesta; luego de unos segundos así, Omi se sentó en el suelo apoyado en la pared y le indicó con su mano a su amigo que se siente a su lado, este obedeció rápidamente como si fuera su mascota sentándose a su derecha y recostó su cabeza en el hombro de Hiroomi.
A pesar de que Omi no sentía nada romántico por Ryuji, en ese momento le pareció tan tierno que cruzó su brazo por el cuello de Ryuji como abrazándolo y con su mano le acariciaba el cabello, mientras que con su otra mano cogió una de las manos de Ryuji y también la acarició suavemente.

Futari no ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora