Cap. 6: Huéspedes de Hiroomi

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--¿Dónde dormiré?—preguntó el pelirrojo con una sonrisa
--En el suelo ¿no?
Hokuto lo miró un momento con cara de pocos amigos—me iré a la sala.
--Era una broma—lo tomó del brazo para impedir que se fuera de la habitación—puedes dormir en mi cama.
--Pero ahí está mi renito
--Es lo bastante amplia y fuerte, alcanzan los dos ahí. Yo dormiré en un futón.
--¡No! Tú duerme en la cama, ya me has ayudado mucho—le dedicó una sonrisa--¡ah! Y no le cuentes a nadie sobre esto
--No le diré a nadie... pero si no duermes en la cama, tal vez le cuente a mi mejor amigo—sonrió de lado.
--Ok, dormiré en la cama—se resignó-¿vives solo?—se acomodó en la cama junto al reno.
--Sí, mis padres viven aparte, me mudé acá para estar más cerca de la universidad—acomodó el futón para dormir.

Hokuto no dijo nada más y se quedó dormido casi al instante, había tenido un día complicado. Omi se acomodó en su futón con las luces ya apagadas pero pasaba la hora y no tenía sueño. Estaba mirando a través de la ventana la luna y como caía la nieve, se sentía algo raro, alzó la cabeza para ver si su nuevo compañero ya dormía y en efecto, estaba profundamente dormido. Se percató de que el reno no dormía y lo estaba mirando atentamente, se veía feliz y casi parecía que le sonreía.

--¿Qué me miras?—se sentó en su futón.

Al reno parecía agradarle mucho, ya que ligeramente movía su cola como los perros y sus ojos brillaban mucho. Omi se levantó y se acercó para acariciarlo un poco.

--¿Tampoco puedes dormir?... eres muy suave, amigo... tienes un dueño muy lindo—sonrió mirando al nombrado—creo que si es necesario va a sacrificar su trabajo por ti, así que mejora pronto y cuídalo bien ¿sí?

El reno levantó un poco su cabeza y estiró su cuello para lamerle la cara

--Ey—rió divertido pero apartándolo—tienes unos cuernos muy grandes, si te mueves mucho podrías golpear a Hokuto—el reno se volvió a acostar y Omi bostezó—ya voy a dormir, gracias amigo, ya me siento mejor... aunque ni siquiera sé que me pasaba.

Al día siguiente cuando Omi despertó, el pelirrojo no estaba en la cama, así que se levantó rápido y fue a buscarlo. Lo encontró en la cocina preparando un pastel, pero decidió no decir nada y se fue a alistarse para la universidad sin que el otro lo notara.
Le dejó una nota en el sillón antes de salir.

"Fui a la universidad, espero que ese pastel quede bien y no quemes la cocina.
También te dejo dinero para que vayas a almorzar y para que compres comida a tu mascota.
Llegaré tarde así que no me esperes para la cena"
Hiroomi

Hokuto se sintió muy feliz cuando leyó la nota, por lo que se esforzó el doble en terminar ese pastel, pero al terminar no era lo que esperaba, había olvidado la levadura, por lo que le salió pequeño; estaba muy dulce y la base se había quemado. Hizo un gran berrinche el solo, salió a comprar y al regresar, después de comer se quedó dormido.

--¡Hoku-chan! ¡Hoku-chan! ¡Despierta Hoku-chan!—lo jaloneó un poco
Abrió los ojos con pereza-¿Hiroomi?-dijo aún con sueño y sobándose la cara.
--¿Hiroomi?
--¡Takahiro!-se levantó de golpe- ¿qué haces aquí?
--Te estaba buscando porque ayer no estuviste en el lugar acordado, Riku se preocupó mucho, por lo que yo fui en tu búsqueda mientras él se fue llevando las cartas al Polo Norte
--Ahh-le regresó el sueño y bostezó
--Nada de "ah" ¿qué haces aquí?-lo regañó
--Ayer un niño nos vio y atacó a mi reno, por lo que no puede volar hasta en unos días
--¿Y qué vas a hacer? No puedes quedarte –frunció el ceño- ¿quién vive aquí? ¿Sabe que estás aquí?
--Si, se llama Hiroomi y es muy bueno-sonrió-... pero yo no le conté nada, él se dio cuenta solo
--Idiota-le dio un lapo en la cabeza y Hokuto se quejó por el dolor-¿qué le diremos a Makidai-sama?
--Supongo que la verdad...
--Aún así no puedes quedarte aquí, podemos llamar más renos para que carguen a tu reno y nos vamos
--¡No!—hizo un puchero—yo quiero quedarme aquí
--Solo quieres saltarte el trabajo ¿no?
--Podrías recoger las cartas por mí-le hizo ojitos a su senpai.
Suspiró-pequeña rata- dijo para sí mismo
--¿Qué me dijiste?-si logró escucharlo pero quería que lo repita para quejarse.
--Puedo prestarte mi reno-le dio una palmada en el hombro para que salga de la cama-hoy vas a conseguir todas las cartas que faltan, yo te esperaré aquí
--Ok—contestó resignado y se levanto de la cama.

Mientras ambos siguieron conversando y Hokuto ponía excusas para no ir él, sin que se dieran cuenta Hiroomi entró a la casa y se quedó contemplando cómo entre ellos discutían como si estuvieran en su propia casa sin notar su presencia. Hasta que Takahiro volteó al sentirse observado. En ese instante Omi se quedó boquiabierto al ver un chico tan guapo y alto.

--¡Omi! Volviste temprano—estaba muy sorprendido y a la vez asustado por que vio a Takahiro--¿no dijiste que volverías tarde?
--Sí, pero me escapé porque estaba preocupado por ustedes-se cruzó de brazos apoyado en el marco de la puerta--¿quién es él? ¿Tu novio?-se burló porque era imposible que lo fuera.
--¡Claro que no!-hizo una "X" con sus brazos negándolo rotundamente-es mi compañero de trabajo, se llama Takahiro
--Ho, hola-sonrió mostrando sus dientes inocentemente como si no hubiera hecho nada indebido.

Hablaron un buen rato y luego ya eran como buenos amigos, se llevaban muy bien. Entre conversaciones superficiales llegaron al tema de porqué a Hiroomi no le gustaba la navidad y El más joven era tan insistente que el dueño de la casa, cansado de tener que soportarlo, terminó contándoles su historia.
Llegó la hora en que Hokuto debía salir a terminar su trabajo, así que se subió al reno de su senpai y se fue llorando por la historia que acababa de contar Hiroomi. Una vez que el pelirrojo se marchó, Takahiro se pasó al sillón donde estaba el humano, se sentó a su costado y lo abrazó.

--Lamento lo que te pasó, pero no creo que sea motivo para odiar la navidad, has estado perdiendo un día valioso cada año por una tontería así
--¡Cállate!-lo empujó muy molesto, apartándolo de su lado-¡no sabes cómo me siento! Seguro tú nunca te has enamorado-trató de tener autocontrol para no romperle la cara.
--¿Tu que sabes de mi? De la navidad-su cara alegre desapareció totalmente, ahora también trataba de contenerse para no golpearlo-tú no sabes nada...-se dirigió a la puerta para largarse de ahí-... ¡cuando lo descubras terminarás arrepintiéndote!

Salió de la casa aventando la puerta. Omi se arrepintió de no haber usado sus puños y se fue a su habitación a encerrarse y también aventó la puerta.
Takahiro en realidad solo se fue al patio trasero de la casa, pues, no tenía a donde ir y tenía que esperar a su amigo, se escondió entre los arbustos y miró en dirección del cuarto de Omi con lágrimas en los ojos.

Futari no ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora