Capítulo 17

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Natalia:

Todo iba bien, genial, maravillosamente increíble, excepto por el hecho de que no habían vuelto a hablar del beso. Y sí, ya habían pasado dos días desde aquello y estaban en Madrid.

Natalia no sabía describir qué ocurrió exactamente tras ese beso, pero fue como si tras ello, todo lo que pasaba entre ellas quedara aún más en el aire. Parecía irónico.

El comportamiento de Alba hacia ella no había cambiado, seguía mirándola con esa adoración en sus enormes ojos miel y continuaba abrazándose a ella en cada oportunidad que tenía. Sin embargo, algo había cambiado, o al menos para la pelinegra.

Lo cierto es que no podía actuar normal después de lo que había pasado, por mucho que lo intentara. Alba obviaba el tema completamente y Natalia lo único que quería era sacarlo a la luz. Porque realmente no era normal que dos "amigas" se comieran la boca, y menos de esa manera. Cada vez que recordaba la intensidad con la que Alba la besaba, sentía un escalofrío recorrer todo su ser.

En esos precisos momentos, asomada en su balcón con un cigarro en la mano y la vista puesta en la iluminada ciudad, pagaría por saber que rondaba la mente de la rubia.

Alba:

Contarle a María lo del beso había sido la peor decisión de su vida sin duda alguna. La mayor no paraba de molestarla pidiéndole todo tipo de detalles e incitándole cada dos segundos de que fuera a hablar con ella.

Y ella quería, de hecho, a pesar de la actitud de normalidad que había mostrado, se moría de ganas de poder hablar con Natalia y aclararse un poco. El problema era que tenía miedo.

Estaba sintiendo mucho en muy poco tiempo, y encima tras haber acabado con su novio y ese hecho la confundía mucho y le producía unas rayaduras de mente de campeonato. Por otro lado, no sabía qué pensaba Natalia respecto a aquello. Ella tampoco había hablado con ella del tema y quizás prefería dejarlo como estaba. Eso era realmente lo que la cagaba, que no fuera correspondido.

-Voy a llamar a Natalia_dijo María mientras cogía su móvil.

A Alba se le paró el corazón y fue rápidamente hacia donde estaba su amiga para pararla.

-Ni se te ocurra. Te mato.

-Pues algo tendrás que hacer rubia.

Alba se mordió el labio inferior mientras sus cejas se curvavan en un gesto de preocupación.

-Fue ella la que me besó Mari. No yo.

María puso los ojos en blanco y las manos en jarra.

-Qué puta chorrada de argumento_dijo señándola con el dedo_Además te recuerdo que tú le correspondiste. Eso en mi pueblo se llama comerle la boca de vuelta así que no pongas excusas de mierda.

La rubia más pequeña suspiró y se frotó las sienes agotada. Desgraciadamente, la Mari tenía razón. Pero ella no quería dar el primer paso, toda la valentía que había tenido para enfrentar su ruptura con Javi, desaparecía ante la idea de que debía hablar con Natalia.

-¿Y qué quieres que le diga?_respondió levantando los brazos con desesperación_Oye Natalia, como nos hemos besado somos novias y seremos felices para siempre en un pisito en Malasaña.

María la miró pensativa mientras se acariciaba la barbilla.

-Oye pues lo del pisito no es mala idea_dijo recibiendo un golpetazo de parte de la otra_Bueno, vale, vale. Pero, joder Albi, tienes que decirlo lo que verdaderamente sientas, por muy descabellado que sea. Puedes ganar más de lo que crees que vas a perder.

Mi Lugar eres TÚ (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora