Mi Lugar eres TÚ (Albalia)

Capítulo 6

Alba:

No quería darse la vuelta. No estaba dispuesta a recibir a nadie. Quería estar sola, que nadie la maolestara; tampoco era mucho pedir. 

-Alba_reconoció directamente la voz masculina de Miki.

Ella no reaccionó, aunque internamente agradeció que no fuera Natalia, hubiera muerte de la vergüenza si se tratara de ella. 

Sintió un peso en su cama, y supo que Miki se había sentado al borde cuando notó las manos del chico acariciándole la espalda. Le resultó tan relajante que se dejó hacer, aún así no emitió palabra alguna. No quería hablar con nadie más que consigo misma, algo que últimamente estaba haciendo en exceso.

-Escúchame, no pasa nada, ¿vale? Tener ansiedad es algo frecuente. Entiendo que no te haya gustado la actuación de María pero ella quería ayudarte, todos queremos ayudarte. Queremos a la Alba felíz. 

Sintiendo como algo en su interior se conmovía ante las palabras del chico se dió la vuelta.

- Estoy desmotivada, no tengo inspiración, todos los cuadros que hago son una puta mierda, probablemente suspenda este semestre y, encima, mi relación está...casi muerta_dijo en un hilo de voz mirando a su amigo con los ojos brillantes rebosantes de emoción. 

Miki se tumbó junto a ella y la abrazó permitiendo que Alba rompiera a llorar en sus brazos. Le dijo palabras tranquilizadoras hasta que se calmó un poco. La rubia se quedó inmóvil en los brazos de su amigo, inspirando su aroma y sintiendo como su angustia apaciguaba levemente. 

- ¿Quieres que veamos una peli o algo? Para relajarnos todos. 

-¿Y qué pasa con Natalia?_preguntó con preocupación_no creo que sea un súper plan para ella.

- Te equivocas Reche_irrumpió una voz, Alba elevó la mirada y se encontró a Natalia apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una pequeña sonrisa_Llevo mucho tiempo queriendo ver Coco, esta podría ser la ocasión. 

Alba no pudo evitar sonreír de oreja a oreja al oír las palabras de la chica y, sin pensárselo dos veces, se movió rápidamente hacia ella y se puso de puntillas para darle un abrazo por el cuello y un beso en la mejilla. Natalia tardó unos segundos en reaccionar pero, al poco tiempo, rodeó con sus brazos el pequeño cuerpo de la rubia casi elevándola del suelo. 

Alba no pudo evitar sonreír ampliamente en el abrazo, se sentía tan protegida en esos brazos, y, sobre todo, que encajaba perfectamente en algo. 

Natalia:

Esta vez, logró ponerse al lado de Alba en el sofá grande. Sin embargo, se sentaron bastante separadas, de manera que no llegaban a rodarse ni por asomo. No pudo evitar mirar a la pequeña rubia de reojo. Era una verdadera preciosidad, a pesar de las ojeras y de su melancólica expresión, irradiaba una luz y un magnetismo indescriptible. Natalia sólo quería atraerla a su cuerpo y mantenerla protegida del mundo. Nunca había sentido nada así, ni siquiera con Mikel. 

La película empezó. Natalia tenía que reconocer que era muy bonita, eso de que fuera para niños era un maldito tópico. Casi había conseguido escapar de sus tortuosos pensamientos para centrarse por completo en la televisión cuando sintió movimiento a su lado y, al momento, sintió un cuerpo juntarse al suyo y una cabeza apoyarse en su hombro. El delicioso aroma de Alba la inundó al instante y su corazón empezó a latir más fuerte que nunca. La chica no se había inmutado, sin embargo. 

En las partes más emocionales, Alba se agarró más fuerte a ella y Natalia pasó un brazo por espalda atrayéndola más hacia ella. Sentía un puto zoológico en su interior, cada movimiento de la rubia despertaba algo en su interior. Y, con cada minuto que pasaba, sentía que se perdía más en ella. 

Cuando ya salían los créditos , todos lloraban. Ella tenía alguna lágrima suelta pero Alba, que  estaba prácticamente en su regazo, sollozaba desconsolada. Natalia la miró con ternura y la colocó completamente sobre sus piernas provocando que la otra se ocultara en su cuello y le dió repetido besos en la cabeza mientras la acariciaba. 

Miki y María las miraban con un brillo significativo en sus ojos. Su amigo le sonreía con dulzura y, tras hacerle un gesto a María, ambos se fueron a la cocina, dejándolas a solas. Natalia entró en pánico, ¿qué pretendían esos dos? 

Pero su repentina agonía se disipó al instante cuando sintió la respiración de Alba calmarse. De repente, se sintió en una burbuja, en la que sólo estaban ellas dos. Joder, no entendía qué le pasaba, y lo peor es que no quería liberarse de ese sentimiento. No quería fingir indiferencia con Alba, no quería ser fría y dura. Quería ser ella misma, Natalia Lacunza. La verdadera Natalia Lacunza, que llevaba enterrada ya hace un tiempo. 

Cuando quiso darse cuenta, Alba se había incorporado un poco, aún en su regazo, y la miraba con los ojos muy abiertos y las mejillas ligeramente sonrosadas. Menuda maravilla, fue lo único que pensó Natalia sin perder detalle del rostro de la rubia.

- Lo siento mucho, Natalia_se excusó desviando la mirada, Natalia empezaba a odiar esa manía que tenía_No quería incomodarte...

 Acto seguido se levantó, y la pelinegra sintió todo el calor reconfortante abandonar su cuerpo. Necesitaba decirle que no se fuera, que no huyese, que quería estar con ella, que todo estaba bien, que... que le gustaba mucho y que quizás algún día podían quedar las dos a tomarse algo. Que bien sonaba en su cabeza, el problema es que había un novio por medio y, sobre todo, que era demasiado cobarde como para decirlo en alto. Sí, Natalia Lacunza era un verdadera cobarde. 

-¿Dónde están los otros dos?_preguntó Alba confusa, mirándola durante unas milésimas de segundo, pero es que ella seguía en una puñetera nube.

-¿Eh?_dejó emitir con estupidez_perdón, creo que se han ido a la cocina. 

Y sin dejar responder a la rubia, ella misma se levantó y se marchó en busca de Miki. De repente tenía una necesidad increíble de marcharse de allí. Alba no le correspondería jamás, sino no se hubiera disculpado, o no se aportaría cada vez que estaban cerca, las señales eran muy claras. No sabía si estaba más herido su ego o su corazón. Quizás, por primera vez en mucho tiempo, le doliera más lo segundo. 

Pues aquí tenéis el capítulo 6. Tengo que deciros que no sé cuándo subiré el siguiente capítulo ya que me voy fuera y no tengo Internet. En fín, que haré lo que pueda. Por si acaso, os deseo un felíz año y un próspero año nuevo. ¡El 2019 es nuestro año chicxs!