Mi Lugar eres TÚ (Albalia)

Capítulo 16

Natalia:

Hola me he vuelto a equivocar
Antes de enpezar

Hace cuanto de la última vez
Me he olvidado de contar

No me mires así
Lo que tienes que decir
Lo he escuchado ya

Da el último sorbo al café
Levántate
Ya no hay nada más que hablar

Sabes nunca he sabido ganar
Me he sentido tan pequeña

Sabes, te he gritado siempre en braile
Todas las respuestas

No lo ves
Me estoy quemando
No lo ves

Creo que me he vuelto a acostubrarme
A llegar tarde

Amor, perdóname
Si to te he dejado ver

Amor, perdóname
Si me escapo cada vez

Sabes, nunca he sabido ganar
Sabes

Cuando terminó, Alba la miró con los ojos muy brillantes. Durante toda la canción había estado tan metida en la letras que no se había podido fijar en las expresiones faciales de la rubia que seguramente eran un espectáculo. Ese pensamiento la frustró pero, al instante, supo que cuando le cantará Another Stupid Love Song se fijaría y la miraría con más intensidad que nunca.

-Natalia, es preciosa_dijo la pequeña maravillada mientras una resplandeciente sonrisa empezaba a formarse en su rostro.

Pero la pelinerga solo pudo fijarse en aquella cara tan perfecta, que la hacía parecer un ángel recién caído del paraíso y soltó repentinamente:

-Como tú.

Observó con gusto como las mejillas de la rubia se teñía de un intenso tono rosado y se mordía su carnoso labio inferior. Sin embargo, al momento recuperó la compostura mirándola seria.

-De verdad, Nat_sonrió ante el mote_Tienes una voz increíble, es un don. Deberías mostrarle al mundo tu talento.

La morena suspiró. Miki le había repetido lo mismo miles de millones de veces, pero es que para ella la música era algo suyo, que se quería guardar para ella y si acaso regalarle a Alba de vez en cuando.

-Es un simple hobbie Alba_dijo encogiéndose de hombros_La música constituye mis momentos de reflexión conmigo misma y es algo que no quiero destruir compartiéndolo con los demás.

-Bueno, conmigo lo has hecho_respondió la rubia enarcando una ceja divertida.

Natalia abrió la boca sintiendo como esta vez eran sus mejillas las que se teñían de color. Se enfadó consigo misma porque no podía ser tan obvia.

-Considérate afortunada, Reche_dijo en un gesto altivo notando la exasperación de Alba que puso los ojos en blanco.

Quizás no era la respuesta que esperaba, pero aún no podía confesarle la verdadera razón. No hasta que la rubia no estuviera preparada para afrontarlo.

Alba:

Natalia solo lograba confundirla cada vez más. Primero, se apartaba cuando iban a besarse y ahora le soltaba esa respuesta tan seca cuando ella esperaba algo sentimental. Quizás, sus temores eran ciertos y esto no hacía más que confirmar que Natalia la veía como una amiga más.