Alba:
Las Navidades por fín habían comenzado y las calles de Madrid estaban iluminadas, a la vez que abarrotadas de gente.
A Alba siempre le habían gustado esas vacaciones porque era una persona muy familiar, y para ella no había nada mejor que el sentir el calor de sus seres queridos, le parecía que en estas fechas se vivían momentos mágicos y únicos.
Tenía unas ganas increíbles de ver a su familia y de darles millones de besos y abrazos. Por fín iría de nuevo a Elche, a la que tanto adoraba. Porque aunque Madrid era una ciudad preciosa, echaba de menos la tranquilidad y el aire puro que se respiraba en su ciudad natal.
Sólo había una cuestión que le incomodaba y era su novio, Javier. Se sentía mal porque el verle de nuevo después de cuatro meses debería suponer un motivo de alegría pero tal y como estaba la situación, no sabía si verle terminaría de abrir la herida y los separaría completamente, y esa idea la aterraba porque, quisiera o no, el chico había sido un pilar fundamental en su vida.
María, como era de esperar, había organizado una gran fiesta de despedida ya que todos se iban fuera en vacaciones y no se verían hasta después de Navidades. La novedad era que Natalia teniendo una casa bastante más grande que el resto, la había ofrecido como lugar para celebrarla.
Decidió ponerse un mono negro ,algo escotado por la parte delantera y unas plataformas que elevaban un poco, haciéndola un pelín más alta. El maquillaje que se puso era el suficiente, tampoco prentedía ir como una puerta, aunque María igualmente le dijo que estaba buenísima y que si no estuviera con Marta le daría bien duro. Alba rió ante su comentario, su amiga era así, no tenía filtro.
Cuando llegaron a la casa ya estaban todos allí. Miki, que les abrió la puerta, ya tenía una cerveza en la mano y a su novia Helena agarrada a él por la cintura. Los saludaron y entraron al salón.
Todos estaban ya allí. Julia y Carlos, para variar, estaban juntitos bebiendo de un cubata común y el resto estaban alrededor de la isla de la cocina sirviéndose alcohol sin control. Alba no pudo evitar que sus ojos divisaran de forma inmediata la alta figura de Natalia, que se encontraba haciendo bromas con el resto y riendo sin parar. Era muy guay verla así de feliz.
-¡Que habéis empezado a beber sin mí cabrones!_exclamó María levantando los brazos provocando que todos centraran su atención en ellas.
Alba sonrió, algo abrumada ante sus miradas, y siguió a Maria que literalmente se había abalanzado sobre la mesa apropiándose de una botella de Whisky.
Se saludaron en un abrazo conjunto y pudo observar por el rabillo del ojo como Natalia le hacía un repaso de arriba a abajo. Sonrió internamente y empezó a charlar animadamente con la gente haciéndose la tonta.
Habían pasado ya cerca de tres cuartos de hora y no había compartido palabra alguna con Natalia. La chica no había hecho ningún intento de acercarse aunque ella tampoco.
Había estado mucho rato hablando con Helena y poniéndose al día con ella; esa chica era un encanto, Miki tenía mucha suerte de tenerla. Durante su conversación al menos pudo olvidarse de la alta morena que tenía a menos de tres metros hablando con Marta y María, estas últimas muy pegaditas.
La novia de Joan también había venido y no tardó a sumársele a la conversación. Charlando con ellas se dió cuenta de que sus amigos tenían muy buen gusto a la hora de elegir sus parejas, ojalá ella pudiera decir lo mismo...
Natalia:
"Joder, joder, joder" se repetía internamente. Alba Reche estaba preciosa esa noche, es decir, ya era guapa de por sí pero aquel día estaba tan despampanante que hasta dolía.
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Mi Lugar eres TÚ (Albalia)
Roman d'amourAlba siente un caos interno que es incapaz de controlar, Natalia ya hace tiempo que se ha cansado de no encontrar sentido a su existencia. Dos personas muy distintas y chocantes que cruzan caminos. ¿Qué pasará cuando el caos de Alba choque con la re...