Capítulo 2

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Natalia:

Natalia observó con desinterés como su amigo agitaba frenéticamente sus brazos con la viva emoción reflejada en sus ojos.

-Dios Natalia. Vas a flipar con Alba, es la leche de tía_dijo Miki.

Natalia hizo caso omiso sumergida en su móvil, tenía cinco llamadas perdidas de alguien, seguramente de un lío de noche del que ya no se acordaba. Si tuviera que contar los hombres y mujeres con los que se había acostado, no acabaría nunca. En general, le gustaba mucho el rollo de una noche, el problema era cuando la otra persona en cuestión parecía no haberlo entendido del todo y no paraba de darle la lata.

-Y es muy  guapa_añadió Miki provocando que está lo mirara enarcando una ceja.

-Si me estás intentando buscar novia, vas mal. Sabes que a mí no me va eso_replicó seria. 

Su amigo suspiró y parecía querer decir algo más pero prefirió callarse, cosa que Natalia agradeció. Volvió a coger su móvil y se fue a la cocina dejando a su amigo atrás.

-Por cierto, recuerda que esta noche tenemos fiesta.

- Que sí, pesado_contestó con un suspiro exagerado. 

"Vaya mierda de día me espera" pensó mientras cogía un yaourt del frigorífico. 

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Cuando llegaron los cinco al local sobre las diez, ya estaba bastante ambientado, aunque era normal en Madrid en vísperas de las vacaciones de Navidad cuando todo el mundo había terminado ya con los Trimestrales de la Universidad. 

Natalia observó como una pelirroja le hacía un repaso descarado de arriba a abajo. Era atractiva y quizás podía ser su próxima caza, así que le mostró su característica sonrisa de lado que consiguía derretir a todas y vió con satisfacción como ,efectivamente, la chica bajaba la vista ruborizada. Lo que decía ,la técnica infalible. 

Se quedaron en la barra hablando animadamente, y cuando decía animidamente, se refería al resto de sus amigos, pues ella estaba muy entretenida haciendo el juego de las miradas con la pelirroja, le encantaba torturala atravesándola con la mirada y  viendo como la otra se mordía el labio. Fue entonces, cuando Miki llegó con su otro grupo consiguiendo ganar su atención. Los observó con detenimiento, los conocía a todos ya. Bueno, no a todos. Sus ojos se posaron en una pequeña rubia. Lo primero que pensó al verla es que era puñeteramente preciosa. Tenía unos grandes ojos que observaban todo con extrema atención. Se obligó a desviar la vista hacia el resto y notó con satisfacción como los ojos de esta se posaban en ella y la miraban fijamente. Fue entonces, cuando le devolvió la mirada y la rubia, notablemente abrumada al haber sido pillada, miró para otro lado rápidamente.

Cuando Miki la presentó no pudo evitar acercarse a ella. Por alguna extraña razón,  necesitaba observarla con detenimiento. De cerca era aún más despampanante, tenía un cuerpo precioso, chiquitito pero con curvas. Le encantaban las chicas pequeñitas porque le permitían tomar el control, era magnética, incluso más que la sexy pelirroja. 

Observó con diversión como el rostro de la chica se desfiguraba al contarle Miki qué había empezado a graffitear la ciudad y decidió picarla un poco con un comentario que quizás estaba fuera de lugar. Gran error. Lejos de salir con aires de superioridad, la rubia aceptó con seguridad el probar los graffitis dejándola totalmente con la boca abierta.

Y, para repatearle aún más, nada más lo soltó se fue con el resto a bailar dejándola totalmente cortada. Frunció el ceño molesta observando a la tímida rubia, que viéndola bailar, ya no lo parecía tanto cuando escuchó la risa de Miki a su lado. 

Mi Lugar eres TÚ (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora