Capítulo 05

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Quizá vivir con Thorsten los últimos meses, le había caído de maravilla y más sabiendo que un sujeto estaba decidido a asesinarlo en dos meses. Pero el mensaje que Ethan le había enviado, le hizo de nuevo volver a sentir mariposas en el estómago. ¿Por qué no podía olvidar a Ethan completamente?

Sacudió la cabeza mientras releía por milésima vez el mensaje.

Necesito verte una vez más.

 

Pensó en llamarle y exigirle que dejara de enviarle textos muy comprometedores. Él tenía a Sam y ella… ella tenía salud. Y necesitaba tiempo.

Pero las ganas le ganaron y le marcó.

Sin embargo, él no contestó al instante. Lo intentó dos veces más hasta que respondió.

-No pensé que me llamarías—dijo.

-Yo tampoco pensé que te llamaría—replicó ella con las manos sudorosas de nervios. No quería que Thorsten la escuchase.

Hubo un breve silencio por parte de ambos. Katheryn suspiró antes de abrir la boca.

-Vi tu mensaje. Por eso te llamé.

-Necesito verte—dijo él con ansiedad—en serio. No soporto pensar que estamos muy lejos pero a la vez muy cerca. Veámonos, Florecilla.

-No creo que sea prudente…-se mordió los labios y miró en torno en caso de que Thorsten estuviera mirándola—además, ¿Qué diría Sam si supiera lo que quieres hacer?

-Nada. ¿Qué tiene que decir? Solo quiero verte. Una visita de amigos.

-¿Solo amigos?

-Solo amigos.

-Entiendo—sintió que su corazón le daba un vuelco—pero yo no puedo.

-Staggs no tiene por qué enterarse—susurró.

-Él se entera de todo, ¿quieres morir, Ethan?

-Anteriormente había puesto mi vida para protegerte y estoy dispuesto a hacerlo una vez más. No importa que me asesine o me haga polvo, yo quiero verte y si ese es el precio, estoy dispuesto a arriesgarme.

-No lo vuelvas a repetir—cerró los ojos—jamás pongas tu vida de por medio. Jamás.

-Entonces hagamos un trato—su voz sonaba monótona y oscura. Algo muy raro en él.

-¿Qué tienes en mente?

-Voy a intentar zafarme de Sam y… ¿Dónde exactamente estás?

-Transilvania, Rumania…

-Perfecto. Nos veremos muy pronto—murmuró—cuando yo llegue, te enviaré un texto. Y ve pensando como escabullirte de Staggs.

-Eh…

-Bueno. Entonces, hasta luego. Te voy a ver pronto—dijo casual, Katheryn supuso que estaba sonriendo.

-Adiós.

-Adiós.

Sulfurada, se tendió en la cama y dejó el teléfono entre las sábanas.

¿Qué acababa de hacer?

Precipitándose, se levantó de un salto y salió al balcón a contemplar el amanecer. En toda la noche no logró conciliar el sueño por el mensaje de Ethan y ya no tenía caso intentarlo.

No necesariamente necesitaba escuchar a Thorsten salir de la casa, porque sabía cuándo él no estaba en la casa y esa mañana no era la excepción. La suerte estaba de su lado, él ni si quiera estaba en casa cuando le llamó a Ethan.

Raíces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora