Capítulo 16

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La lluvia de abrazos, besos y felicitaciones no cesó.

Tenía tantas ganas de dividirse en mil Katheryn para hablar con todos al mismo tiempo.

Comenzó hablando primero con Gabriel Duarte, su sobrina ex elegida y Christian Nakamura. Los tres se quedaron asombraron cuando por fin ella los puso al corriente de los hechos. No podían asimilar que estaba embarazada del mismísimo dios del trueno.

-Cuando me di cuenta que ya no era un Elegido—le dijo Christian con nostalgia—fue cuando quise ir al sanitario como de costumbre y sentí que mis piernas no respondían. Me asusté bastante, incluso Gabriela pensó que estaba paralitico pero Gabriel nos dio la teoría de lo que posiblemente estaba sucediendo.

Gabriel asintió, riéndose.

-Fue épico ese momento, en serio—inquirió Gabriel.

-Me enteré que ya no era Elegida cuando intenté convertirme en un gato para asustar a una vecina. Me hice gato y cuando iba por el borde de la ventana, volví en sí y casi me parto la espalda al caer—agregó Gabriela con disgusto—pero al menos ya somos de nuevo personas mundanas. Me alegra saber que podré envejecer.

Katheryn no dejaba de sonreí ante las anécdotas de sus amigos. Llegó el turno de hablar con Clara Ponce.

Ella se mostró igual de animada que antes, incluso no dejó de estrecharla entre sus brazos.

-Es raro saber que hablaba durante años con una persona que debería estar muerta—ladeó la cabeza mirándola—pero Katheryn, eres perfecta. Siempre lo has sido y yo fui una idiota al tratar de odiarte. Eres una persona imposible de odiar. Y quiero que sepas que voy a estar el día de tu parto dándote ánimos.

Ese último comentario hizo que Katheryn se partiera de la risa. Clara se rio con ella hasta reventar.

Después de haber saludado a Heidi y Luke, a Brenton y a Ben, llegó el inesperado turno de Sam Blair y Ethan Quin.

-Te ves estupenda, Katheryn—el elogio de Sam la desconcertó por un segundo, pero al ver que ella sonreía, se relajó—en serio, te ves estupenda, ¿verdad, Ethan?

-Sí—admitió él, regalándole una de sus magníficas sonrisas que alguna vez le volvieron loca. El pelo rubio de Ethan se alborotó cuando le dio un cálido abrazo—te ves hermosa. La maternidad te ha caído de maravilla.

Sam sonrió y se disculpó un segundo para darles privacidad.

-Ven, Kath, quisiera hablar contigo a solas—le dijo Ethan.

Katheryn por instinto buscó a Thorsten y lo vio a unos pasos de distancia, hablaba con Gabriel animadamente y de pronto la vio.

No te preocupes, Honey. Ve con Ethan.

 

Sonrió tímidamente y se dejó llevar por su antiguo amor al patio trasero, donde la niebla reinaba.

Estando fuera, Ethan suspiró estruendosamente.

-¿Recuerdas que el año pasado, en este preciso día, nos separamos para jamás volvernos a unir?—dijo en un murmuro.

Katheryn asintió, sin apartar la vista de aquellos ojos verdes esmeraldas que la miraban fijamente.

-Lo recuerdo perfectamente—admitió, desorientada. No sabía hacia qué rumbo se iría esa conversación.

Raíces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora