Capítulo 07

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-¿Tienes idea de lo maravilloso que es mirarte?

-Mirarme no es maravilloso—le contradijo Katheryn riéndose. Ethan y ella estaban sentados en una rama gruesa de un árbol frondoso a un metro de distancia del suelo, ambos admiraban el arroyo desde lejos, o al menos Katheryn si lo hacía.

-Por supuesto que sí—insistió él, balanceando sus pies como niño pequeño.

El vestido de Katheryn se levantó brevemente a causa de una ráfaga de aire y se tensó. Disimuló bastante bien su preocupación ya que cuando Ethan volvió a verla fijamente, ella sonrió.

-Llevamos dos horas aquí sentados, ¿no te duele el trasero, Ethan?

-No—ladeó la cabeza— ¿a ti sí?

-Tampoco pero quería sacar el tema de Heidi y Luke.

Haciendo una mueca de frustración, Ethan rodó los ojos y se dio por vencido.

-¿Qué hay con ellos, Florecilla? Por lo que vi, ellos están en perfectas condiciones.

-Ya sé, pero, ¿y si están fuera de la casa de Thorsten con ganas de ir al sanitario o de comer?

-Se las arreglarán.

-Bien—chasqueó la lengua—y…

-¿Y…?

-¿Y cuándo regresas a México?

La impaciencia en la voz de Katheryn lo sobresaltó.

-Apenas acabo de llegar. ¿Estás echándome?

-Desde luego que no pero…

-…pero Thorsten regresará y me matará—rodó los ojos y de un salto llegó al suelo. Alzó la cabeza y la miró ofendido—si no quieres que siga aquí un minuto más, le pediré a Luke que me regrese ahora mismo. No es necesaria tanta descortesía de tu parte, Katheryn. Quedamos en que nos veríamos como un par de amigos, y ahora no veo el problema para que me largue.

-Ethan, no te estoy echando—descendió de la rama con gracia y tropezó pero antes de tocar el suelo, él la sostuvo en sus brazos—gracias.

Pero él no la soltó. Se miraron fijamente por un largo tiempo. Katheryn quería apartarse pero su cuerpo estaba anclado en los brazos de Ethan, que ni si quiera podía pensar con claridad.

Estaba muy vulnerable. Él, con sus hermosos ojos verdes esmeraldas, no dejaba de verla, estaba esperando el momento de actuar.

-¿Por qué no vienes a conocer la casa de Thorsten?

Katheryn rompió el momento mágico con palabras torpes. Dijo lo primero que se le vino a la mente y supo que la había cagado cuando Ethan la soltó y se inclinó a recoger su mochila con los labios apretados y la frente arrugada. Estaba disgustado.

-No.

Katheryn parpadeó sorprendida por cuya respuesta de Ethan.

-¿Perdón?

-No—repitió—No quiero conocer su casa.

-¿Por qué no? es bastante acogedora y…

-Basta—gruñó él, dandole la espalda y apretando las correas de su mochila con tal fuerza que sus nudillos se volvieron blancos—entiendo. Ya entiendo, Katheryn.

-¿Qué es lo que entiendes?—dio un paso hacia él.

-Entiendo que fue un error cruzar medio mundo para verte. Entiendo que nunca podremos si quiera ser amigos. Entiendo que ya no sientes nada por mí y entiendo que estoy perdiendo el tiempo contigo.

Raíces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora