"Cuando dos personas han sido creadas para estar juntas, acabarán por estarlo.
Es su destino"
Sara Gruen
Draco no podía abrir los ojos aunque sentía unas lejanas voces a su alrededor. No podía entender qué decían pero estaba completamente seguro que se trataba de personas hablando. Era como si una niebla espesa nublara no sólo su mente sino también sus oídos y por más que se esforzaba por entender o comprender algo, no lo lograba.
Parecía que una fuerza superior a él impedía que pudiera seguir comprendiendo lo que lo rodeaba y lo empujara con fuerza hacia atrás, hacia lo más recóndito de su mente.
Finalmente, la batalla fue perdida y nuevamente se sumergió en la inconsciencia.
...
Hermione se sentía increíblemente sola y no podía asegurar con precisión por qué dado que había aparecido en una habitación amplia y bulliciosa donde muchas personas que no conocía hablaban entre sí, gritaban alegremente y comían y bebían a gusto. La mujer que se encontraba a su lado le dio una gran porción de carne poco hecha y a pesar de que podía ver lo rojizo de la porción no sintió asco sino que su estómago gruñó, incentivándola a llevárselo a la boca.
—Gracias—dijo.
La mujer le sonrió amablemente antes de seguir repartiendo carne al resto de las personas que tenía a su alrededor. Usaba una camisa negra cuya parte inferior estaba dentro de la falda larga y colorida que usaba. Su cabello negro era rizado con pequeñas trenzas que estaban perdidas entre los rizos, adornadas con anillos dorados y algunas piedras. Iba a admitir que su vestuario era un tanto peculiar pero no era precisamente eso lo que llamó la atención de Hermione sino algo propio de su persona, como si algún tipo de magia la envolviera.
Al sentirse observada, la mujer volvió a mirarla y esta vez Hermione pudo darse cuenta que quizás era un poco mayor de lo que en un principio había pensado aunque su rostro estuviera casi carente de arrugas.
—Me preguntaba si...
Pero se interrumpió cuando ella se llevó un dedo a los labios indicándole que guardara silencio. Hermione asintió, recordándose a sí misma buscarla una vez que tuviera la oportunidad y no hubiera tanta gente alrededor.
Casi al comienzo de la larga mesa se puso de pie un hombre joven, sonriendo enormemente, lleno de una felicidad contagiosa que la hizo sonreír ligeramente. Tenía en su mano derecha una copa de metal que alzaba en señal de brindis.
— ¡Estoy muy agradecido a todos ustedes por haber venido hoy aquí!—exclamó—Hoy celebramos que hace veintisiete veranos estoy en el mundo y nadie puede negar que eso es importante—aseguró y guiñó un ojo a todos los presentes, causando que algunos sonrieran y otros soltaran una carcajada—. Pero aunque los quiero y aprecio su presencia, debo confesar que nada me hace más feliz que mi familia esté aquí—miró primero a una mujer con el cabello trenzado que le sonrió amorosamente y luego directamente a Hermione, quien se quedó algo desconcertada sin saber qué hacer cuando sintió una docena y media de pares de ojo en ella, hasta que el joven siguió hablando— ¡Y mi padre...!—miró a todos los presentes pero pareció no encontrar al hombre que buscaba hasta que la puerta que se encontraba a un lado se abrió de repente dejando entrar a un hombre que Hermione reconoció de inmediato.
Y su reacción tampoco pasó inadvertida para la mujer mayor que tenía a su lado. Su cuerpo se tensó, su rostro se puso pálido y sus manos parecieron buscar inconscientemente algo aunque no encontró. Pero Hermione no hubiera podido controlar su respuesta ante la presencia de aquel hombre aunque quisiera, incluso a pesar de que sabía muy bien que no era realmente él. No obstante, su imponente figura sobresalía por encima del resto de las personas que se levantaron a aplaudirlo con felicidad y orgullo. Él sonrió mostrando sus dientes amarillentos; una sonrisa que no era cruel o despiadada, por el contrario, era alegre e incluso amable. Vestía unos viejos pantalones y una camisa azul que seguramente vio tiempos mejores. Cada vez que se movía, el dije del collar que usaba se mecía como un péndulo sobre su camisa y aunque no podía ver bien de qué se trataba, pudo distinguir que era algo de madera tallada.
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Realidad alternativa
FanfictionUn accidente en la clase de Runas Antigua obliga a Hermione Granger y a Draco Malfoy a viajar de realidad en realidad, tomando los papeles de diferentes personas: monarcas, sirvientes, a veces magos, otras muggles. Ambos deberán aprender a vivir con...