R O S A S •TaeKook•

•015•

—Te ves pálido, JiMin —ChanYeol bajo el arma volviendo sonreír con sorna —Qué extraño. Aún cuando esperaban tanto de ti, terminarás siendo controlado por el hambre y lo perderás todo transformándote en una asquerosa bestia de nivel E.

—¿Es todo lo que dirás? —Dijo el rubio alzando una ceja.

—No, sólo es que después de tanto tiempo quería hablar contigo adecuadamente —Suspiró pasando una mano por su cabello —¿No quieres saber? Lo de ese día...

JiMin parecía muerto en vida, no hablaba, no parpadeaba y no emitía ningún sonido simplemente observaba como BaekHyun acariciaba sus hebras con una sonrisa casi paternal parecía que estaba feliz por todo lo que había hecho. El vampiro acostó la cabeza del niño sobre sus piernas sin dejar de acariciarlo.

—Hyung... —Los ojos del rubio volaron a la figura de su hermano mayor —Si no nos damos prisa la gente de la Asociación podría capturarnos —Yeol se acercó a su hermano regalándole una sonrisa y una caricia en su cabeza.

—No, me pregunto si sabías desde entonces sobre la oscuridad en mi corazón.

—JiMin y Chanyeol, ¿eh? —Escuchó la fría voz de su padre al otro lado de la puerta —Con un cuerpo tan débil sería una decepción como cazador de vampiros —Yeol se había quedado a escuchar toda la conversación con la mirada oscurecida.

—Sí —Prosiguió su madre —Llegará el día en que ChanYeol ya no pueda seguir a JiMin. Aunque estén tan unidos.

—Gracias por quedarte siempre conmigo, me hiciste feliz, por un tiempo al menos —Camino hacia la puerta.

—ChanYeol...

—Me tienes lástima, ¿no? Supongo que no lo entiendes —Lo miró por el rabillo del ojo —Siendo hermanos, siempre comparándonos... Desconozco la sensación de recibir siempre la simpatía de los otros, pero conozco a la perfección la miserable sensación de parecer que no eres necesario.