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El reloj marcaba exactamente las tres de la madrugada cuando Jeon abrió perezosamente sus orbes mirando a sus alrededores mientras se sentaban en la cama avergonzándose de su desnudez y también dándose cuenta que estaba sólo en la cama. Con un poco de dolor en su espalda baja se levanto colocándose ropa y una camisa que probablemente Tae le había dejado a su disposición sintiendo sus mejillas arder por los que ambos habían hecho hace tan solo unas horas.

Salió de su ensoñación al percebir un aroma a sangre que era sutil por lo que caminó hasta la ventana cuidando de no pisar los vidrios que ya hacían sobre el suelo. Su mirada se entristeció al recordar los ojos de JiMin desaparecindo todo rastro de felicidad en él. Tomó un trozo de vidrio del suelo y lo dejo deslizarse en la palma de su mano notando como la herida causada se esfumaba rápidamente.

—Me convertí en lo que más odias —Murmuró viendo su mano. Aun así en el interior de su ser necesitaba hablar con él, aclararle las cosas y que no lo ha engañado en lo más mínimo —. Necesito verlo —Declaró colocándose zapatos con torpeza corriendo a las escaleras para salir del lugar.

Afuera aún se encontraban Lisa y Jackson vigilando el lugar bajo ordenes de TaeHyung quien al irse fue claro —Hey, Lalisa —Llamó el hebras de color chocolate logrando que la rubia le diera su atención  —. Quiere escapar —Señaló hasta la puerta principal donde salía el menor mirando a los alrededores como si buscara a alguien. Lisa se acercó de inmediato.

—¡JungKook! —Lisa parapadeo al darse cuenta que ahora ya no podía tratarlo con tanta soltura —No... joven Jeon —El azabache alzó una ceja —TaeHyung nos ordenó protegerlo aquí.

—Por favor, dejenme pasar —Pidió con neutralidad, pero Jackson le obstruyó el camino.

—No podemos hacerlo —Replicó.

—Por favor regresa a tu habitación, JungKook —Prosiguió la rubia desde atrás, obteniendo una seria mirada de Jeon que le heló hasta la sangre y con voz amenazante dijo.

—Apártense —Eso hizo que los otros se quitaran del camino estupefactos por lo que acababan de presenciar. El amable JungKook les acababa de dar una orden. El ya mencionado siguio su camino hasta que se detuvo para hablar —. Escuchen, si no quieren molestar a Tae será mejor que me sigan —Ambos suspiraron resignados.

◻◼◻

—Mark, esta a punto de amanecer. Que los que puedan salir durante el día vigilen el Dormitorio del Sol  —Dictaminó el castaño caminando por los largos pasillos de la edificación —, no les permitan salir —El pelirrojo lo había estado siguiendo desde que salió de la habitación donde compartió la cama con el menor.

—Entendido —Afirmó quedándose de pie a mitad del pasillo dejando que el purasangre siguiera su camino.

TaeHyung suspiró, ciertamente la situación le parecía exasperante combinando con el asunto de los alumnos le esteresaba demasiado, siguió caminando hasta que sintió la presencia de Min en el lugar donde detuvo su andar y ahí estaba con una expresión que le era indescifrable.

—YoonGi.

—TaeHyung —Respondió —. Puedo adivinar lo que ocurrió por el olor que trajiste hasta aquí —Min ciertamente no sabia que JungKook era en realidad un purasangre, y menos de la familia Jeon. El apellido de quienes alguna vez se pusieron en contra del Consejo sin medir las consecuencias, simplemente aún no podía procesar toda la información.

—¿Por qué pones esa cara? —Cuestionó el purasangre.

—Por qué sólo soy un tonto atrapado en tu juego —Contestó severo —; hasta que la verdad apareció ante mí —Dijo entendiendo todo. La academia, sus amistades, su propia vida, todo era una mísera farsa por eso se sentía tan devastado. Era consciente de que solamente era utilizado pero no quería verlo, no quería aceptarlo —. También iré al Dormitorio del Sol —Informó pasando a un lado del castaño quien estaba con un nudo en su garganta.

R O S A S •TaeKook• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora