R O S A S •TaeKook•

•025•

—¡Lisa debe ser muy lista si puede leer un libro tan complicado! —Una de sus hermanas la halagaba como era costumbre. La pequeña Lalisa Manoban es la menor de una importante familia de nobles vampiros de inmensa fortuna. Los Manoban siempre poseían a las mujeres más hermosas y las más codiciadas dentro de la corte, y a su corta edad ya había mas de una treintena de solicitudes para que la pequeña castaña se casara con algun hijo de otro nombre, pero como era de esperarse sus padres rechazaron todas.

Aún cuando la pequeña se quedo sola, pues sus hermanas tuvieron que ir a seguir con sus clases no dejo de leer ese libro de historia que le resultaba tan interesante. Hasta que escuchó la puerta abrirse de a poco dejando ver a un niño de castaños cabellos y bien vestido.

—Sentí la presencia de otro niño y vine a ver —Habló el desconocido infante —¿Vives en esta casa?

Lisa se bajo de la silla arreglando un poco las faldas de su tierno vestido con una expresión ofendida —¿Quién eres, niño grosero? —El aludido estaba por responder cuando una melodiosa voz femenina resonó por todo el lugar.

—TaeHyung —Una bella mujer de cabellos castaños claros se acercó —¿Qué te he dicho sobre alejarte mucho? Harás enojar a tu padre —El niño agacho su cabecita sin reprochar a la fémina.

— Perdón mamá —Dijo con una voz poco perceptible, recibiendo una caricia en sus castaños cabellos heredados de su padre.

—Señora Kim, no se preocupe —Esa era la voz del padre de Lisa un poco angustiada y mirando a TaeHyung dijo —¿Nuestra Lalisa fue grosera con usted?

La niña les miró un poco enfadada —¡Padre, el grosero fue él!

El castañito se giró para poder ver a la enfadada Lisa —No, no veo a otros de mi edad seguido así que... —La joven mujer poso una mano en unos de sus hombros a la vez que aparecía un hombre bien parecido, el señor Kim había entrado en escena —Soy Kim TaeHyung —Dijo con una peculiar sonrisa cuadrada.

"¿Uno de los purasangre?" Cuestionó Lisa en su mente. Los tres tenían un aire misterioso, pero lo que más le llamo la atención fue que a pesar de la sonrisa que este le daba, sus ojos eran carentes de todo brillo. Una sonrisa falsa, efectivamente.

—¿Quieres ser mi amiga? —Preguntó de manera amable. Lisa hizo una mueca.

—No —Respondió tajante.

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A la institutriz parecía que le iba a dar un paro cardíaco al escuchar la historia de Lalisa sobre un niño purasangre grosero que se apedillaba Kim —¡Qué cosa tan irrespetuosa ha dicho! ¡Señorita Lisa! —El pequeño Jackson quien se encontraba a su lado tenía una sonrisa burlona y Mark una expresión preocupada. Mark era consciente de que lo que hizo su amiga estaba mal y que muy probable la iban castigar, eso era lo que menos quería para Lisa.

—¿Y qué si es un purasangre? —Dijo altanera.

La señora de avanzada edad juraba que en cualquier momento dejaría ese mundo por los enojos que le daba Lisa —Parece que tengo que explicarle nuestro de poderes —Eso hizo que los tres infantes se sentaran en el suelo a escuchar la historia de si institutriz —Cuando la humanidad estaba al borde de la extinción los vampiros aparecieron. Desde entonces los que nunca se mezclaron con humanos son purasangre —Movió su mano para darle un toque a la narración —Por último, cuando nuestra raza se expandía sin control, hubo necesidad de un líder. La familia a cargo fue la primera familia Kim.