Boca de Dragón

C01 - Un Dragón en peligro

◦✤✤✤◦

Autor: ❝La primera vez que escribo en primera persona❞

◦ ◦ ◦

【1】

Soy el Lord de un pequeño feudo en el continente de Finanse.

Este título se encontraba entre la herencia que dejó mi padre tras su fallecimiento, y el resto era: un minúsculo trozo de tierra que apenas podía mantener a diez mil súbditos, un ejército de mil soldados de baja calidad equipados por una herrería que necesitaba desesperadamente reparaciones en sí misma, y un territorio que tenía una capacidad defensiva prácticamente nula, con nuestras tristes excusas de fortaleza y torre de vigilancia.

Cada vez que otros Lords venían con sus tropas a saquear el grano cosechado que almacenábamos y la escasa cantidad de oro que teníamos, me faltaban por completo las fuerzas para resistirlos.

Mi único consuelo era el hecho de que mi territorio estaba en el extremo norte del Continente, donde los abundantes recursos del mar evitaron que nos muriéramos de hambre hace mucho tiempo.

Aquel día, el Lord Morgan, procedente del sur, había vuelto a saquear mi tierra y había regresado a casa con sus carros llenos. No tuve el valor de enfrentarme a mis súbditos, así que cabalgué solo hasta la orilla del mar. Escuché las olas y miré hacia la lejana extensión del mar, preguntándome cómo sería el Continente de Icanomics al otro lado del mar.

El Continente de Ican era diez veces más grande y más abundante en recursos naturales que el Continente de Finanse, y además, no sólo albergaba humanos, sino también otras razas. Había enanos, sirenas, elfos, hadas, semidioses y todo tipo de criaturas fantásticas. Eran una visión muy rara en Finanse, tan rara que eran prácticamente mitos en territorios diminutos y lejanos como el nuestro.

Un bardo errante era quien me contaba historias sobre ellos cuando era más joven, pero no le creía cuando afirmaba que estas criaturas no humanas eran de hecho reales. Sólo cuando crecí y acompañé a mi padre a la Conferencia de Lords del Norte, conocí a una hermosa elfa por primera vez y me di cuenta de que el bardo había dicho la verdad.

En el Continente de Ican también existía la bestia mítica de las leyendas: los Dragones.

Siempre me habían cautivado las historias sobre ellos. Ansai, el Lord más poderoso de Finanse, ganó muchas guerras y conquistó muchas tierras porque tenía un dragón.

Si yo también tuviera uno, todos mis problemas se resolverían. Podría proteger a mi pueblo y nunca más tendría que temer que Morgan y su banda nos asaltaran.

Mientras me entretenía con estos estúpidos pensamientos, noté de repente una enorme sombra negra que se extendía por la costa que me era tan familiar.

◦ ◦ ◦

【2】

Cada vez que iba a la playa, siempre tenía a mi comitiva en espera desde lejos porque me gustaba disfrutar tranquilamente de los momentos de paz en solitario.

Sin embargo, ahora dudaba en volver a llamarlos.

Puede que fuera débil e impotente para luchar contra gente como Morgan y los de su calaña, pero seguía creyendo que la sangre de mis antepasados que fluía dentro de mí estaba llena de un espíritu aventurero. Al final, esta curiosidad se impuso a mi sentido de la autoconservación.

Tranquilicé al caballo que se movía inquieto debajo de mí y lo insté a avanzar para verlo más de cerca.

Al menos, esto era algo de lo que podía estar orgulloso, ya que, como Lord de la tierra, mi corcel Anthony era el mejor caballo de este pequeño trozo de territorio.