Boca de Dragón

C20 - Final

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❝Todas las sensaciones del Lord❞ 

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【65】

Se dice que ese día, Fruu había estado demasiado concentrado teniendo un 'corazón a corazón' conmigo que, sin querer, suprimió toda la magia de hielo en un radio de mil kilómetros. Esto provocó que los dragones del Clan del Oro no pudieran generar agua para apagar el fuego, por lo que mis llamas siguieron ardiendo y ardiendo sin control. Al final, todo el territorio de los dragones del Clan del Oro quedó reducido a cenizas.

Yiweisibel declaró que era un dragón que hacía cumplir la ley con justicia, y que no utilizaría sus poderes para vengar agravios privados. Por lo tanto, sólo castigaría a los dragones de oro que habían estado exigiendo ilegalmente a la raza humana que se casara con ellos de acuerdo con las leyes de la raza de los dragones, y si eso no funcionaba, revisaría las leyes por completo.

Le dije a Fruu que eso no estaba bien. ¿Seguía queriendo actuar correctamente como líder de los dragones o no?

Me contestó que, en realidad, nunca había planeado tomarse en serio ese papel. En un principio, sólo quería esperar a que las circunstancias con el Clan del Hielo se asentaran más y entonces abdicaría de su puesto y volaría de vuelta a Finanse para vivir en reclusión conmigo. Quién hubiera imaginado que superaría mis habilidades y que buscaría por toda la tierra para encontrarlo.

Entonces me miró, todavía con cara de miedo por algo.

Yiweisibel dijo que quería que conociera a alguien después de salir del territorio de los dragones de oro.

Me abracé a su cuello después de que me colocaran en su espalda, y me dejé llevar por la sensación familiar mientras me acomodaba antes de notar que los ocho guardias se esforzaban al máximo por mantener la cara seria mientras me observaban.

Siempre había sido una persona bastante modesta, y no estaba acostumbrado a esto. Le pregunté a Yiweisibel por qué me miraban.

Me explicó con mucha calma una costumbre de la raza de los dragones: los dragones nunca llevaban a nadie a la espalda, ni siquiera a sus propios hijos, salvo a uno: su pareja. Esa era la razón por la que aquellos guardias se mostraban sorprendidos y curiosos.

Recordé en silencio la primera vez que me propuso llevarme al cielo para dar una vuelta en el aire, y pensé en silencio que nuestra relación como dragón y humano en aquel entonces era claramente muy pura.

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【66】

Yiwei me llevó a un valle lleno de hierba verde y flores frescas. También había un pintoresco y pequeño lago azul y unas cuantas casitas esparcidas al azar por el campo.

Me dijo que me llevaba a conocer a mi tío.

Me sobresalté. Mi tío, Su Majestad Alex, antaño primer príncipe y heredero del Reino de Bein, había fallecido hacía mucho tiempo a causa de una enfermedad provocada por la excesiva preocupación por mi madre, que había desaparecido, o eso había oído.

Recordé que en la historia, el príncipe había sido ofrecido al Mago Oscuro.

Yiwei confirmó mi suposición; el dueño de este lugar era el Mago Oscuro, un poco mayor que él.

Aunque se resistía a admitirlo, como joven dragón prometedor y todo eso, este año Su Majestad Yiweisibel Hande tenía en realidad 427 años. Eso le hacía cuatrocientos años más viejo que yo.