Flores azules. De esas que Chris solia amar adornaban el cajon como un colchon bajo del cuerpo de la oersona dentro de esa carcel de madera.Todos esos familiares que Aidan habia conocido en la boda,los recordaba con una sonrisa mientras les arrojaban arroz fuera del registro civil. A otros los recordaba bailando y divirtiendose.
Pero ahora....verlos desarmados en lagrimas,las mujeres parecían que iban a caer de rodillas en un mar de lagrimas y los hombres tratando de disimular sus lagimas mientras apoyaban a sus esposas.
Aidan sin embargo,estaba en la otra esquina del lugar. Lo mas apartado del cajon posible. Se negaba a asercarse un paso. No quería ver a quien estaba adentro.
Jugaba con panico con el anillo dorado en su dedo. Mientras que en la otra mano sostenía el otra anillo que hacia par al suyo. Estaba frio.
No dejaba de mirar las flores, eran las que Chris siempre había amado. Porque tenían que comprarlas para esta ocacion?
Se lamentaba con todo su ser no haberselas regalado mientras vivia.Su corazon se estrujó y sentía pinchasos en todo el pecho. Quería irse para llorar solo,pero la madre de Chris hizo su apricion,pasándose delante de el.
Se negó muchas veces,pero la mujer lo arrastró hacia el ataud en el centro de la habitacion,insistiendo en que le diera un ultimo adios a su esposo.
Los ojos de Aidan se inundaron al ver el rostro muerto de su esposo...el amor de su vida...
Muerto..
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.-AAHHH!!!!-gritó a todo pulmón mientras se sentaba en la cama. Sus pulsaciones iban a mil y sentía que no podía respirar.
Lagrimas no dejaban de caer de sus ojos mientras su mirada estaba fija en el reflejo de si mismo que habia en la televisión apagada delante de la cama.
-AMOR! ESTAS BIEN?! QUE PASO!?- Chris se había despertado ante los gritos de su esposo y ahora lo miraba preocupado. Tenia en su cabeza un gorro de tela que ocultaba su carencia de cabello en la cabeza. Se había quedado calvo,pero seguía siendo tan atractivo como siempre.
Aidan lo miró,una parte de su corazón pudo suspirar profundamente al saber que todo solo fue un sueño. Un horrible sueño. Una pesadilla.
No esperó mas y saltó a abrazar a du esposo,dejándose mimar por el mayor preocupado por el.
-Chris...Chris....te amo...te amo tanto- lloraba el pelinegro contra el suave pecho de su esposo.
- te duele algo?... que paso? Una pesadilla?- besaba su cabeza con cuidado mientras lo envolvía en sus brazos- me asustaste amor-
-lo siento- solloza Aidan mientras se limpiaba las lagrimas con la sabana.
-que paso?- vuelve a preguntar el mayor con compasión.
-.....tuve una pesadilla- admite con hilo de voz mientras miraba el rostro de su esposo.
La imagen de Chris sin vida rebotaba en su mente de forma tortuosa. No lo soportaría si fuera real.