bebé; chanin

diesiocho: galletas y baños de agua tibia.

Los tres se encontraban en la cocina, Jeongin haciendo una masa para galletas con chispas de chocolate y Kibum con su papá expectantes y en espera de que Yang terminara la masa para lamer el bol con los restos de mezcla.

─ Bebé~ ¿cuando va a estar?

─ Se paciente, Channie.

Murmuró batiendo la mezcla con la paleta de madera, sin darse cuenta ninguno de los adultos Kibum agarraba chispitas de chocolate del bol.

─ ¡Bum, no!

Le regañó Chan alzando al bebé de nueve meses del mesón y llevándose una mirada enojada de este.

Jeongin puso las chispas en la mezcla y batió un poco ¡Ya estaba lista!

─ Channie pasame la harina.

Dijo con su voz tan suave y dulce, como un pie de fresas.

Chris tomó el paquete de harina con su mano desocupada y el bebé en forma de venganza por no dejarle comerse las chispitas alzó su mano y golpeó el paquete, haciéndolo caer en el suelo y llenando a todos de harina y ensuciando la cocina.

─ ¡CHRIS!

─ ¡No fui yo, fue el bebé!

─ Claro que no, Bum es un angelito, no sería capaz de hacer eso.

Kibum rio gracioso al ver a sus padres cubiertos de harina de la cabeza a los pies, pero al parecer aún no se veía a si mismo, su pelele estaba cubierto de harina y las comisuras de sus labios sucias por comer tanto chocolate.

─ Como sea, meteré las galletas al horno y tomaremos un baño.

Menciono enojado colocándose sus guantes y abriendo el horno para meter las galletitas.

─ ¿Dijiste tomaremos?

Dijo Chan alzando un poco su voz en la última palabra y Kibum se acurrucaba con una sonrisita en su hombro ¡amaba los baños de agua tibia y jugar con su patito de goma!

─ No, no, no. Lo dije en singular, lávate los oídos porque creo que también te entró harina allí.

─ Será algo nuevo para los tres tomar un baño juntos, ¡Anímate Jeongin! Ya voy a ir preparando la tina.

Le dio un beso en su mejilla cubierta por harina y algunos restos de ingredientes y subió a preparar el baño.

Puso el agua tibia en la tina, se desvistió y luego le quito las ropas cubiertas de harina del bebé y las tiró en el cesto de la ropa sucia.

Entró cuidadosamente a la tina con Kibum que no paraba de salpicar agua entre risas.

Al rubio le encantaba tomar baños, le relajaba y le quitaba todo el estrés, era un método más efectivo que tomarse algunas cervezas.

La puerta del baño se abrió, era Jeongin con sus ropas cubiertas de harina al igual que sus cabellos. Chan le regaló una sonrisa y el menor se la devolvió.

Lentamente y con un sonrojo en sus mejillas se quito la ropa y entro a la tina un poco tímido.

─ ¿Qué sucede, bebé?

Preguntó al verle nervioso.

─ Mm, es que no me había bañado con nadie más a excepción de Bum.

─ Acercate.

Jeongin con cuidado se acercó a Chan y este le dio un rápido beso en los labios. Tenían suerte de que la bañera fuera suficientemente grande y que los tres entraran.

─ ¿Estuviste comiendote el chocolate?

─ ¿Como lo supo?

─ Tus labios saben a chocolate.

Los dos rieron y el bebé les miraba sin entender mucho.

Ahora si empezaron a bañarse, Chan le esparcía el champu en los cabellos a Jeongin con suaves masajes mientras que el estaba apoyado en su pecho y Jeongin a Kibum le lavaba el cabello con su champú de bebé olor a manzanilla.

Luego Jeongin alzó a Bum quien empezó a jugar con el pelo lleno de champú de su papá, jalandoselo un poco y enredandolo, pero Chan no se quejaba y se enternecia al ver a su bebé tan feliz.

Los dos se enjabonaron con el delicioso jabón de avena y a Kibum le limpiaron con su jabón de bebé hipoalergenico.

Chan aveces acariciaba la linda pansita de Jeongin, estaba un poquito mas gordito y eso le alegraba, además que le encantaba dejar besitos en su nuca.

Luego salieron de la tina y cada uno se puso su bata de baño, excepto Kibum, a el le pusieron su toalla de bebé y un pañal de winnie the pooh.

Bajaron a la sala y comieron las galletitas recién salidas del horno sentados en el sofá viendo una maratón de películas disney. A ninguno les importó estar todavía en toalla, se sentían tan relajados que hasta Chan encendió un incienzo y terminaron de ver la película de la princesa y el sapo casi dormidos.

Aunque todavía fuera un poco temprano y lo único había que habían cenado eran galletas con chispas de chocolate (y Kibum que además tomó pecho de su papi) Se pusieron sus pijamas y durmieron dulcemente toda la noche.