Viernes 10:59a.m
—¡Buenos días mis chicas! —saludé dando algunos saltos alrededor de la mesa, le robé a lady una tostada de su platillo, está me lo quitó antes de darle un mordisco.
—te amo, créeme, pero no te atrevas a comerte mí comida —me señaló desafiante, levanté mis manos rendida y me senté en una silla libre en la mesa. Patricia dejó mí plato en la mesa, serví un vaso de jugo de pera en mí vaso de cristal y lo bebí.
—¡hay no maldita sea!, esa estúpida sonrisa Tuya dice algo y no me gusta para nada —dejó ambos codos sobre la mesa entrelazó sus manos —, estás en peligro niña.
—te advertí que evitarás enredarte con esos idiotas, jamás me escuchas—habló con decepción lady mientras negaba con la cabeza. Fruncí el ceño confundida, Acaso tenía que haber alguna razón para estar feliz.
—¡stop! De que rayos están hablando, ¿creen que mí felicidad tiene algo que ver con una persona? —dije al fin —quien piensan que soy.
Ambas subieron las cejas y se miraron complices, nos mantuvimos en silencio en todo el desayuno. Por mí cabeza pasaron sucesos sobre nuestra cita de ayer en la noche, sonreí sin pensarlo, no me consideraba una persona fácil de impresionar, pero les daba el crédito a las personas que al menos lo intentaban, por un minuto estuve de acuerdo en parar el absurdo "juego de placeres" debo admitir que no me agrada la idea de herir más a alguien que la ah pasado tan mal desde muy pequeño. Aún sigo reconsiderando la idea.
—señorita Jones, ¿se encuentra usted bien? —patricia me sacó de mis pensamientos, asentí con la cabeza.
—mi esposo y yo, queríamos pedirle si nos puede dar a ambos un día libre para pasar al hospital, Solo hoy. —asentí, esta agradeció —¿Necesitas dinero, o que te lleve?
—no quiero incomodar, señorita Jones. El hospital queda a cinco calles desde aquí
—okay, pero si pasa algo me llamas.
Se despidió y caminó hasta el pasillo debajo de las escaleras, jamás entré allí pero supongo que sus habitantes quedan dentro. Hoy era un día nublado y fresco, el día perfecto para pasar el tiempo en casa, suspiré, me llevé a la boca último pedazo de panqueque y dejé el plato a un lado.
—necesitamos conseguir trabajo — formuló siny suspicaz —, quizás debamos ir al bar de Michael y pedir disculpas por lo que le hicimos
—¿eres tonta?, No nos dará trabajo destruimos su bar —puse los ojos en blanco, está frunció el ceño
—pues yo no me quedaré de brazos cruzados, viendo cómo tú te gastas todo el dinero —espetó lady
—¡si no te gusta entonces vete! Vuelve a tu vida mediocre de siempre, estoy cansada de tu actitud —para cuando reaccioné ya era demasiado tarde.
—¡MELL!
—¡Vete a la mierda eres una puta egoísta!, Quieres que todo el mundo te bese el trasero por qué ahora tienes dinero —gritó histérica—, me voy de aquí.
—donde demonios piensas ir, lady. Ya no tenemos el apartamento —la cuestionó siny, está pareció no haberlo pensado.
—hablaré con Alex, no pienso pasar un día más aquí. ¿Vienes conmigo? —abrí más los ojos al verlas retirarse de la mesa como alma que lleva el diablo. En conclusión; había perdido a mis amigas, la había cagado completamente.
Llevé ambas manos a mí cabeza y jalé de mí cabello, miré mí alrededor sintiendome vacía por dentro y reteniendo un nudo en la garganta, dos lágrimas salieron de mis ojos estampandose en la mesa de madera fina. Perdí la cuenta de cuántas horas la pasé en la misma posición, de pronto las vi a ambas bajar con sus maletas, no giraron a verme pero sé que se sentían de la misma forma que yo, aunque lo ocultaban.
Salieron por la puerta, dejando un terrible eco en la casa, me deslicé por la silla quedando debajo de la mesa, recosté mí cabeza en mis rodillas y lloré desgarrándome el alma.
FLASHBACK
—¡Isabel, abre la maldita puerta o lo lamentarás!
Desde la cocina podía escuchar como papá gritaba ebrio y golpeaba la puerta, era la cuarta vez de la semana que no llegaba a casa y lo sabía por qué mamá me decía que no me preocupase que todo estaba bien, dejé de comer mí cereal y me escabullí debajo de la mesa.
—¡Eres una zorra barata, te divierte tener sexo con mis amigos!
Se escuchó un terrible estruendo en la parte de arriba, me sobresalté, de repente, escuché los gritos de mamá corriendo por las escaleras, llevé mis manos hasta mis oídos y cerré los ojos.
—¡Eres simplemente una puta, queriendo aprovechar mí dinero!
—Robert, no. Estás ebrio
Su mano se estampó contra su cara arrojando a mí madre al suelo, miré la escena con lágrimas en mis ojos. Unas manos fuertes tomaron de mí brazo y arrastró afuera de mí escondite.
—Tu eres igual que ella —dijo haciendo una mueca de asco —no vales nada.
Cerré mis puños con fuerza, sin pensarlo enterré mi pie en su miembro este me arrojó contra la pared dejándome inmóvil. Minutos después salió disparado de la casa. Me incorporé del suelo y caminé hasta mí madre que aún seguía en el suelo con las manos en su rostro, me arrodillé frente a ella y le dí un suave toqué para que dejara de llorar, está reaccionó mal.
—¡Aléjate, no te atrevas a tocarme!
Me apartó de ella bruscamente y caminó escaleras arriba, perdiéndose de mí campo de vista.
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TRES ERRORES | [+17]
Teen Fiction"tenemos secretos abrumadores, millones de errores y malas decisiones." P U N T O/ D E /P A R T I D A 15.dic.2018