Era un 18 del año 2019, en una plaza de un enorme parque, visitado por mucha gente pero como este día, específicamente un Viernes, no venía casi nadie solo habían algunas parejas con sus niños y mascotas, aprovechando el hermoso atardecer que la naturaleza les brinda a esa hora.
Ahí justamente se encontraba el joven Jeon Jungkook, sentado en una de las tantas bancas del parque, con su mochila en su regazo, mirando hacia el hermoso atardecer despejándose de todos los mal humores de su pesado día. Por la mañana la universidad, se esfuerza mucho para completar su carrera de fotografía que ama con locura, por la tarde, el trabajo en el mercado donde literalmente casi lo explotan, haciéndole hacer cantidad de cosas, por unos billetes, pero él no se quejaba, ya que con eso ayuda a sus padres, también para los estudios, y de ser de bajos recursos no ayudaba ¿Con quién se iba a quejar? Con nadie. No podía. Y ahí van sus padres y él, sobreviviendo con todos sus esfuerzos.
La mirada del chico se perdió en el cielo.
Sería genial una foto de este hermoso paisaje ¿No?- pensó
Se decidió por sacar su cámara. No era tan nueva, pero él se siente feliz con ella, además de que fue un regalo por parte de sus padres en su cumpleaños número 19, la atesora profundamente. Terminó de sacar la foto y con una sonrisa satisfecha, guardo nuevamente la cámara.
Pasado unos veinte minutos estando en el parque, miró su pequeño reloj, indicándole que ya tenía que regresar a su casa, así lo hizo con pereza, no quería irse se sentía muy bien ahí, agarró su mochila de su regazo, se levantó, la puso en su espalda y emprendió el no tan largo camino hacia la parada de autobuses.
Llegó a la parada, se sentó en la pequeña banca para esperar su transporte en eso mirando hacia la carretera, en su campo de visión se cruzó una camioneta 4X4, las cuales les fascinan a Jungkook, es uno de sus sueños tener una, muy brillante y toda blanca justo como a él la sueña.
Soltó un suspiro mirando como se perdía en la distancia. Perdiéndola de vista.
—Algún día tendré una, sé que si, sé que las cosas cambiarán. A nuestro favor, no pierdas las esperanzas y la fe Jungkook
Un ruido de motor lo saco de sus pensamientos, güiro su cabeza hacia su izquierda, su autobús había llegado.
Después de su no tan largo trayecto, ya se encontraba en su casa.
—mamá, papá llegué
Nadie respondió
-deben de estar trabajando horas extras como casi siempre- pensó
Si, casi siempre sus padres se quedan trabajando doble turno, la señora Jeon trabaja en un mercado de comestibles, el señor Jeon trabaja de seguridad, cuidado maquinaria pesada, como en los dos trabajo les permiten hacer el doble de horas, para ellos es más dinero no todo el que precisan pero también con el trabajo de su hijo es otra ayuda.
El castaño se cambió de ropa, ceno lo que le había preparado su madre antes de irse y se fue acostar estaba muy cansado. Cómo mañana es sábado quería aprovechar todo el tiempo posible para descansar, capaz que tendría que ir buscando otro trabajo.
[...]
—Hijo despierta —Movió despacio a su hijo todavía dormido
Su madre siempre se tomaba el tiempo para despertar a su hijo, ya sea porque es muy tarde y el menor no despierta, para desayunar o en ocasiones porque sus padres se van témpano a trabajar.
—no quiero ma, tengo mucho sueño —se dió vuelta en la cama dándole la espalda a su madre
—ya no son las 8:00 de la mañana jovencito, ya es bastante tarde, su hora de vajancia terminó
—Ahhh, ¿Por qué? Solo un ratito más
—suplicó bostezando—nada de un ratito más, se tiene que dar un baño e ir a desayunar
—lo señaló con el dedo—pe... —lo corto
—y nada de peros jeon Jungkook
Después de su advertencia, se retiró cerrando la puerta de la habitación
Y sin decir nada Jungkook obedeció a su madre, sabía que cuando lo llamaba por su nombre completo, no era para nada buena idea contradecirla.
Y con toda la pereza del mundo el menor se levanto, se ducho, se vistió arreglo un poco su habitación y se dirigió a desayunar junto a sus padres.
—Buenos días —saludó Jungkook a su padre, sentándose en la mesa
—Buenos días hijo —apartó el diario de su vista dedicándole una sonrisa
—hijo ven ayudame por favor
—llamo su madre desde la cosinaJungkook se dirigió a dicho lugar para ayudar a su madre a llevar los platos, a la mesa cuando lo hizo, se sentaron los tres a desayunar junto en paz.
—¿Cómo les fue en sus trabajos?
—pregunto el menor llevando una cucharada de comida a la boca—cansador pero bueno, tu sabes hijo hay que sacrificarnos para poder pagar las cosas
—dijo su madreEl castaño miro a su padre esperando para que hablará
—también igual que tú madre dijo, es cansador, pero bueno no tenemos otra opción, ay que seguir trabajando si no, no podémos vivir y pagar las cosas, por ahora gratis, es el oxígeno
Jungkook sabía que ellos se esforzaban mucho para poder pagar las cosas, su estudio, y las demás cosas, la comida todos los días, la ropa que se tienen que poner.
Se puso triste porque ellos en ocasiones se esforzaban más de lo debido.—¿Y como te fue a tí?
—pregunto su padre—igual que a ustedes, nada nuevo
Ahora realmente estaba conciderando tener otro trabajo
—no perdamos las esperanzas mejoraremos hay que tener fe
—habló su madre mirándolo—lo sé madre, por eso mismo estaba pensando en tener otro trabajo para ayudarlos más
—miró a los ojos de las personas sentadas en frente de el—no, es mucha carga para ti, eres joven, tienes fuerzas, pero no ay que abusar —opinó su padre
—te conozco hijo, por favor no hagas sobre esfuerzo —habló ahora su madre—dentro de un rato tu padre y yo iremos a cubrir a compañeros que se van de licencia y podemos tomar el puesto mientras ellos no están
—Pero es sábado
—habló con tristeza el castaño—lo sentimos mucho hijo, pero necesitamos hacerlo
—le dijo su padreEso a Jungkook le caía mal, muy mal, sabía el esfuerzo que hacen, el también quería ayudar más, a pesar de el trabajo que tiene.
Por primera vez en su vida estaba pensando en desobedecer a sus padres.—bueno hijo ya nos tenemos que ir te quiero pedir si puedes lavar los platos por favor, porque no me da el tiempo a mí
—no te preocupes yo lo hago
Sus padres se despidieron de el con un beso en la frente y se fueron.
Dejando a un castaño triste por la situación.Y como le había dicho a su madre, llevo los platos a la cosina, los lavo, los guardo y se fue hacia su cuarto para pensar en más opciones, para poder ayudar a sus padres
ESTÁS LEYENDO
Hermosamente Hermoso
FanfictionMin YoonGi tiene 31 años, por ciertas circunstancias de la vida su escape fue ser frío, aparenta no tener corazón, pero esa ternura y amor que se resguarda en lo profundo de su ser, no cualquiera tiene el privilegio de presenciar y sentir. Es un gra...