🌹Twenty-One🌹

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Los días pasaban bien, sin ningún inconveniente, nada que alterara la paz del lugar. Pero, fue un día, un día que para Yoongi todo estaba mal y sucedió.

En la mañana, discutió con Jin y Jimin, una discusión que terminó con los tres casi a golpes. Después, fueron las empleadas, no podían ir y faltaron, entonces se cabreó. Luego, fue Jungkook, ellos estaban teniendo una buena relación, pero ese día, Yoongi discutió con él por que siempre se quedaba en la habitación haciendo nada y como ahora estaba mejorando, tenía que ayudar a las empleadas a hacer la comida, al menos. Le gritó. Claramente quería buscar problemas o discusiones para sacar esa molestia que sentía.

Yoongi, irritado, molesto y enojado, no se arrepintió. Así que se fué. Jungkook había quedado solo, ya que el resto de los chicos tenían cosas que hacer.

No fue hasta que llegó la noche.

Yoongi, mucho más tranquilo, dispuesto a pedir disculpas, se encontró con algo, que hizo click inmediatamente en él.

Jungkook gritaba sin remera y sin pantalón en la cama, mientras Taehyung estaba encima de él tratando de desnudarlo por completo. Así como la calma había vuelto, en segundos, se desató el caos.

Yoongi había agarrado a Taehyung y le comenzó a golpear, fuerte. Lo golpeó contra casi todo brutalmente hasta sacarlo de su casa, lo tiró en el piso. Con la respiración agitada, sacó el arma que tenía debajo de su saco y sin medir nada, le disparó en una pierna. Observó el rostro ensangrentado de su ex amigo, le escupió la cara.

—¡Te lo mereces maldita escoria! —le gritó enajenado.— sino fuera porque algún día fuiste alguien demasiado importante para mí, te hubiera matado. ¡Y maldita sea sino lo hubiera hecho! —le miró a los ojos, pasándole el caño del arma por su sien. Suavizó su voz. — si te encuentro merodeando por aquí, si quiera te atreves a mirarlo, te mato. Te mataré y lo disfrutaré. Ahora, te irás y no regresarás nunca más. Quiero escuchar que entendiste.

El chico tosió y lloriqueando de dolor, no dijo nada.

—¡Dilo!

—Te... Te lo prometo.

Empujó el arma en su sien. Ordenó a uno de sus hombres a que se lo llevaran a su casa y que lo escoltaran hasta que se fuera lejos.

Respirando con dificultad, se sentó en uno de los escalones de la casa, negó con la cabeza y se frotó la cara.

—Todo esto es tu culpa, Taehyung. ¡Me obligaste a hacerlo! Maldita rata... Sino hubiera llegado. Él... Él...

Miró el arma en su mano y se replanteó ir a meterle una bala en el cráneo. O tal vez dos.

Le dió el arma a uno de los hombres que estaban afuera cuidando, y antes de ir a dentro les dijo a los tres hombres:

—Y ustedes no se salvaran, si me entero que pudieran evitarlo. Los mataré. Ustedes no son Taehyung, así que no tendré problema.

Los miró fijamente y entró. A los tres hombres les recorrió un escalofrío de pies a cabeza.

Yoongi entro a la casa, todo estaba tirado por el suelo, pero lo que llamó más su atención fueron los sollozos que venían del cuarto de Jungkook. Apretando sus puños, se dió un tiempo para respirar tranquilo y entró al cuarto. La verdad es que no quería mirarlo a los ojos, se sentía como si lo hubiera defraudado.

Lo has hecho.

Le dijo su conciencia.

Sus brazos estaban caídos a los lados y la cabeza gacha. No podía levantar la cabeza y verlo.

—Yoongi...

Su voz estaba rota, había tanto en ese tono de voz. El corazón se le apretó y contuvo las lágrimas fuerte. Pero entonces no, no pudo ser tan fuerte esta vez. Se apresuró a el lado de la cama donde estaba Jungkook y calló de rodillas. Apoyó los codos en la cama y hundió su cara en sus manos. Y comenzó a llorar como un pequeño niño desconsolado.

Su conciencia le repetía:

Lo has defraudado. Le prometiste que aquí estaría a salvó y solo fue más sufrimiento. Lo has defraudado.

No lograba soportar tanto, mantener el dolor y la culpa a raya era una tarea imposible. El llanto no cesó. Entre lágrimas sólo podía repetir una sola palabra: "perdóname". 

En ese momento, se odió. Y se maldijo por ser tan mierda con él en la mañana. Si tan solo no se hubiera ido. Si tan solo... Pero la realidad lo golpea duro, gritándole que no puede cambiar nada, que lo hecho, y lo vivido, era real e irremplazable. Entonces, lo inesperado sucede..

Una caricia suave toca sus manos y se congela. Su llanto cesa. Su mundo se detiene y se concentra en el suave tacto, no existe nada más.

—Yoongi... ¿Puedes mirarme?

Su corazón se acelera y escuchar su voz hace encoger su corazón. Las ganas de llorar desconsoladamente vuelven. Pero se siente tan culpable, que no puede levantar la mirada. Un "perdóname" se escapa de sus labios, estos tiemblan y trata de no llorar.

—Ne... Necesito un abrazo. ¿Puedes darme uno?

Su voz se quiebra en un sollozo. Y Yoongi trata de dejar a un lado sus sentimientos y no ser egoísta como en el mañana. A pesar de que se siente horriblemente destruido, con el corazón en la mano, se levanta algo tembloroso, con las pocas fuerzas que le quedan, lo mira. Quiere quitar la mirada rápidamente, pero no lo hace. En cambio, lo levanta en sus brazos, Jungkook se sorprende, pero se deja hacer. Lo lleva a su habitación, lo deja en su cama y se acuesta con él, lo atrae a su pecho y lo abraza fuerte.

No sabían que era lo que realmente necesitaban en ese momento, hasta que sus cuerpos se sienten y se dan un apretado abrazo. Se sienten en casa. Y entonces, ninguno de los dos pueden evitar llorar como pequeños niños.

En ese momento no había palabras, necesitaban ese contacto, ese contacto que les decía que estaban ahí para ellos, y que a pesar de todo, estaban bien.




























Los últimos capítulos serán como este, cortos. La imaginación para esta historia es limitada :v

Espero les guste.

Alguna falta de ortografía o alguna incorencia, pueden avisarme.

Cuídense, usen mascarilla. ❣

Hermosamente HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora