🌹Twenty🌹

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Revolvió la olla y puso una mueca inseguro.

¿Esto estará bien?

Pensó, confundido.

Miró a su alrededor y volvió al frente.

Lo tengo que intentar...

Se mordió el labio inferior.

Pero ¿Y si sale mal? No le gustará. No lo quiero arruinar.

Negó con la cabeza y se resignó.

Cogió su teléfono y le marcó a la empleada, quién minutos atrás había llamando para avisar que llegaría algo tarde por el tráfico. Pero estaba nervioso y preocupado, así que no se contuvo y la llamó.

—¿Sr. Min? —contestó amable la señora.

—Sí. Eun Bi, lo siento. Pero tengo una pequeña urgencia, ¿Le falta mucho en el tráfico?

—Oh, no se preocupe Sr. Min, ya salí del tráfico, en unos minutos estaré ahí.

—Bien, bien. Gracias. Discúlpeme de nuevo.

—Nada de eso, no se preocupe. Ya falta menos para llegar.

—Bien. La espero.

Yoongi cortó, deslizando el teléfono en en su bolsillo, y se acercó a ver la sopa.

—Necesito practicar más... —murmuró, observando con una mueca la sopa.

Luego de unos minutos sintió que tocaban la puerta. Con un alivio y entusiasmo enorme fué a abrir la puerta. Sonrió al ver a la señora Eun Bi.

—Pase. Buenas tardes. —le abrió la puerta.

—Buenas tardes, Sr. Min.

Eun Bi pasó a la cocina, dejando su cartera y abrigo en el respaldo de una de las sillas.
Se acercó a la olla para ver que había, y probó. Yoongi se rascó la nuca.

—Estaba... Intentando hacer una sopa.

Cuando Eun Bi se llevó la cucharada a la boca, se detuvo y tragó con mucha dificultad.

Yoongi hizo una mueca.

—¿Cómo está..? -preguntó con miedo.

—Bueno... Eh... Esta... ¿Normal? Sí, normal.

—La verdad no ofende, Eun bi. Adelante.

La señora se llevó una mano al corazón.

—Casi muero probando esto. Pero puede mejorar. —le animó, con una sonrisa amable.

Yoongi quiso reírse, pero él realmente quiso hacerlo bien. Había puesto mucho esfuerzo. Para nada.

—En mil años. Puedes decir que fue un total fracaso. -se sentó desanimado en una de las silla.

—Señor, por favor. ¿Usted cree que yo logré cocinar de maravilla en la primera vez? La primera vez, en su mayoría, sale mal. Es cuestión de práctica.

Yoongi hizo una mueca.

—Pero no logré hacer una sopa. Una sopa. Es muy fácil. Y quedó incomible.

Eun Bi colocó sus brazos en garra y lo observó fijamente.

—Usted y yo. Ahora mismo. Comenzaremos la primera clase. Levántese.

—¿Eh? —lo agarró desprevenido.— ¿Ahora?

—Ahora. ¿No se estaba quejando que no sabía hacer una sopa? Hoy mismo aprenderá a hacer la mejor sopa de verduras. —dijo, decidida.

Yoongi abrió y cerró la boca sin saber que decir. Pero recordar lo mal comido que estaba Jungkook, le dió mucho ánimo. Además, tal vez podría el mismo llevarle la comida y hacerle compañía.

Se dobló las mangas de la camisa y puso manos a la obra junto a Eun Bi.

***

Sonrió mirando el plato con la sopa servida.

Luego de un arduo trabajo por parte de Yoongi y de Eun Bi siendo buena profesora, estaban los resultados. Y muy buenos.

—¿Ve lo que le dije, Señor? Cuestión de práctica y buena instrucción. Usted puede. —Eun Bi sonrió feliz.

Yoongi sonrió algo tímido.

—Gracias, Eun Bi.

—No me agradezca. Usted fue quién hizo todo, yo solo di instrucciones. Bueno, yo me iré a hacer mi trabajo.

—Claro. No te quito más tiempo. Y gracias de nuevo.

Eun Bi lo regañó con la mirada antes de irse a algún lado de la casa.

Yoongi colocó en una charola el plato de sopa, un baso de agua, un trozo de pan y la llevó a la habitación de Jungkook. Entre malabares logró abrir la puerta, dejó con cuidado la charola en la mesita de luz y volvió a la puerta para cerrarla. Se dejó caer en el sillón donde acostumbrada cada vez que venía.

Jungkook dormía pacíficamente. Lo admiró dormir unos segundos y luego decidió despertarlo para que pueda comer.

Se acercó a su lado y teniendo cuidado de no tocarlo, le susurró.

—Jungkook...

Nada.

—Jungkook.

—Mmmh. —balbuceó, restregando la mejilla en la almohada.

Yoongi se quedó quieto mirándolo.

—Hey, chico. Despierta, traje la comida.

Pareció que decir la palabra "Comida" fue magia. Sus ojos se abrieron y olfateo el aire. Cuando el aroma a todas las verduras y a pollo llenó sus fosas nasales, su estómago rugió. Se sonrojó hasta las orejas y se tapó con las cobijas.

El corazón de Yoongi dolió de ternura.

—Parece que tienes hambre ¿Eh? —Yolngi sonrió.

—Qué vergüenza... —murmuró Jungkook, deslizándose más abajo en la cama.

Yoongi sonrió.

—Vamos, la comida se enfriará.

—Ño... —su voz salió dulce e infantil.

Jungkook no pareció darse cuenta, entonces dedujo que no fue intencional, pero el corazón de Yoongi se apretó.

Oh, dios. ¿Qué es esto? ¿Por qué quiero apretarlo entre mis brazos? ¡Qué locura! Oh, dios.




























No tengo mucha inspiración en estos momentos, sepan entender.

Gracias por las lecturas y estrellitas nuevas.

Cuídense mucho ❣.

Hermosamente HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora