A la mañana siguiente, Yoongi fue el primero en despertar. Le dolía el pecho y los ojos le pesaban. Parpadeó varias veces y observó cómo estaban. Seguramente en algún momento de la noche se cambiaron de posición, porque ahora Jungkook estaba de espaldas a Yoongi, pegado a él, literalmente. Y Yoongi, lo tenía aferrado de la cintura.
Yoongi se acercó a su cuello y olfateo, llámalo loco y todo, pero su aroma era tan cálido y acogedor, que se sentía en casa. Se sentía tan bien estar así con él. Deseó poder estarlo siempre.
Acarició sus cabellos y salió de la cama lentamente, con cuidado de no despertarlo.
Con la mano en la puerta del picaporte del baño, cerró los ojos, suspirando.
Cuando el agua tibia calló acariciando su cuerpo, la tensión se había ido. Al menos la mayoría sí. Se sintió aliviado. Pero la culpa, lo seguía carcomiendo por dentro y sabía, que lo seguiría haciendo durante un tiempo. Todavía seguía molesto consigo mismo, por todo lo de ayer. Si tan sólo no hubiera llegado...
Quiso gritar. Fuerte. Quiso tener de nuevo la oportunidad para poder meterle dos balazos en medio de la frente a Taehyung. Porque él, esa maldita escoria se había atrevido, había sido tan maldita rata, de tocar a su tesoro. Y de esa manera.
Y estaba segurísimo de que jamás lo perdonaría, jamás. Ahora se lamentaba de haberle tenido compasión. Porque, maldita sea, no se lo merecía.
Si darse cuenta, estaba tenso de nuevo, sus músculos estaban duros.
Luego de unos minutos, que creyó sentir que fue una hora, pero no importaba. De mala gana, se secó, se vistió con un pantalón negro ancho y una remera del mismo color. Se sentó en el filo de la cama y acarició su sien, con brusquedad. No quería despertarlo, quería protegerlo inútilmente manteniéndolo todo el tiempo posible en la inconsciencia del sueño. Quería. Porque dolería demasiado ver el semblante de su rostro. El chico ya había pasado por mucho. Y ahora otra vez, y se odió de nuevo.
La cama se movió detrás de él, se quedó quieto y esperó. Al no sentir ningún movimiento, se dió vuelta. Jungkook lo estaba mirando con una débil sonrisa en el rostro. Su pecho se apretó.
—¿Has dormido bien? —preguntó Jungkook sentándose en la cama.
—Yo debería hacer esa pregunta.
La sonrisa débil se transformó en una mueca y luego en nada.
Lo observó levantarse de la cama, para ir en silencio hasta el baño. Yoongi fue más rápido y lo tomó suavemente de la mano.
—Lo lamento, soy un cabron de mierda... —Dijo Yoongi mirándolo a los ojos. La culpa estaba impresa en sus ojos.— te prometí tantas cosas... —parpadeo varias veces y tragó saliva. — perdóname...
Jungkook lo observó durante segundos. Y luego su seño se frunció.
—No entiendo porque te sigues culpando.
—¿Cómo...? —entrecerró los ojos confundido— Claro que fué mi culpa. Fui un maldito contigo en la mañana, te grité, dije cosas que ni siquiera se me hubieran cruzado por la mente decirte. Y luego, me fuí. Como si nada. ¡Te dejé solo! Y luego... Pasó eso, y yo no estuve. Lo hubiera sacado a patadas de aquí apenas se atreviera a tocarte un solo mechón de cabello. Ni siquiera lo hubiera dejado cruzar la puerta. —apretó los dientes— te prometí seguridad, que estarías bien, que te protegería... ¡Y te abandoné! Te fallé...
Yoongi se alejó nuevamente a la cama, dándole la espalda. Sintió a Jungkook caminar hacia él y apretó los ojos llevando sus manos a su cabello para tirar de él.
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Hermosamente Hermoso
FanfictionMin YoonGi tiene 31 años, por ciertas circunstancias de la vida su escape fue ser frío, aparenta no tener corazón, pero esa ternura y amor que se resguarda en lo profundo de su ser, no cualquiera tiene el privilegio de presenciar y sentir. Es un gra...