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Especial III: La historia de Brad y Tristan.

Tristan Evans y Bradley Simpson se conocieron cuando tenían doce años.

Tris, era hijo de un guardia y era casi obvio que se uniría a la guardia real. Brad, por otro lado, era hijo de comerciantes con el sueño de ser un soldado.

Ambos se apuntaron al entrenamiento prueba y cuando se conocieron algo hizo clic en ellos. Se convirtieron en mejores amigos.

Brad, debido a su estatura, era molestado por los otros chicos y casi siempre tenía que esforzarse el doble para pasar las pruebas del entrenamiento. Sin embargo, Tristan siempre estuvo ahí para golpear a los bravucones que molestaban al beta y para darle ánimos en las pruebas.

Para nadie fue una sorpresa cuando empezaron a salir a la edad de diecinueve. Todo empezó cuando se besaron por accidente en un fiesta y no pararon en toda la noche.

Las cosas se dieron así de sencillas, se besaban cada que tenían oportunidad, tenían sexo y largas pláticas nocturnas.

Eran algo así como una pareja no oficial. No faltaba ni comunicación ni amor.

Y fue por eso que a Tristan le dolió mucho cuando Brad le dijo que creía que él no se tomaba en serio su relación.

Tristan estaba enamorado de Brad  y saber que sus sentimientos no eran correspondidos lo destruyó. Ahora ignoraba al beta, cuando les tocaba hacer guardia juntos él miraba a otro lado, ya no lo visitaba por las noches, ya no le lanzaba pequeñas sonrisas a la hora de la comida e incluso cambió turnos con James para que no tener que verlo durante días.
Y a pesar de todo, lo que lastimaba más al alfa era que Brad ni siquiera parecía extrañarlo. No se esforzaba en volverle a hablar, ni siquiera en mirarlo.

Pero era débil y su corazón sensible.
En el ataque de la plaza del centro Brad fue herido y él no pudo evitar ir a auxiliarlo.

Incluso ahora estaba junto a la cama de Brad cuidando que la fiebre no le subiera mientras el doctor Liam cuidaba de Harry.

El beta abrió lo ojos de golpe y se intentó levantar, claro que Tristan se lo impidió.

—Alto ahí, no puedes levantarte de esta cama hasta que Liam diga lo contrario.

—¿Tristan?—pregunta el más pequeño entrecerrando los ojos.

—Sí, soy yo—el alfa acomoda mejor a Brad y le sube la sabana hasta los hombros—Duerme de nuevo, ahora Liam está ocupado con el príncipe Harry pero después vendrá a ver tu herida.

—¿Fue grave?

—No, no te dañó ningún órgano entonces cree te recuperarás pronto.

Brad se humedece los labios—¿Cómo está Harry?

—No muy bien, creo que perderá al bebé—Tristan traga saliva sonoramente.

—¿Trissy?

—¿Qué?

—Lo siento.

El alfa frunce el ceño—¿Por qué?

—Por todas la idioteces que te dije—Brad acaricia el brazo de Tristan suavemente—Sabes...sabes que no es verdad.

—Hablaremos de eso en otro...

—No—Brad lo interrumpe—No, Tris...yo te amo, en serio lo hago.

Tristan baja la mirada—Entonces...¿por qué dijiste que lo nuestro sólo era diversión?

—Porque tenía miedo, ¿sí? Todo el mundo sabe que la compatibilidad es mejor entre alfa y omega—el beta se muerde el labio inferior—Tenía miedo de ilusionarme y que luego me dejaras cuando encontraras a alguien mejor que yo, me hice a la idea que lo de nosotros no era algo serio.