Royalty//L.S.

•Vingt-six•

Regresar a la capital fue con un respiro para Louis. Sabía que estar ahí significaba que habría muchas muertes y que la guerra estaría llegando a su fin.
Sin embargo ver el castillo flaqueado tanto por sus guardias y los de sus aliados y ver la playa y calles donde entrenó día y noche le daban una rara sensación de seguridad. Sentía que tenía una ventaja porque conocía como la palma de su mano todo el lugar y eso podía ser suficiente para ganar una enfrentamiento de esa magnitud.

Harry, por su parte, contempló a Louis y le apretó la mano para darle seguridad. No había un lazo que los uniera pero sentía que podía entender todo lo que le pasaba al mayor.
Esos días fuera de la capital fueron una montaña rusa de emociones.

El omega jamás había visto a Louis tan demacrado. El príncipe sufría un descontrol de emociones y a veces tenía ideas raras respecto a la muerte.

Era un alivio verlo volver de cada batalla solo golpes menores.
Esos días se habían unido un poco más y ahora eran una especie de amigos que se apoyaban mutuamente.

Era raro, pero en esos montos de crisis eso era lo único que podían ofrecerse.

[•••]

Según algunos informes, Vimer llegaría el día siguiente por la tarde. Entonces todos los capitanes, guardias de alto rango y nobles se reunieron con el consejo para pulir detalles y estrategias.

Cuando todo terminó, cada quien se fue a su habitación para descansar y relajarse un poco.

—¿Todo bien hijo?—el rey Marck de acerco a su heredero y lo examinó de pies a cabeza—Liam me contó lo qué pasó.

—Estoy bien—Louis se encoge de hombros—Es normal, supongo.

—¿Las feromonas no te han ayudado?

—Sí, pero creo que no es suficiente—el alfa suspira—Solo es cuestión de tiempo. Cuando la guerra acabe veremos que hacer.

Hace una inclinación de cabeza y se encamina a su habitación.

[•••]

—Ahora no Harry—Louis ni siquiera tiene que quitarse el brazo de la cara para saber quien entró a su oficina.

—Te sientes mal—y no es una pregunta.

Louis tenía dolor de cabeza y un bajón emocional. Quería llorar pero las lágrimas no salían.

Patético.

—Estoy bien solo necesito silencio—esperaba ser lo suficientemente obvio con su mensaje.

Sin embargo el omega lo ignora y se acerca para sentarse en el reposabrazos del sillón, lo más cerca que puede.

—¿Quieres que te preste una de mis prendas?

—Quiero que te vayas.

Harry traga saliva sonoramente y finge que eso no le dolió—¿Por qué?

—Porque así me empiezo a acostumbrar a estar lejos de ti. Si sigues cuidándome superar el lazo roto será más difícil.

—Lo sien...

—No te disculpes, por lo que más quieras no lo hagas—Louis suspira—De verdad, no tienes que sentir compasión por mi, no tienes que cuidarme, no tienes que preocuparte. Te hice daño y necesito pagar por eso.

—Entonces ¿esta es tu forma de castigarte?

—Tómalo como quieras. Merezco lo que me está pasando.

—Eres patético.

Louis suelta una risita—Supongo que sí.

—Se supone que eres un alfa valeroso, el príncipe heredero del reino más poderos de las tierras cálidas, un gran soldado ¿donde está ese Louis Tomlinson?