Durante el primer mes de clase Hinata ya se había acostumbrado a su nueva vida. La universidad era agradable, quizás mucho más que el instituto; se sentía bien, para nada presionada en una clase donde ni siquiera ella sabía el nombre de muchos de sus compañeros. No obstante, había demasiado buen rollo, todos saliendo de fiesta cada fin de semana, aunque a ella no le gustase. Ino se apuntaba a todas, motivo por el cual los lunes siempre aparecía con unas grandes ojeras.
-Necesitas el asiento más que yo -le dijo Hinata, cediéndole el sitio cuando subieron al tren. Su amiga se veía agotada.
-Juro que este fin de semana me quedo en casa -aseguró la rubia, frotándose la sien para tratar de calmar su dolor de cabeza.
-Eso dijiste el lunes anterior -recordó Hinata-, y el anterior -continuó, ya aprovechando para meterse con ella.
-Deja de burlarte -se quejó Ino, agonizando.
-¿Estás segura de que vas a aguantar el día?
-Dame un par de cafés y todo solucionado.
Hinata guardó silencio durante lo que quedaba de viaje, dejando a Ino descansar. En cierto modo agradecía su estado de letargo, ya que ella no estaba tan activa por las mañanas hasta que pasaban un par de horas. El resto de días, Ino era una persona muy habladora, alguien agradable con quien podía contar, pero prefería mucho más esa actividad en el camino de vuelta.
Llegaron a la estación y se bajaron, echando a andar hacia la universidad, donde Matsuri se las unió a mitad de camino. La castaña estaba bastante contenta y hablaba sin parar, relatándoles su fin de semana ajeno a las fiestas universitarias, pero igual de interesante. Al parecer se había encontrado con una vieja amiga de Suna y había salido con ella, poniéndose al día y disfrutando de la casualidad de haberse reencontrado en Konoha después de tanto tiempo.
Para Hinata los días transcurrían dentro de una bonita rutina, siendo todo maravillosamente estable. En la universidad hablaba con Ino y Matsuri, en casa ayudaba en lo necesario y cuidaba de Hanabi, y los fines viernes quedaba con Tenten, a la que ya no tenía tan presente en su vida. Alejarse de ella también le había venido bien, sintiendo por una vez que sus amigas estaban a su lado por ser ella misma, no por interés. No obstante, no se sentía capaz de apartarla, interesada o no había sido un gran apoyo durante la secundaria, por lo que continuaba quedando con ella cada vez que se lo proponía.
Sin embargo, dentro de esa paz también tenía sus ratos de caos. Hanabi crecía y las cosas se volvían poco a poco más complicadas con ella, pero aún era algo que pudiera controlar. El verdadero problema era Kiba, quien hablaba con ella un par de veces por semana. La conversación siempre era igual.
-¿Qué tal? -decía Kiba una vez Hinata le cogía el teléfono.
-Bien -respondía ella tratando de no sonar demasiado alegre-, ¿y tú?
-Bien, aunque hecho de menos Konoha -soltaba, haciendo que las alarmas de Hinata se disparasen-. Tal vez debería pasarme un fin de semana.
-Bueno, como quieras -tartamudeaba Hinata-, pero las fiestas siempre se montan los fines de semana, ¿no? -preguntaba tratando de sonar inocente.
-Sí.
-Pues aprovecha que aún no tienes que estudiar y sal -le aconsejaba ella-. Además, a ti sí te gustan las fiestas; estoy segura de que preferirás salir por Tokyo a aguantar a tu hermana dándote collejas cada vez que dices alguna estupidez.
-Eso es cierto -reía Kiba, dándole la razón.
Después de eso, un par de minutos más sobre temas triviales y colgaban, permitiendo a Hinata respirar tranquila unos días más. Quería mucho a Kiba, pero, al no haber dejado por completo la relación, sabía que él querría quedar con ella como pareja e Hinata no se veía capacitada para ello. Le decía que permaneciera en Tokyo y saliera, con la esperanza de que, en su próxima llamada, le contase que había conocido a una chica maravillosa y que creía que Hinata y él debían cortar definitivamente.
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Lo que no nos cuentan del amor (Naruhina AU)
FanficHinata, tras mucho tiempo pensándolo, se da cuenta de que no puede seguir con Kiba. Se conocen desde niños y llevan toda la secundaria juntos, pero siente que no está enamorada de él, lo ve más bien como su mejor amigo. Ahora ambos van a entrar en l...