La luz de la esperanza cae sobre mis ojos, es tan clara como el río que frecuento, su resplandor me hace volver a estar viva y es un sentimiento que extrañaba durante muchos días.
Es la Sra. Beatriz, ha abierto la puerta del sótano y se acerca corriendo hacia mi dirección.
-No tienes mucho tiempo. -dice nerviosa.
Frunzo el ceño, estoy perdida.
-¿Qué está haciendo?
Ella se agacha bajo mis tobillos y libera una pequeña llave plateada de su bolsillo.
-He venido a liberarte, debes salvar a tu bebé.
Aquellas palabras resuenan por toda mi cabeza, haciendo que mi estado anímico cambiara radicalmente. La fuerza regresó a mí repentinamente y esta vez no fallaré.
-¿Dónde están? -digo decidida.
Antes de que pueda responderme, una sencilla maniobra hace caer la cadena al suelo haciéndome libre de aquella opresión.
-Conoces muy bien su habitación, ve ahora.
Tomo esta información y salgo como bala hacia las escaleras antes de que sea muy tarde.
Al llegar al pasillo principal, mi mente reacciona ante tal riesgo que tomare en este momento y debo ser más astuta. Necesito protegerme de alguna forma y conseguir una ventaja, él posee más fuerza.
Hago una rápida parada por la cocina y consigo un objeto filoso. Lo tomo con agilidad y despejo el lugar hacia el paradero mortal.
Quizá esta noche muera alguien, pero esa no será mi hija.
-Shh, callad de una buena vez. -se escucha lejano.
El llanto de Joanna resuena por todo el lugar, es el sonido más hermoso que mis oídos han apreciado desde su nacimiento y estoy feliz de que aun este con vida.
Me acerco de forma sigilosa hacia la entrada de aquella guarida del mal y me mantengo atenta. Debo encontrar el momento perfecto para atacar.
» -Diablos. -dice molesto- ¿Acaso nunca te apagas?
La puerta de madera esta entrecerrada y puedo observar entre líneas.
» -Al demonio, terminare con esto.
Es allí, cuando posa a mi bebé sobre la enorme cama y toma alguna almohada de una esquina. Se arrodilla frente a ella y con ambas manos levanta el saco de plumas para intentar culminar con su homicidio.
Conozco lo que desea hacer, intentara ahogarla pero no lo permitiré.
-Detente ahora mismo, Vergilio. -grito fuertemente.
Entro rápidamente a la habitación llena de ira, sostengo el filo detrás de mi espalda mientras lo fulmino con la mirada.
El Hombre Oscuro da un giro lentamente algo boquiabierto y se coloca de pie.
-¿Quién te lo ha dicho? -parece intrigado.
-Me he enterado yo misma y se toda la verdad sobre ti. -hago una curva con mis labios- Y no saldrás ileso de esto.
Pasa la mano por su barbilla y sonreí maliciosamente.
-¿Y qué intentas hacer? Isabel. -da un paso hacia delante- ¿Me asesinaras? ¿Serás igual que tu padre?
Mis ojos se llenan de lágrimas ante sus palabras.
Esto es lo que tanto temía, lo que mi mente no quería reconocer como la realidad y ahora es totalmente cierto.
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LA CHICA DEL BOSQUE ©
General Fiction"Me ha secuestrado y ahora estoy perdidamente enamorada de él". Estocolmo. El hombre oscuro. Hace con ella lo que quiera, puede tomar su vida a su parecer y decidir lo que puede o no hacerle. Él es su dueño, o es lo que le ha metido en su cabeza. La...