26. Una Herramienta.

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— Ha pasado ya un mes entero, Natsu — le decía Yashiro al pelirrosa cuando esté había salido corriendo directo a perderse en el bosque con el fin de evitarla — Cuando escucharás lo que tengo que decirte sobre el ejército del Imperio Álvarez — esta vez se habló así misma en voz baja cuando le perdió por completo.

Si, increíblemente había pasado otro mes contando las semanas que Yashiro había estado enferma, así que viéndolo de esta manera, Natsu había estado corriendo de esa manera alrededor de dos semanas cada que ella quería abordar el tema.

Estas semanas no habían sido para nada aburridas, ya que había tenido trabajo hasta para regalar, incluído su primer trabajo en equipo con Fairy Tail, ya que el primero había sido con Sabertooth.
Erza, Natsu, Lucy, Gray, Wendy, Carla y Happy le habían acompañado a una misión en unos poblados cerca Magnolia. No fue difícil, solo era cuestión de deshacerse de unas rocas en el camino; la intensa lluvia últimamente había causado un derrumbe en las montañas.

Dispuesta a encarar al Dragon Slayer de Fuego, también avanzó decidida por el bosque, después de todo podía sentirlo cerca y tarde que temprano iba a atraparlo; esta vez Natsu no se saldría con la suya. Iba a escucharla si o si.

— No des un paso más — está le dijo al encontrarlo escondiéndose detrás de un árbol viendo en dirección opuesta a la de ella.

— ¿Cómo lo haces? — preguntó el muchacho volteando a verle — Tú olor, no lo puedo seguir — confesó de repente.

— Yo tampoco lo sé — ella se encogió en hombros — Tampoco se cómo puedo sentir tu magia si se supone que mi magia no funciona en ustedes — le señalo por último.

— ¿Tendrá esto que ver con Zeref? — le preguntó de pronto sentándose en el césped y palmeando el lugar junto a él, ella también le acompaño.

— No lo creo, puedo sentir su magia desde antes que conociera a Zeref.

Guardaron silencio un rato. En realidad Yashiro no quería tomar aquel tema. No se sentía preparada.

— Sobre los Spriggan Doce, Natsu...

— No quiero saberlo — la interrumpió enseguida — Pensé que ya te habías dado cuenta de esto.

Ella no le devolvió la mirada como lo hizo él, sino que comenzó a arrancar de poco a poco pasto del suelo.

— Te estoy dando una increíble ventaja sobre la guerra que está por venir — ella se había molestado y comenzaba a querer portarse grosera, pero mejor se calmó con su disimulada acción de arrancar césped.

— No la quiero. Yo voy a salir victorioso aún si desconozco totalmente al enemigo. Mi familia me acompañará en todo momento, así que no tengo miedo  — presumió el pelirrosa.

— ¡Me uní a Fairy Tail porque accediste a escucharme! — tras hablarle alto se levantó se un tirón y después le tomo de la bufanda para acercar su cara a la máscara en modo de amenaza — Escúchame con atención. Ahora lo único que deseo es ver a Zeref derrotado por todo lo que me hizo; no me importa si Fairy Tail se desmorona en pedazos durante la guerra, pero soy consiente de que sin su intromisión no voy a ganarle nunca, es por eso que te doy está ventaja, pero si no vas a aprovecharla, mejor consigo a alguien más.

Natsu no se movió de lugar y ella se negaba hacerlo hasta no recibir respuesta. Él la observaba neutro, como si sus palabras no le hubieran importado en lo más mínimo. Hasta que soltó...

— Pensé que te gustaba Fairy Tail — aquel tono era indescriptible.

Ella lo soltó de inmediato haciendo un ruido de clara molestia con la boca y le dió la espalda.

— ¿Enserio crees que después de lo que le hicieron a mi familia, yo voy a aceptarlos? Me es imposible perdonarlos —  le seguía dando la espalda mientras hablaba — Date cuenta, Natsu Dragneel, yo solo los estoy usando como una herramienta más y tú fuiste el primero en aceptarlo, ahora es cuando menos puedes retroceder un mínimo paso.

— ¿Por qué mientes?

Nada más le escuchó preguntar eso, ella agachó la cabeza y comenzó a temblar. Natsu sonaba tan hostil.

— ¿Po-por qué yo habría de mentir? — con decision le dió la cara — ¿Acaso es mentira que entre tú y Gray hicieron a mi padre un blanco fácil para Zeref?  

— No justifiques a Mard Geer, él se buscó su final solo.

— Entonces... — lo interrumpió alzando la voz — Ahora deberías darte cuenta de qué lado estoy.

Nada más dijo aquello extendiendo los brazos dió fin a su discusión y abandono rápidamente el bosque dejando a Natsu con los pensamientos hechos un desastre.

(— Ella está mintiendo, yo puedo verlo. Yashiro sería capaz de sostener el gremio ella sola si fuera necesario. ) Pensaba aturdido, pero después lo hacía negativamente cayendo finalmente en un dilema de si debería confiar en ella o no.
A fin de cuentas, decidió seguir fiel a primera idea que tenía sobre darle un nuevo lugar al que pertenecer.

Ese día Yashiro no se presentó al gremio por trabajos, lo que hizo fue que se encerró en su casa reflexionando sobre el camino que iba a tomar.

— ¿Soy tan fácil de decodificar? — se preguntaba a si misma mientras sostenía su cabeza entre sus manos sentada sobre su cama.

¿Qué podía hacer en ese caso si Natsu Dragneel ya no apoyaba su idea como al principio? ¿De verdad tendría que buscar a alguien más, a alguien totalmente ajeno al problema del Fairy Heart?
Se contestó a su misma que ni siquiera lo estuviera pensando, además de que no había nadie más apto para acabar con Zeref que Natsu, y nadie menos apto para acabar con los Spriggan Doce que Fairy Tail.
Si tan solo Natsu no se estuviera negando a recibir información valiosa que podría generar una estrategia sin temor a fallo, ella no estuviera justo ahora con un tremendo dolor de cabeza pensando en sus próximos movimientos.

— ¿Cómo demonios te diste cuenta que estaba mintiendo? Es inaudito.

Sin duda, ella comenzaba a reflejar sus intenciones y personalidad que más ocultas estaban.                  

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