Capítulo 27.

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8 de Julio del 2014.

Narra Lottie:

-Tu...tu padre a tenido un accidente con el coche.- dijo rompiendo a llorar.

Mis lágrimas comenzaron a caer al mismo tiempo que mi teléfono cayó sobre la cama. Esto no podía pasarme a mi, no. Me negaba a aceptar que mi padre muriera, ¿Qué sería yo sin él?. Nada, simplemente no podría. Niall me miraba con preocupación. Yo colgué la llamada.

-¿Qué pasa Lottie?.- preguntó Niall.

-Mi padre...ha tenido un accidente...- dije rompiendo a llorar en sus brazos.- yo voy a coger el primer vuelo que salga, lo siento por dejarte solo.- dije levantándome y cogiendo la maleta.

-¿Solo?, ¿a caso solo es estar con tu novia en Londres? Bebé, yo no voy a dejar que pases un momento así sola, ni que viajes sin compañía. Si tu caes, o caemos los dos, o te levanto. Así que voy a coger la ropa que tengo aquí y nos vamos ¿vale?. Tranquila cielo, tu padre es fuerte, ya mismo lo tendremos aquí regañándome sobre como tratarte o cosas así, ya sabes. - dijo Niall, y lo último me sacó una sonrisa al imaginarme a mi padre regañando a Niall. Afirmé con la cabeza, lo besé y comenzamos a arreglar las cosas. Lo de que Niall me acompañase significaba muchísimo para mi. No cualquiera de un día para otro se va a Londres sin pensarlo, por su pareja. Abrí mi maleta y metí de todo. Shorts, camisetas, blusas, vestidos, faldas, vans, tacones,ropa interior,pijamas...Y mi maquillaje necesario más un cepillo y gomillas. El cargador de teléfono también lo guardé. Y listo, cerré mi pequeña maleta rosa chicle. La puse sobre el suelo. Yo cogí una blusa amarilla y una falda negra, más mis converse negras, me hice una cola alta y ya estaba lista. Niall apareció con una mochila cargada a sus espaldas. Después de un abrazo por mi parte hacía él, salimos de mi casa y nos montamos en el coche de Niall. Mientras él conducía hacía el aereopuerto, yo llamé a el hotel más lujoso de Londres (sí, el dinero no es gran problema para mi) y reserve unos cuatro días allí. La mejor suite de toda la ciudad. Cuando llegamos, Niall apararcó en el garaje de allí y los dos subimos hasta el lugar de recepción.

-Hola, dos vuelos para Londres, los que más pronto salgan.- dije con urgencia a una azafata, que atendía detrás del mostrador.

-Buenas noches, el siguiente vuelo que hay sale en 30 minutos,¿ le interesa?.

-Sí, deme dos billetes por favor.

-Aquí tiene.- me dijo, y cuando iba a pagar, Niall me paró y pagó él.

-¡Niall!

-Lottie, el dinero tampoco es problema para mi, mis padres son los abogados más famosos de Irlanda.- me dijo, y me tuve que callar. Mi padre es el arquitecto más solicitado de España y parte del extranjero,por lo cual ganaba muchísimo, pero siempre estaba viajando, y mi madre era su ayudante.

Recibimos los billetes y esperamos los 30 minutos indicados, por lo que parecieron horas.

Pasajeros con destino Londres, vallan pasando por la fila 9”.- dijo la vocecilla esa que se suele oir.

Los dos le hicimos caso. Gracias a nuestro pequeño equipaje, cabía en el avión. Después de pasar por el detector de metales y enseñar la acreditación y billetes, nos montamos en el avión. Yo me ubiqué a el lado de la ventana. Antes de despegar, le mandé un mensaje a mi madre exigiéndole la dirección del hospital en el que se hallaba mi padre. Ella respondió de inmediato y me dió tiempo de verlo antes de apagar mi teléfono. Eran las 23:39 p.m. Llegaríamos en una hora. Sufriríamos un poco de yet lag, ya allí es una hora menos que aquí. Despegamos y el tiempo se pasó muy rápido. Yo tenía los nervios de punta y la pena me invadía, pero ahí estaba Niall, abrazándome, besándome y haciendo que me olvidase de absolutamente todo. Aterrizamos y cogidos de la mano bajamos, pisamos el suelo de Londres . Nos subimos en el primer taxi que vimos en la puerta del aereopuerto. Le dije que se dirigiera al hospital “The Harley Street Clinic” y así nos fue. Cuando llegamos, con nuestras maletas, en la puerta estaba sentada llorando una silueta que se me hacia familiar. Mi madre. Me acerqué a ella y la abracé .

-Ha fallecido.- dijo mi madre llorando más aún.

Mi mundo se desvaneció en un segundo. Tan solo un instante, en el cual pasaron todos los recuerdos que tenía junto a él. Desde esa primera barbie que me regaló cuando cumplí mis 4 años, hasta la última conversación telefónica que había tenido horas antes. Caí de rodillas al suelo, acuné mi rostro en mis mojadas manos, y lloré como jamás lo hice. Y hay fue cuando me aparecieron las palabras de Harry: “Todo en esta vida tiene solución, menos la muerte.” Me derrumbé, de una manera que jamás pude imaginar, y me sentí como ningún ser sobre la faz de la tierra debería sentirse. Pensaba en solo una cosa; cuchilla. ¿Acompañar a mi padre no sería la mejor opción?

Pero Niall me sacó de mis pensamientos suicidas. Como él bien me dijo, si me caía o caía a mi lado o me levantaba. Pero se decantó por lo segundo. Me levantó y me abrazó. Mi madre lloraba muchísimo, ella tenía un sobre en la mano. Después de unos minutos, decidí que lo mejor sería irme a el hotel.

-Ma...mamá, me voy a ir ya, es lo mejor, ya tengo alojamiento y eso.- dije aún llorando.

-Vale hija, toma, este sobre es para ti, abrelo cuando llegues...y el entierro será aquí, ya que tu abuela también descansa en paz sobre estas tierras. Mañana te mandaré la dirección, será sobre las 17:00 p.m. - dijo llorando, cogí el sobre, la abracé y me fuí junto a mi mayor apoyo.

Antes del amanecer. NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora