Capítulo 36.

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13 de Julio del 2014.

Narra Lottie :

No podía parar de pensar que como lo podía amar tanto, tanto que dolía.

-Niall, como sigas haciendo estas cosas algún día moriré de amor.- le dije.

-Cariño, yo muero de amor contigo todos los días, en cada momento.

Después de eso nos besamos intensamente, y luego cenamos bajo la luz de las velas.

-Mm, cariño...mañana tendré que estar el día ausente porque...tengo que arreglar un asunto del piso, si,  eso.- dijo Niall nervioso, cuando ya habíamos llegado a la habitación.

-Vale, yo iré de compras, que pasado mañana es la despedida de soltera de Perrie.- respondí  y fui al baño.

Después de cambiarnos, nos metimos en la cama y decidimos poner una película,  pero una de miedo, de estas que te dejan la noche en vela. Yo estaba todo el rato abrazada a Niall, hasta que conseguí dormirme.

14 de Julio del 2014.

Narra Niall :

Me desperté a las 8:00 a.m. como habíamos planeado, madrugar e ir a la casa del papá de Harry para ir preparando las cosas, limpiar y organizar. Me cambié de ropa y bajé,  antes le dí un besito a mi princesita,  cogí mi coche, y me dirigí hacia la dirección indicada.

Narra Lottie:

"Nada ocurrió por casualidad,  todo estaba planeado. Él jamás estuvo orgulloso de ti, jamás.  No le distes lo que debías darle como hija, y no te perdonará. Se fue por tu culpa Lottie, solo por tu culpa, creaste un enemigo que no tenía nada que ver con él,  tú lo creaste, y gracias a ello el murió. "

Me desperté angustiada, sudando y con lágrimas en los ojos. Había tenido una horrible pesadilla, escuchaba esas frases, esas palabras retumbar en una habitación con eco, y la voz era de mi madre. Veía la imagen de mi padre, postrado en su respectivo ataúd,  con rosas en la mano, de repente  se levantaba y lloraba, eso era lo que se repetía una y otra vez.  Miré la hora y eran las 12:10 p.m. hora de levantarse. Niall no estaba, ya me había explicado algo ayer. Mandé un mensaje a las chicas, pero nadie contestaba. Así que desayuné un cuenco de leche con cereales, pero no cualquier cereal, los cereales de bomba de chocolate , estos que con solo verlos engordas, pues eso. Luego subí y me duché.  Me hice una cola y me puse unos shorts azul marino de encaje alto, con una blusa de los Rolling Stones. Mis vans negra y ya estaba lista. Me puse un poco de rimel y cacao. Cogí el monedero, las llaves y el móvil,  y salí por la puerta de mi casa.  Cogí el metro que me dejaba enfrente del centro comercial.  Subí y cuando llegue a mi destino bajé.  Entré al centro comercial y fui a una tienda especializada en prendas de fiesta. Me probé unos 20 vestidos, hasta que dí con el perfecto. Un vestido azul cielo, de encaje y con vuelo al final, con flores más oscuras en la parte superior, un vestido más que perfecto. Me lo compré inmediatamente. Luego fui de tienda en tienda y también me compre una gran cantidad de ropa. Cuando ya el hambre picaba, paré en Taco Bell y comí. Me sentía realmente sola, de repente las lágrimas empañaban mis ojos. Mi padre muerto. Mi madre con otroo. Todo se había ido a la mierda.  Pero no iba a montar el espectáculo en público. Terminé de comer,  pagué y cogí el metro de nuevo. Cuando llegué a mi casa Niall estaba sentado en la puerta.

-¿Por qué no cogias el teléfono?.- dijo dándome un pico.

-Se habrá quedado sin batería, no sé.

Los dos pasamos y yo puse toda la ropa en los armarios. Me tumbé en la cama y comencé a llorar.

-¿Qué te pasa princesa?.- preguntó Niall preocupado.

Le conté lo del sueño.

Él trajo su guitarra.

-Dime una canción que a tu padre le gustase mucho.- me dijo Niall abrazándome.

-Le gustaba mucho la canción de Viva la vida.- respondí,  al hacer memoria.

Él comenzó a entonar la canción.

-Canta. - me dijo Niall.

-¿Qué?

-Tú solo canta,  bueno , cantaselo a tu padre, como si estuviera aquí a tu lado.

Yo cerré los ojos y comencé a cantar. Sentía escalofríos recorrer mi cuerpo, lágrimas inundar mis mejillas y algo erizaba mi piel.

-No me cabe duda, que a tu papá seguro que le encantaba escucharte cantar.- me dijo mi duende, y en eso tenía toda la razón,  mi padre amaba que cantase.

Yo solo abracé a Niall, me aferré a él como si no hubiera un mañana, él acariciaba mi piel y yo besaba sus labios. Me hacía olvidar todo, él era mi droga.

Antes del amanecer. NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora