Gustos simples

622 70 10
                                    

Segunda parte de Hijo menor. 

Se colocó el sobretodo encima de sus hombros y repaso su cabello, comprobando la perfecta lisa superficie.

- ¿A dónde vas? – Interrumpió Natasha.

- Lejos de su reunión de "Como detenemos a Loki" – se burló.

- No puedes...

- Ya salí una vez. –Sonrió. – No les estoy pidiendo permiso.

- Loki. – Intervino Steve. – Entiendo que es molesto estar encerrado, pero es por tu seguridad también.

Loki lo miro con intriga y los demás en la sala, con sorpresa ante lo que el Capitan estaba diciendo. El ojiverde se acercó y desprendió uno de los botones en la camisa del rubio jugueteando, con aquella seducción que lo caracterizaba. La indignación en los Avengers ante ese acercamiento atrevido crecía con cada movimiento.

- Tranquilo, Steve. – Alejo su mano del botón para pasar a acomodar el cuello de la camisa a cuadros del más bajo. – Estaré aquí para la cena. – Dio media vuelta y camino a la salida.

Rogers cruzo sus brazos en señal de enfado.

- No habrá más té para ti. – Amenazo.

La mayoría intento no reír ante el castigo infantil que el Capitan pensaba implementar. Pero lo dicho llamo la atención de los ojos verdes que se enfrentaron en una batalla a muerte con el azul cielo del Steve. La mirada del más alto termino por perderse en otra parte, huyendo.

- Pero... - dudo. – Quiero helado también. – reclamo.

- Lo pediré. – Aseguro.

- Pe...

- De tu sabor favorito.

- Y...

- Y de tu heladería favorita. – Sonrió con satisfacción.

Loki volvió a su habitación sin rechistar dejando en desconcierto a todos los espectadores. ¿Quien diría que el correcto Capitan tendría ese poder sobre su "amigo" que resultaba ser el mismísimo Loki? ¿Quien diría que podrían llamar a esto "amistad"?

- ¿Cómo hizo eso? – interrogo Odin.

- Su hijo es un poco caprichoso, altanero e irrespetuoso, pero de gustos simples. – Suspiro. – Además de que me gane su confianza.

- Yo creo que te ganaste más que eso. – Insinuó Clint con la aprobación de Stark.

- Ya aclare que nada de eso es cierto. – Su rostro avergonzado recordaba todo lo que sus amigo habían imaginado de él.- Solo somos amigos.

- ¿No tienes otras intenciones con mi hijo? – Interrogo Odin analizando al rubio con su mirada.

- ¡¿Qué?! No, mis intenciones son amistosas, puramente amistosas. – Explico apresuradamente.

- ...- El Dios mayor suspiro con resignación. – Tal vez el amor provocaría un cambio en la actitud de Loki.

Un deseo tal vez complejo y no tan simple de cumplir. Pues Loki era alguien tan reservado y herido por la vida, que el hecho de doblegarse ante un sentimiento tan peligroso como el amor, era casi imposible. Pero nada le impedía soñar. Alguna vez pensó en dos reinos en paz con hermanos por reyes, casados con sus respectivas parejas. Alguna vez pensó que sería capaz de cambiar el gusto de Loki por los hombres, pero fue la primera cosa que acepto de su hijo adoptado. La naturaleza del morocho parecía más fuerte que cualquier crianza, y a Odin le costaba mucho aceptarlo por completo. Pero lo amaba tanto como a Thor. Era su hijo y, aunque sus diferencias eran muchas, jamás dejaría de serlo. 

No more illusions.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora