No more illusions.

Indulgencia. -Parte 2.

Loki era un manipulador innato. Tony obtenía lo que deseaba a toda costa. Juntar dos mentes así fue mala idea del destino. Si alguien lo hubiese sabido, separarlos seria prioridad de todos los seres vivos. Pero no lo era, y nadie sabía lo que se cocía en ese laboratorio.

Loki ya había planeado todo y se lo había explicado a Stark, solo que el midgardiano fue débil ante sus necesidades humanos y termino dormido sobre el escritorio. Era una posición que no traería problemas al Dios, pero Loki sabía que probablemente el menor se despertaría adolorido de esa posición tan incómoda. El plan podría retrasarse un poco. Entrelazo los brazos del humano alrededor y lo sujeto por debajo de sus muslos para asegurarlo. Tony se acurruco contra el olor a té que el cabello del Dios le brindaba, relajando su cabeza contra el hombro del menor.

Justo antes de subir al ascensor, se topó con Bruce.

- Perdió contra el sueño, ¿Eh? – Se mofo del durmiente Anthony cargado como un niño por Loki.

- Me sorprende que le dure tanto la energía. –

Loki subió, y Bruce se quedó en el laboratorio, asustado de lo desastroso que Stark podía dejar ese lugar. Jarvis llevo a Loki hasta la habitación del millonario sin preguntar, mientras el villano intentaba no dormirse con el susodicho en brazos.

Nunca había entrado a la habitación de Tony, la cual parecía mucho más extravagante que las otras. No había fotos, lo que le resultó extraño en comparación a los demás, que al menos guardaban algún recuerdo en alguna parte. Dejo al millonario sobre la cama tan enorme que lo hacía parecer un niño. Habían pospuesto el plan, y Loki tenía sueño... La cama era amplia y se veía mucho más cómoda que la propia...

Así fue como Tony y Loki durmieron juntos en la misma cama. Bruce observaba la cámara de seguridad del cuarto del millonario por curiosidad, ¿Cual elegiría Loki? ¿Sería Bucky, Steve, Tony o Tom Hiddleston? Dudas que sus conocimientos en ciencia no le bastaban para resolver.

Tony y Loki bajaron para almorzar, discutiendo de por qué el villano se había creído con el derecho de "usurpar" la cama del millonario. Almorzaron en esa paz acordada común ahora, y cada uno se marchó a sus actividades. Solo una mirada, una mirada de Tony y Loki desato el plan más macabro que las brillantes mentes podían crear.

Loki se sentó a un lado de su hermano mayor dándole poca importancia. Thor lo observaba intentando disimular y removiéndose incomodo en su lugar, sin saber que decir. Mientras el secuaz del villano observaba por las cámaras en su laboratorio.

- Loki... yo...

- Shh. -

Thor se asustó y callo, creyendo que solo lo había empeorado de nuevo.

- ¿Sabes que haría que olvidara tu estúpido comportamiento? – Espeto Loki.

Thor negó, como un cachorro asustado, sin saber si hablar estaba o no permitido.

- Pensaría en la posibilidad de olvidar todas tus estupideces si me hicieras un favor.

Esta vez el cachorro asintió como un poseso, dispuesto a cumplir con lo que sea que Loki deseara. ¿Deseaba gobernar la tierra de nuevo? Thor podía arreglarle eso.

- Steve y yo íbamos a ir a un café nuevo enfrente de aquí. –

El pelinegro fingía revisar sus uñas, hablando con lentitud para mantener a su hermano con la expectativa.

- Pero yo no puedo ir. – Evito explicaciones que a su ver, Thor no se merecía. – Así que vas a ir con él, no le dirás que yo te envié y vas a hacer que sea el mejor maldito día de su existencia.

Luego de ello, sin esperar repuesta, se marchó hacia el ascensor. Obviamente iría de vuelta al laboratorio. La segunda parte del plan debía ser puesta en marcha inmediatamente.

Steve se topó con Loki cuando bajaba por el ascensor.

- Hey, hola. – Saludo alegre.

El ojiverde no contesto, aparentando tristeza. El Capitán no pudo evitar preguntar qué pasaba.

- Estaba pensando sobre lo de Thor. – Steve asintió prestándole toda la atención. - Creo que no es capaz de disculparse por lo que paso porque no lo siente.

- Claro que no. – Negó el soldado. – Esta totalmente arrepentido, Loki. Simplemente le es difícil afrontarlo. Déjame hablarlo con él.

Loki asintió, tirando del hilo para que el plan encajara perfecto.

- Pienso que tal vez la torre llena de gente no le permite pensar. – Fingió inocencia. –Tal vez deberías llevarlo a otra parte para conversar.

- Tienes razón.- Sonrió. –

Las puertas del ascensor se abrieron y Steve bajo, pero Loki detuvo el cerrar del ascensor.

- ¡Steve!

- ¿Si?

- Hay un café nuevo enfrente, creo que va a gustarle...

Tony se había contagiado de la villanía de Loki. Ambos sonreían macabramente a la imagen de las cámaras de seguridad que mostraban a los rubios quedando de acuerdo para ir al bendito café, cada uno con una mentira que se habían inventado para no decir que Loki los envió.