El niño.

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Loki se aburría y cuando se aburría Tony, su muñeco de desestrés, la pasaba mal. El millonario intentaba arreglar su armadura al mismo tiempo que controlaba que Loki no hurgara donde no debía. El villano giro y giro un par de veces en la silla de escritorio del laboratorio, mirando al techo como un niño. De pronto apareció un correo que encendió la pantalla de la computadora. Entonces empezó a hurgar en las carpetas.

- ¡Uff! Stark, ¿A quién le envías estas fotos sexys? –

A Tony casi le da un infarto. Eran fotos privadas, un poquito pasadas de tono de sí mismo y nadie debía ver esa jodida carpeta.

- ¡Cierra eso! – Quito todo hasta dejar el salvapantalla de burbujas. - ¿Cómo demonios entraste ahí? Tiene como tres sistemas de seguridad.

- ¿Crees que eres el único genio del universo?

Anthony tiro el trapo sucio con el que se limpiaba las manos engrasadas sobre la sonrisa sobradora del ojiverde.

- Pensare en esas fotos esta noche, dulzura. – Bromeo Loki, girando de nuevo en la silla.

- Piensas en mí todo el tiempo. Ya admítelo. – Le siguió el juego.

Tomo un trago de refrescante agua y decidió solucionar el problema antes de que el villano encontrara otra de sus carpetas secretas.

- ¿Qué quieres hacer para ya no molestarme?

- Dominar el mundo.

- Eso no.

- Apuñalar a alguien.

- No hoy, cariño.

- Robar algo muy valioso.

Tony blanqueo los ojos ante las incoherentes ideas. Tendría que pensar en algo el mismo.

- ¿Vamos a por un helado?

Aun girando, Loki acepto.

De alguna forma, Thor y Barton se enteraron, adhiriéndose al plan sin ser llamados siquiera. Bucky fue invitado cortésmente por Loki, gritándoselo desde la ducha. Bruce y Tony se cruzaron en la cocina, y el millonario se lo menciono, a lo que el científico entendió como una invitación. Steve fue sugerido por James, y Natasha... nadie sabe cómo llego allí.

Pero se encaminaron en la limusina para ocho de Stark, casi pareciendo una familia feliz. La heladería no era demasiado ostentosa mucho menos cara, pero entraban los ocho y era la favorita de Loki (Algo que Tony debía respetar sino quería que sus fotos fuesen a parar al Whatsapp de la viuda mágicamente).

Pidieron sus helados, algunos batidos, otros tortas heladas. En medio de una discusión con Tony sobre que la salsa de chocolate sabia un poco a café, una pelota pequeña rodo entre los pies del villano.

Loki la levanto, recibido por la mirada entusiasmada de un niño de aproximadamente dos años. Con sus ojos verdes brillando y su cabecita pelada, le sonrió a Loki. Su cabello inexistente llamo la atención del villano, seguro de que eso no era ningún tipo de costumbre humana. La madre apareció de repente disculpándose.

- ¿Por qué cortaste su cabello? – Menciono el mayor, sin siquiera saludar a la mujer con la que los héroes ya entablaban una conversación.

- Matty tiene cáncer. – Dijo ella, alzando al pequeño en brazos. – Y su tratamiento lo requiere.

Loki entendió entonces, notando la energía desgastada del niño que nadie más podía ver.

- Espero que todo vaya bien. – Deseo Natasha con compasión.

Pero la madre negó, dando a entender que no había mucho más que hacer más que rezar.

- Estamos en manos de Dios. – Lamento la dulce madre.

Loki se levantó, pidiendo permiso para alzar al pequeño. Miradas verdes chocaron al instante.

- Pues, tal vez un dios te escuche. – Dijo.

Desde la perspectiva de la madre, ella no vio el brillo que pasó de los ojos de Loki a los del niño, pero los héroes sí lo percibieron. La enfermedad se esfumo y el aura del menor volvió a ser la de un niño normal. El villano lo devolvió a su madre, mientras los avengers se ofrecían a darle autógrafos, dinero, fotos o lo que fuese que necesitara.

La madre se despidió y el niño volvió a sonreírle cómplice a Loki.

- No sabía que podías hacer eso. – Dijo Steve cuando el morocho volvió a sentarse.

- No es muy distinto a lo que hago por ustedes. – Quito importancia.

Un ataque de tos repentina acallo la pelea que deseaba continuar con Anthony. La mano que cubrió su boca se llenó de sangre y la preocupación invadió al grupo.

- No pasa nada. – Limpio el desastre con una servilleta con el logo del lugar. – Son los gajes del oficio.

Y ahora sí, retomo su discusión sobre la salsa de chocolate con sabor a café.

Loki era un villano, al menos su expediente Shield decía eso. También era un adoptado, inadaptado, psicópata y antipático. Pero tenía un corazón, y una vez fue un niño de grandes ojos verdes y alma dolida. Había corrido intentando encontrar un compañero de juegos que muchas veces no existía. Fue apartado y casi muere demasiadas veces. Tuvo una madre que le amo, y rezaba a los dioses para que le protegieran. Los dioses tal vez no la escucharon, las rodillas del pequeño siempre volvían raspadas y heridas aun después de siglos. Pero él tenía un corazón, sus ojos verdes aún estaban allí, y podía sentir el dolor ajeno de un inocente de rodillas raspadas. Quería ser el dios que le protegiera, deseaba ser el dios que no había escuchado a Frigga y responder a esta madre. 

No more illusions.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora