No more illusions.

Avengers

Pudo recuperar su traje y Odin le permitió llevarse un par de cosas de sus aposentos. Se sentía extraño caminando a un lado de Thor, sin esposas, sin miradas vigilantes, exactamente como antes. Miro al mayor y este se giró devolviéndole una sonrisa, parecía más emocionado que el mismo Loki.

Llegaron ante Heimdall, con quien Loki no cruzo mirada en ningún momento. Thor se despido amablemente sin dejar de sonreír. El pelinegro había olvidado la sensación de viajar por el Bifrost, un manejable mareo lo abordo por un segundo, para desaparecer en cuando llegaron a Midgard. Aparecieron en un callejón oscuro, ya era tarde allí. Caminaron un poco por las calles, la gente parecía obviar sus vestimentas, excepto por unas jóvenes que reconocieron a Thor. Pararon en una esquina, donde se encontraba un Restaurant muy fino. Justo en diagonal estaba la Torre Avengers, totalmente renovada.

Se miraron una última vez, completamente serios, y caminaron en silencio hacia el edificio. Thor se acercó al elevador y este se abrió automáticamente al reconocerlo. Ya adentro, Loki observo su reflejo, se preguntó si se veía tan deplorable como se sentía.

- ¿Por qué no aparecimos directamente en la Torre? – Necesitaba romper el silencio.

- No quería aparecer tan repentinamente, no es fácil para ellos.

Y el silencio volvió. Las puertas se abrieron y un Steve con una suave sonrisa los esperaba. Thor salió primero y Loki camino dos pasos atrás de su hermano hasta llegar al sofá. Todos estaban sentados a su alrededor. Tony y Steve justo enfrente, Clint y Natasha a su derecha y Bruce junto a Fury a su Izquierda.

- Bien. ¿Por dónde empezamos? – Exclamo de repente Stark.

- Creo que estará bien si leemos las reglas.

- Está bien. ¿Luego podemos cenar? – Thor ya se sentía en casa.

Los Avengers lo habían recibido mejor de lo que esperaba, más allá de alguna mirada de odio y rencor, y amenazas a las que ya se había acostumbrado. Pero lo que más le sorprendió es que se convirtió en uno más del equipo en cuanto a convivencia. Podía hacer su vida normal solo esperando a una misión y sin salir de la Torre, por supuesto.

Su habitación seria compartida con Thor, y su armario ya estaba lleno de ropa midgardiana de su talla (Nunca entendería como supieron sus medidas). Como primera tarea se puso a ordenar sus libros en una pequeña estantería y algunas de sus otras cosas, así también como ropa asgardiana. Justo al terminar, Thor entro diciéndole que ya estaba la cena.

Era extraño estar ahí, pero no por los gritos y risas a las que ya se había acostumbrado en Asgard, sino el hecho de cenar con sus enemigos. Además, debía acostumbrarse a la combinación de sabores tan variada que tenía aquel alimento que llamaban "Pizza".

Le costó un poco dormir, a diferencia de su hermano que ya dormía cuando salió de la ducha. Su profunda herida ardía un poco. Era otro lugar, otra cama, otra situación y con gente a la que no conocía realmente. Antes de caer en el sueño profundo, una pregunta escapo de sus labios sin darse cuenta.

- ¿Qué me espera...?