— ¿Qué ocurre? — preguntó acercándose mas, el calor empezaba a ponerse insoportable y aun no entraban en época de Verano
— ¿H-Has pensado tener otro hijo Sasuke? — la pregunta fue tan directa que su amigo abrió los ojos con sorpresa antes de que el la confusión enmarcara su rostro
— ¿Qué ?— sus ojos surcaron miedo en un instante — ¿ Acaso Sakura esta-..?
—Ella desearía estarlo
Por segundos, el silencio reinó la oficina. Sasuke podía escuchar el bullicio de las personas a lo lejos mientras su cerebro trabajaba. Sakura y él no guardaban secretos, de hecho ella era la única con la que podía abrirse y decirle sus pensamientos con libertad. No solo porque sabia que no lo juzgaría sino porque era la única persona en la que confiaba ciegamente y con quien no le importaba mostrarse vulnerable.
¿Ella no se sentía asi con é l?. ¿Había recurrido con Naruto porque no podía hablar de ese tema de manera directa con su esposo?. No, eso no era propio de Sakura.
Ella era un libro abierto, si tuviese deseos de tener otro hijo, no podría ocultárselo, mucho menos a él. Que la conocía como la palma de su mano.
— Mientes
— No te lo digo para que me creas. Te lo digo para que hables con ella. ¿No te gustaría a ti tener otro hijo?. — cuestionó aplicando la misma pregunta que a su compañera anteriormente
—No —contestó convencido a diferencia de Sakura quien no sabia bien lo que pensaba
—Quizás eso pensaba. Si tanto te conoce, debió asumir que dirías eso. Puede ser la razón por la que ha venido a contármelo a mi
La conciencia de Naruto, sudó frio. Qué clase de jugada (digna de Shikamaru) acababa de darle al Uchiha. Había usado sus pensamientos a su favor y por mucho que el disimulase, algo dentro de su interior se removió, porque su cuerpo se puso tenso y sus ojos se perdieron segundos en el escritorio. Segundos que el Hokage disfrutó. Jamas se había sentido tan poderoso frente a Sasuke.
No pudo decir mas. El consejero decidió que era buen momento para aparecer junto con un grupo de chûnin egresados de la academia quienes volvían de una misión.
Los tres chicos saludaron con respeto a su Hokage y de reojo, miraron al Uchiha quien se veía tan imponente como siempre. Con aquella aura que expresaba peligro y poder.
Sin embargo, él aprovecho justo el momento para salir de ese lugar que empezaba a sentirse asfixiante, aun con la cabeza hecha un desorden.
.
Sakura llegó a casa pasadas las siete y media. Sarada llevaba tiempo haciendo la cena, sobretodos los días en los que a su madre le tocaba hacer guardias vespertinas. Y pese a que aun no era del todo tarde, ella ya se encontraba trasteando en la cocina con esmero cuando Sakura ingresó.
— Oh, Sarada, pero si aun alcanzaba a hacer la cena. No me digas que ya es muy tarde
— ¡Ah! Mamá, adivina qué..-
Y antes de poder preguntar. Sasuke hizo aparición vistiendo un conjunto de ropa de algodón negra ( ropa que usaba en casa para dormir) y con los cabellos azabache escurriendo tras el baño.
—S-Sasuke kun
De inmediato sus ojos chocaron, diciendo todo aquello que no podían expresar frente a su hija y también tratando de descubrir si lo que Naruto dijo era cierto.
— Papá, era una sorpresa — Sarada hinchó sus mejillas en un tierno gesto de desaprobación, gesto parecido al que Sasuke hacia de niño cuando Itachi evadía el tiempo con él
Él miró a su hija con un gesto simpático y poco expresivo antes de sobar sus cabellos.
— Mamá, estoy preparando Okonomiyaki. ¿Verdad que huele delicioso a poro?
— Es verdad, huele bien. Eres toda una experta en la cocina
— Deberías ir a darte una ducha, cuando este listo podremos comer todos juntos
Y como si los papeles se hubiesen invertido. Ella obedeció y tomó una ducha rápida para posteriormente reunirse con su esposo e hija y disfrutar de la comida que Sarada había hecho.
No fue hasta tarde, cuando Sarada se fue a dormir que ambos en la intimidad de su habitación. Como todas las veces que Sasuke se quedaba en casa, decidieron entablar su típica conversación nocturna.
— Has regresado muy pronto, no había pasado mucho de que te fuiste. ¿Ocurrió algo en la aldea?— le pregunto a su esposo mientras abría las sabanas de su cama y acomodaba las almohadas
— Naruto necesitaba aclarar unas cosas en persona. Estaba cerca de Suna cuando recibí su mensaje, asi que no tarde mucho en venir
—Ya veo — ella sostuvo su mirada al pie de la cama. Sasuke estaba sentado con la mirada puesta en el vendaje que le cubría el brazo — Me alegra que estés aquí, Sarada me ha estado insistiendo en que quiere entrenar contigo. Incluso Boruto, el otro día me preguntó si volverías pronto. Tu discípulo ansia aprender cosas nuevas
— Es igual a Naruto entonces — ante el nombre de su amigo. Ambos se quedaron quietos un segundo sin saber bien como sacar el tema
Se suponía que Naruto había tenido una conversación "privada" con ambos. Si uno de los dos confesaba algo o llegaba a preguntar, seria como romper el secreto que habían compartido con Naruto.
— En todo caso. Sarada es igual a ti — susurro ella recordando su parecido físico y sus gestos
— Ella es una versión de ti Sakura, no se parece mucho a como era yo a su edad. Tiene empatía, y carisma
— Cuando era pequeña, miraba a todos con una seriedad graciosa. Kakashi sensei no dejaba de compararla contigo
Sakura se perdió en los recuerdos de una pequeña azabache observando su entorno con tranquilidad y calma, poco digna de una niña de tres años. Y su corazón se enterneció por instantes al recordarla. La mini versión de su esposo.
— Aveces desearía devolver el tiempo para que vivas todo aquello que te perdiste de su infancia— tan pronto como dijo eso, el arrepentimiento apareció — Pero eso no importa, ahora estas aquí
Él hizo ademan de acostarse y su esposa aprovechó para apagar la luz y recostarse de su lado de la cama. Sus ojos se acostumbraron de poco en poco a la oscuridad, buscó la mano de su esposo entre la sabanas y le dio un apretón mientras sus ojos se perdían en le techo. Estaba tranquila, y tenerlo a su lado la hacia muy feliz. Era agradable sentir su calor y presencia en aquella cama que le parecía tan solitaria y fría en aquellos días donde no podía conciliar el sueño. Donde extrañaba su tacto, su aroma y simplemente, su presencia.
— Sakura — le llamo al cabo de unos minutos, ella medio adormilada, soltó un ruido leve para hacerle saber que lo escuchaba — ¿Crees que vivamos en paz un tiempo?
—¿Hmm?. ¿En paz?
— Si, suena absurdo de preguntar pero ¿crees que haya paz?
— La paz en un mundo donde todo es posible es incierta. Aveces creemos que vivimos en paz, y resulta que el mundo allá afuera se quema. No tenemos el poder de ver el futuro Sasuke kun. Pero, tenemos la certeza de que podemos enfrentar lo que pase cuando tenga que pasar
Él dejó que sus palabras acariciaran sus tormentos, cuanta razón tenia.
— Se que vives en las sombras de Konoha y nos cubres en una capa que garantiza paz. No esperábamos el incidente de Momoshiki, pero salimos de esa y lo volveremos a hacer. La paz en tu interior es suficiente como para sentirte pleno y como para vivir en este mundo — su voz fue disminuyendo de volumen conforme el cansancio cedía a sus sueños — Ademas, si supiésemos lo que nos depara el futuro, seria muy aburrido. Somos shinobi listos para pelear y seres humanos listos para ve que les depara el futuro
— ¿Entonces existe la paz suficiente como para traer un hijo al mundo?
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𝙐𝙣 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙎𝙖𝙧𝙖𝙙𝙖. |𝐄𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐜𝐢ó𝐧|
FanfictionLos primeros capítulos se están corrigiendo. (Las personalidades de los personajes pueden estar levemente alteradas. Fanfic creado con el objetivo de hacerles reír un rato )