Capítulo 3: Aliados y Amigos

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Me despertaron unos gritos.

-"¡No! ¡No es verdad!"

-"Ngh... ¿pero qué pasa...?"- Reincorporé mi cuerpo aturdido por el sueño y los gritos.

-"¡Cállate! ¡¡Yo no...!!"- era Kirishima, se estaba retorciendo en el suelo, estaba atrapado en una pesadilla que seguramente para él era horrible.

-"¿Uh...? ¿Kirishima?"- Me levanté y me arrodillé a su lado, su cara estaba llena de sudor y lágrimas.-"¿¿Kirishima??"- le grité un poco más fuerte, me estaba empezando a poner nervioso.

 ¿Por qué? ¡No tiene sentido! ¡Nunca me he preocupado por alguien que no sea yo mismo! ¡¿Por qué este idiota iba a ser una excepción?! 

Pero... no podía dejarlo así, algo en mi interior decía que debía salvarlo, que debía protegerlo... cuidarlo...

Sabía lo que debía hacer, empecé a zarandearlo y a gritar su nombre, cada vez me estaba desesperando más... pero por fin... Él despertó.

Supongo que desde ese momento solo tenía que tumbarme de nuevo y esperar el nuevo día, pero al verlo abrazándose a sus piernas y mirando al suelo mientras temblaba... otra vez no lo podía dejar estar.

Puede que estuviera mostrando debilidad por alguien que apenas conozco de unos meses pero, joder, es un dragón a mi servicio, traumado no me servía de nada.

Con lo que nos tapé a ambos con mi capa y puse su cabeza en mi hombro para que se sintiera seguro y durmiera en paz...

Lo conseguí y al segundo me invadió un cálido sentimiento en el pecho. ¿Eh? ¿Qué era eso?

¿Qué pasaba con Kirishima? Vale que en un principio lo confundiera con una mujer pero todo el mundo sabe que los hombres deben amar a las mujeres y viceversa... ¿no?

Además yo era humano y él un dragón, en nuestra naturaleza esta enfrentarnos por el dominio del mundo.

Y él... odiaba a mi familia. Le he mentido con mi identidad y si le rebelo que soy un Bakugo... seguro que me odiaría por siempre.

Pero el daño ya está hecho... lo único que puedo hacer es mantener mi estúpida bocaza cerrada y pensar en una forma de liberar a los dragones de mi madre sin que Kirishima se entere de nada... Si tenía un ejército y los lideraba otro quizás pudiera pasar desapercibido y nadie se enteraría de que he engañado a todos.

Me he metido en un buen lío.

El día siguiente llegó, llevé a Kirishima a la ciudad más cercana, después de dar varias vueltas y preguntar llegamos a una taberna.

Abrí la puerta de una patada y todos se nos quedaron mirando.

-"C-creo q-que con empujar la puerta suavemente servía-"

-"¡Calla!"-interrumpí a Kirishima, el cual estaba notablemente nervioso por todas las miradas que teníamos encima.-"A ver patanes, ¡¿dónde mierda están Kaminari, Sero y Ashido?! ¡Responder ahora mismo si no queréis que lo que beba hoy sea vuestra sangre de mierda!"

-"¡Oye oye... hic...!"-esa voz...

-"¡Estamos aquiiiiiiii!"-sí, definitivamente eran ellos y se podía oír la risotada de borracha de Ashido.

Miré hacia unos sofás donde estaban tres personas de mi misma edad:

 Denki Kaminari, un chico rubio con una mecha negra en forma de rayo, según él le salió después de que un relámpago le cayese encima, eso también justifica su estupidez.

 Hanta Sero, otro chico de pelo negro y con unas malformaciones de nacimiento en los codos, es casi tan tonto como los otros dos pero el cabrón hace unas armas geniales y de todos los tipos con una facilidad que no se la cree ni él.

El Reino de los Dragones [Bakushima Fantasy AU Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora