Capítulo 7: Te ayudaré amigo

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Draco

Ver a mi amigo de esa manera me había dejado desanimado y un poco alterado

Cuando lo conocí a los 11, era un niño tan inocente que nunca pensarías que muy dentro de él, intentaba ocultar su magia

Theo es un mago poderoso, perfeccionó muchas cosas en Hogwarts y no dudo que el obscurus las desaproveche

Estaba en mi habitación dándome una ducha y arreglándome, al terminar bajé a la cocina y me despedí de Hermione

—Volveré en la noche— dije dándole un beso en los labios y luego me agache a la altura de su vientre- papá vuelve pronto- le di un pequeño beso y luego volví a levantarme- adiós- salí y vi hacia los lados me asegure que no estuviese nadie, camine unos pocos pasos para luego desaparecer

Aparecí frente a un pequeño departamento en el Londres muggle, toque el timbre y espere unos minutos

—Malfoy, que sorpresa— dijo mini Weasley, Ginny, al abrir la puerta del departamento

—Hola Weasley— dije en tomo sarcástico

—Adelante, Blaise se está alistando- dijo ignorando mi saludo y dándome pasó. Entre y espere unos minutos para que luego Blaise saliera como un loco

—Ginny, amor ¿donde están mis zapatos?— venia solo en medias así que solté una pequeña risita

—Están aquí en la puerta cariño, donde siempre los dejamos—respondió ella pacífica

—Oh! De acuerdo, lo había olvidado- cogió sus zapatos y se los colocó, cuando estuvo listo se aliso la camisa y se levantó de donde se había sentado— ¿Nos vamos?

—Oh claro—respondí el abrió la puerta y ambos salimos, no sin antes oír las cursilerías de Blaise hacia Weasley

Cuando estuvimos en una cafetería sentados comenzamos a hablar

—Bien entonces dices que Theo se volvió un obscurial— dijo Blaise repitiéndo mis palabras

—Lo vi con mis propios ojos— dije removiendo mi café

—Hermano esto se está saliendo de control, Theo es capaz de muchas cosas y sólo tu y yo sabemos quién puede detenerlo

—De eso quería hablar, tenemos que encontrarla si no lo hacemos rápido el se dejará dominar por completo y no queremos que eso pase— Blaise bufo

—¡Claro!, ¿Y tú sabes dónde esta?

—No pero mientras ella aparece tenemos que controlarlo- tomé un sorbo de mi café y Blaise imitó mi acción

—Estos café muggle son los mejores de la historia, no viviré más sin ellos- Rei ante el comentario de él

—Hay otra cosa que olvide comentarte—dije, mi tomo preocupado se notó y Blaise me prestó toda la atención— Cuando me enfrente a él, un hechizo me golpeó, no se cual era, estaba lanzando hechizos no verbales, pero sea cual allá sido, no fue ninguno bueno—levante mi manga izquierda y dejé que el viera como un líquido negro recorría todo mi brazo

—Draco ¿pero que...?

—Y se está esperciendo a todo mi cuerpo, investigue pero nada es parecido a esto

—¿Crees que sea el?— Blaise había dicho algo muy brillante, pensé unos segundos

—Claro—. Me levanté y él me siguio, dejamos propina en la mesa y nos fuimos del lugar, caminamos hasta un callejón y nos despedimos, ambos íbamos por caminos diferentes

Yo me apareci en la mansión de los Nott, todos decían que estaba abandonada pero yo sabía que no era así, ahí quedaba alguien, y alguien que me podía ayudar

Toque la puerta y está se abrió sola, pase empuñando mi varita y la puerta se tranco a mis espaldas

—Draco que sorpresa—una voz me sobresalto a mis espaldas, una chica de unos 16 o 17 años estaba parada frente a mi, sus ojos color miel y su cabellos castaño oscuro delató su identidad

—Nos volvemos a ver Camila— dije y estire mi mano ella solo la miro y luego negó con la cabeza

—Supongo que estás aquí por mi hermano— dijo y camino por el salón hasta llegar a una pequeña puerta

—Supones bien— respondí detrás de ella

—Bien creo que esto aclarara tus dudas- abrió la puerta, estábamos en la habitación de Theo

En varias ocasiones había entrado aquí pero se veía diferente, las paredes tenían manchones negros y todo estaba oscuro, las fotos que tenía en la pared estaban a medio cortar y todo estaba desordenado, ella entró y con un movimiento de sus manos abrio la cortina dejándome apreciar una silla donde el cuerpo de Theo estaba atado, abrí mis ojos como dos platos

—Tranquilo, el mismo pide que hagan eso— Camila comenzó a hablar y yo voltee a verla, ligeramente pude apreciar que al igual que yo una parte de su brazo se estaba tornando negro, pero no le preste atención y continúe escuchándola- mi padre era el que le ayudaba a controlarlo, cuando el murió el Theo que todos conocíamos murió con el, ahora solo quedo el obscurial, a tratado de controlarlo pero cada vez que lo hace solo lo empeora, eh intentado encontrarla pero es inútil, nadie sabe dónde está y ya está perdiendo las esperanzas- su voz era neutral casi perfectamente controlada aunque en el fondo se oía su preocupación

—Puedo hablar con él

—Solo no te acerques mucho— Se acercó a la ventana la cual era una puerta hacía el jardín donde Theo se encontraba, pase y camine hasta estar a unos tres metros de él, lo ví por unos segundos y viendo su mirada perdida tomé la iniciativa de hablar

—Hola hermano— dije, él seguía con la mirada perdida

El no te responderá, no puede hablar ni moverse, está totalmente controlado por el obscurus— la voz de Camila sonó en mi cabeza, voltee a verla y ella me alentó a seguirle hablando

—Theo, hermano no te preocupes, haré todo lo posible por salvarte, y la encontraré, ella estará aquí contigo, te lo prometo— con estas últimas palabras vi como le resbalaba una lágrima

Vi como comenzaba a forzajear con la atadura

Camila me tomo del brazo y me metió de jaló hacia dentro de la casa sacándome de ella habitación

Se acercó a su hermano y le tomo la mano, susurro algunas palabras y Theodoro cayó desmayado en la silla, Camila lo desató con cuidado de no lastimarlo sin más y trajo su cuerpo hasta la había, donde lo recostó en la cama, tranco todo con llave y luego la guarfo en una caja en la pared

—¿Qué fue eso?—pregunté casi en un susurró

—Absolutamente todo lo afecta, y más sus sentimientos, si está triste el obscurus se mantiene dormido pero en un par de horas es posible que vuelva a manifestarse, tienes que salir de aquí— ordenó—Lo de tu brazo pasará solo no dejes que el odio gane—dijo y desapareció del lugar, yo hice lo mismo y apareci frente a mi casa, vi desde la ventana a Hermione sentada en el sofá con su pancita descubierta, sonreí y entre a la casa, me acerque a ella y sentandome a su lado deje un beso en su mejilla

—¿Que tal te fue?— preguntó tomando mi mano para acariciarla

—Estuvo bien— respondí suspirando, Hermione había tomado justo la mano que ocultaba el hechizo de Theo, acarició el líquido negro el cuál se había extendido hasta un poco más arriba del hombro casi notandose en mi cuello, lo acariciaba suavemente con el dedo, se sentía una sensación muy ligera y fría por dentro de mi cuerpo

En algunos segundos el líquido se había comenzado a desvanecer, me sorprendi y note como Hermione sonreía, involuntariamente también sonreí

La maldición de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora