La maldición de los Malfoy

Capitulo 25: Por fin una familia

Hermione

La casa estaba en total silencio, los gemelos tomaban su siesta y Draco había tomado la iniciativa de comenzar a trabajar. Días después de la "batalla" había llamado para confirmar el puesto que aún lo esperaba, todos lo habían recibido gustoso y el estaba más que a gusto con su nuevo empleo

Todo han ido bastante bien, se puede decir que por primera vez tenemos la tranquilidad de familia que tanto anhelabamos desde hace años, los bebés eran felices y sanos, Draco y yo habíamos planteado trabajar en nuestra relación y habíamos decidido tener una ceremonia estilo "muggle" de boda, así que aquí me encontraba planeando todo. Empezamos de nuevo, nos mudamos a una casa con más, pero a la vez menos espacio, está era de dos plantas con 3 habitaciones, la cocina era un lugar fresco donde entraba mucha luz y la sala un espacio amplio con un enorme ventanal

Cuando me senté en el para nada caso mueble de la sala sintiendo libre de al menos por unas horas hacer todo lo que quisiera, estaba totalmente segura de que algo bueno de esto nos había quedado, el hecho de que mis bebés fueran por fin niños me daba aquella satisfacción y seguridad de que su niñez no fue arrebatada, el hecho de que debíamos enseñarlo muchas cosas que ellos nos enseñaron a nosotros me hacía ver que las cosas no siempre son las que parecen y a pesar de que su destino era esta vida llena de una aventura que posiblemente les haya abierto tantas puertas en el futuro, no dudaba en qué una vida mejor a la que les podía dar era prácticamente imposible

Suspiré liberándose de todo pensamiento y disfrutando de las páginas del libro que a penas había podido comenzar estos días. La puerta principal sonó dándome a entender que Draco había vuelto, venía siguiéndolo otra voz por lo que supuse que Lunam había pasado por el al trabajo y ahora venía a casa a platicar, ver a sus sobrinos -quienes lo adoran- y posiblemente a quedarse un par de días disfrutando de sus mini tiempos libres que tenía

La vida del gemelo Malfoy, luego de romper la maldición que lo mataba, se había vuelto un total remolino de cosas buenas, un futuro estable pero también no había dejado atrás esa insertidumbre de que en cualquier momento podía morir. Semanas después de que todos comenzaríamos de cero, Harry y Ron fueron de visita, luego de omitir toda nuestra aventura mágica y contándoles los días buenos que pasamos en la casa en medio de la nada vieron en Lunam cierto talento para la investigación por lo que de inmediato y aprovechando su posición como jefes del departamento de seguridad mágica le ofrecieron un puesto como Auror

Así que sus días los pasaba siendo quien el realmente debía llegar a ser. Su mirada había cambiado al igual que su sonrisa, era un Lunam que siempre estuvo allí pero nunca pensó en ver la luz

Me levanté para recibirlos cuando ví que en realidad discutían frenéticamente de un tema, pensé que era alguno trivial como siempre solían hacerlo hasta que escuché un poco de la conversación

—¿Una fiesta?— dije interrumpiendo. Ambos hombres me miraron y se reprocharon con la mirada—.¿Quieren hacer una fiesta?

—Hermione, no será algo... extravagante. Dentro de unos días es nuestro cumpleaños número 30, es una fecha muy especial para nosotros— explico Draco buscando apoyo en su hermano quién pude darme cuenta aún traía su ropa bastante sucia de autor. Mi esposo por el contrario a su gemelo estaba tan pulcro como siempre

Su propuesta me parecía algo fuera de lugar, los estragos de aquel acontecimientos a pesar de haber sido casi nulos me dejaban una sensación en la boca del estómago que no podía ocultar, pensé unos minutos en la manera correcta de decirle "no" sin embargo, mi mente jugaba en mi contra deseando con ganas ver una sonrisa en aquel hermoso y pálido rostro del rubio

—Tambien podrías aprovechar el momento y formalizar nuestro matrimonio, señor Malfoy— hablé alzando una ceja y cruzandome de brazos, entendió inmediatamente la referencia y aplicó su sonrisa tomándome en brazos y dándome una vuelta en el aire haciéndome reír

Unió sus labios con los míos dándome suaves besos que parecían caricias, nos separamos y nos dispusimos a planear todo

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El día estaba a sólo unas horas, teníamos todo listo para celebrar la fiesta en un pequeño salón que rentamos, el cual nos daba la libertad de un jardín y pista de baile

Estábamos Draco, Lunam, Hernesto, Theo, Luna, Blaise, Ginny, Harry, Pansy, Ron y yo sentamos en la sala comiendo pizza y sushi mientras discutíamos la playlist para la fiesta y un par de detalles

—No habrá alcohol— dije muy segura

—¿Y entonces para que es la fiesta?— preguntó Hernesto a mi lado llevándose un golpe en su brazo

—Dos botellas de Whisky de fuego, y no más— presionó Pansy con la mirada fija en Harry quien le guiño un ojo tan pícaro que creí que no era él

—Bien, todo está listo entonces

Eran más de las nueve y yo estaba aún sentada en la sala viendo a la nada y rondando por mi mente pensamientos nada específicos. Todos se habían ido y ya había limpiado todo, perdida en mi mente los brazos de Draco en min hombros hicieron que saltará y volteara a verlo

—¿Te sientes bien?— preguntó sentándose a mi lado y entrelazando sus manos con más mías

—Si. Es solo que...mi sueño siempre fue tener una familia, y nunca pensé que esta familia tan maravillosa era la que me tocaba— dije sin verlo a los ojos y noté como sonreía y se acercaba para darme un beso en la mejilla. No pude desaprovechar está oportunidad y tome sus mejillas acercandolo a mi boca y comenzando una danza con nuestros labios

El momento se daba para de nuevo entregarnos y sentir al uno y al otro más cerca que nunca

Con cuidado en sus movimientos Draco me dejó a un lado, las respiraciones agitadas y el sudor cubriendo nuestros cuerpo nos sentíamos libres de todo mal que en algún momento paso a ser parte de nosotros, ambos sentíamos esta parte sin presión en nuestros cuerpos, sentíamos que podíamos ser libres de todo aquello que cargamos en maletas por muchísimos años

Si bien nuestro amor había sido el más hermoso y extraño de Hogwarts lo que vivimos puso a prueba nuestra fidelidad y confianza, fue un enorme reto para ambos, mantenernos unidos no había sido fácil pero, siempre perseguimos una meta, siempre perseguimos un futuro juntos

Y aquí estamos, viéndonos, sintiéndonos, juntos y empezando desde cero una vida llena de tranquilidad, sin guerras y sin maldiciones