Capitulo 12: Todo a la normalidad

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Intervención de la historia por Theodoro Nott

¿Nunca les a pasado que sientes como tú cuerpo y tú mente son controlados por instintos diferentes?

Dia a dia ese monstruo se apoderaban de mi cuerpo ordenandome hacer cosas que mi mente asimilaba como incorrectas o terribles actos. Me consumia totalmente, mi padre me había enseñado a controlarlo pero había una cosa que siempre estaba ahí, mis poderes eran extraños fenómenos con consciencia propia muy sensibles, cuando ví el último suspiro de mi padre en mis brazos no podía soportar el dolor

Tenía a Luna, ella era más que una simple luz en la oscuridad, con ella podía volar a lugares inimaginables, con ella pude sentir que estaba lleno de vuelta, pude ver cómo llevaba todo el control sobre mi dolor reemplazandolo con felicidad pura. Cuando se alejo de mi, ese monstruo vio como las dos personas que podian controlarme se habian ido. Estaba solo. Camila, mi hermanita, no sabia como controlarme, estaba desesperada por ayudarme cuando perdimos a nuestros padres yo fui su único consuelo, con mis pocos momentos de lucidez, ella me escuchaba atenta mis ordenes e intentaba cumplirlas al pie de la letra

No solía llevar la noción del tiempo pero, ese día soleado con nubes lejanas que amenazaban con cubrir completamente le techo que es cielo estaba atado a la silla, tenia morados en el cuerpo gracias a que cada vez que se apoderaba de mi. Dolía. Mi instinto era golpearme con lo que sea que estuviese a mi corto alcance, solía estar bajo un hechizo que no me permitía moverme con facilidad, me hallaba totalemente sumido en mis pensamientos

Sentí el ruidoso chillido de la puerta al abrirse

De seguro es Camila

¡Que estaba tan equivocado!

Una hermosa y delicada piel tan blanca como la nieve y cabellos amarillos como el sol, se cruzaron en mi mirada, una ráfaga de impotencia comenzó a apoderarse de mí. La desesperación. Queria moverme pero era imposible

Alzo su varita preparada para lanzar un hechizo

Finitem encatatem

No queria hacerle daño, de inmediato comence a luchar contra el obcurus, era mas fuerte que yo, pero sentia la necesidad de hacerlo, me estaba lastimando, cuando logre dominarlo, comencé a reprimirlo en mi interior, la presión en mi pecho se había cada vez más grande, sentía que mi piel se podría despegar de mi cuerpo

Todo esto ocurría dentro de un enorme campo de fuerza. Empezo a salir como pequeños rayos y poco a poco se desvanecía

Aún así estaba consciente de que no podría liberarme de él por completo

Caí pesadamente al suelo. El crujido de mi cuerpo no me hizo reacción alguna, me sentía libre, feliz, pleno, voltee poco a poco mi cabeza soportando el dolor, ella estaba ahí

—Hola—.Sonó en un hilo de voz. Luna se lanzó sobre mi apretándome fuertemente con sus brazos

—Hola.

Escuché el dulce tono de su voz que resonó en mis adentros como una gran sensación de tranquilidad. La vida cobro sentido y el ambiente recuperó su precioso color, no podía abrazarla, en realidad no podía moverme, lágrimas descontroladas caían por mis mejillas

—Te Amo—. Fue lo último que escuche antes de cerrar mis ojos





Desperte en una habitacion blanca, estaba en San Mungo, me sentia bien a pesar del dolor que tenía mi cuerpo, logré ver como algunos vendajes cubrían las heridas de mis manos  voltee a ver la habitación, ella estaba ahí, acunando en sus brazos a un bebe

—Creo que alguien quiere conocer a papá— Luna se levanto acercandose a mi, tome al pequeño y ambos nos mirabamos fijamente,por unos segundos su mirada se endureció, pero luego se ilumino de nuevo y me sonrio dejando ver el unico diente que tenia. Lagrimas comenzaron brotar de mis ojos, era mi hijo, y era bellisimo, su cabello tan amarillo como el de su madre pero tan igual a mi físicamente

—Su nombre es Lyssander- interrumpió Luna haciéndome sonreír aún más

—Pa-papá— balbuceó el pequeño con bastante dificultad, sus labios a penas de movían y sus manitas jugaban con mi barba a penas crecida

—Pa-pa

—¡Su primera palabra¡—Luna chillo de la emoción

Ambos nos unimos al pequeño en un ligero abrazo, Luna dejaba pequeño besos en sus mejillas cuando sin darme cuenta atrapó mis labios, fue un beso totalemente placentero, me sentía en los aires sosteniendo de la mano al amor de mi vida junto a mi adorado hijo

—Te Amo Luna






Nota:

¡Lectores! Pensé que este capítulo sería importante para que supieran el final feliz de Theo, recordando que el no es el villano principal, me pareció escribir este capítulo. Espero que les haya gustado.

La maldición de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora