La maldición de los Malfoy

Capitulo 13: La cita

Draco

Nunca pensé que mi vida sería de esta manera, no puedo cambiar todo lo que estoy viviendo por otra cosa. Ni siquiera puedo imaginar algo diferente. Los días con mis hijos y esposa son más especiales que el día anterior, todos mis errores y tormentos quedan opacados con sus risas y cariño

Específicamente hoy tenía planeado algo especial, me removí en la cama hasta voltearme y estirar la mano hacía Hermione pero ella ya no estaba, gruñí y me levante a regañadientes con la sensación de los pequeños brazos de los gemelos guindados de mi cuello. Me cepille y me cambie la pijama, en la cocina me encontré con los gemelos quienes estaban en su corral esperando a su madre mientras estaba calentando sus biberones

—Buenos días- dije acercándome a los bebes y tomando a Jane para hacerle mimos y luego tomando a Scorpius y acercándome a la mesa con los dos

—Buenos días amor- dijo Hermione acercándose a mí y dándome un beso en los labios, tomó a Jane y me tendió el biberón de Scorpius

—¿Quieres que salgamos a pasear hoy?- pregunté, había estado pensando en llevarla a un lugar especial, desde que los niños nacieron solo salimos para ir a los doctores y para hacer compras semanales

—¿A donde iremos?- preguntó meciendo al pequeño

—No lo sé— exclamé haciéndome el inocente —¿Scorpius a donde quieres i? ¿eh? ¿Que te parece si lo dejamos con sus abuelos? Seguro estarán encantados de cuidarlos. Hermione suspiro enternecida mientras yo me levantaba y depositaba un corto beso en sus labios— Te pones preciosa— Sonreí tomando a Jane se sus brazos, camine hasta la sala y los coloque a ambos en el suelo donde había un alfombra de juegos, tome el teléfono y le marque a mis padres

A las 5 en punto y luego de que mis padres se habían llevado a los bebes, me termine de arreglar, había sacado el traje formal hace unas horas lo complemente con una camisa blanca dejando mi cabello desordenado como siempre procurando que tuviera el estilo suficiente para impresionar, baje a la sala para esperar a Hermione quien hacía unos minutos había salía del baño con una bata y toalla en su cabello, no pasó mucho tiempo cuando ella ya estaba bajando las escaleras: traía un vestido color rosa pálido con unos tacones blancos de plataforma, se había acomodado su cabello que llevaba un poco más abajo de los hombros, las pecas que cubrían su cara y cuerpo resaltaban y su maquillaje solo contaba con un poco de rímel y sus labios brillantes

—¿Nos vamos?— dijo al llegar a mi lado, su voz sonó como un cántico a mis oídos. Sonreí y le tendí mi brazo en gesto de caballerosidad, dejé cuidadosamente un beso en su mejilla y ambos salimos de la casa