Capítulo 17: Los niños de la leyenda

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Draco

Dias habian pasado. No sabia nada de Hermione, no tenía manera de comunicarme con ella

No me atrevía a salir, estabamos en un lugar lo bastante lejos como para no ser encontrados ni por turistas curiosos, el pueblo era bastante solo, nadie salía de sus casas, el tren pasaba cada 180 minutos exactos

Estaba leyendo el periódico que había aparecido esta mañana en la puerta de la casa. El lugar donde estaba no se limitaba solo a la habitación de madera, afuera había una pequeña cocina y muebles bastante viejos

Lunam había ido a conseguir comida en algún lugar, comencé a mover la pierna inquietamente hasta que una fugaz idea o mejor dicho un fugaz acontecimientos azotó mi mente

—¡Los gemelos!— exclamé. Lunam (Quien venía entrando a la casa sosteniendo dos bolsas) me vio asombrado

—¿Que Gemelos?

—Mis hijos— mi voz sonaba más angustiante que alegre

—¿Tengo sobrinos?

—Scorpius y Jane, tienen a penas 6 meses. ¡Pero si son astutos!

—¿Y que con eso?— preguntó mientras dejaba todo en la cocina, pude ver qué había traído varias sopas instantáneas y pizzas congeladas

—Son gemelos de sexos diferentes— le aclaré tomando un paquete de chocolate que había en la bolsa de compra

— Estas diciendo que mis sobrinos ¿Son los niños de la leyenda?—

Asenti.

—No, no lo permitire- Lunam se acerco al sofá gastado que estaba pegado a la pared y se sento en el— Puede sonar cruel, pero están tan pequeños que no soportaría la idea de que murieron para salvar a personas que ya no deberían estar en este mundo— vocifero molesto

—No quiero que ellos crezcan condenados a ver quién muere primero ¿Crees que es fácil para mí verte morir cada día? No hermano, es una condena verte sufrir—. Se quedo en silencio un rato pero luego sus ojos comenzaron a brillar, me acerque a él curioso y me senté a su lado

—Hace unos meses, para poder conseguir este lugar trabaje en la casa de una señora bastante mayor, ella hace hechizos y conjuros que podrían ayudarnos — explicó y me enseñó una tarjeta que traía en la cartera—. Iremos a visitarla

Caminamos menos de un kilómetro hasta el pueblo, todo estaba bastante solo a excepción de los murmullos de los niños en la pequeña escuela, llegamos a un callejón dónde la luz del sol se hacía cada vez más ausenté

Nos detuvimos enfrente de una puerta negra, tan alta como toda una pared. Tocó tres veces y la puerta se abrió como arte de magia

—Señor Lunam— dijo una voz proveniente de la nada

— Hola Tommy, necesito ver a tu abuela

—Claro. Adelante—. La puerta termino de abrirse dejándonos pasar a una especie de sala, era pintoresca, calida y comoda, no se veia muy abarrotada de cosas, pero el ambiente era extraño- Abuela ya esta aqui!- grito un pequeño niño dueño de ella voz mientras corría escaleras arriba y perderse en el segundo piso

Una señora bastante mayor con rasgos finos y piel delicadamente plegada, venia caminando y se acerco a nosotros

—Vaya chico. Tardaste mucho en venir— La señora se sentó en el mueble acomodándose para estar más cómoda

—Lo siento, estuve resolviendo unos asuntos— respondió Lunam señalandome con la cabeza

—Es una placer Draco

—El placer es mio—respondí el saludo cordialmente

—Bien. Entonces, confirmaste mis teorias— dijo dirigiendose a Luma y este asintió— Y ¿Quieres que los proteja?— volvio a acertar
—De acuerdo, acérquese ambos— Estiró sus manos y nosotros las tomanos, comenzo a recitar un cantico un poco extraño en una lengua que desconocia, luego de eso, los tatuajes de nuestras muñecas brillaron y de cada uno de ellos salio un pequeño dibujo

Del mio salio un escorpion y del de Lunam salio una pequeña orquidea

—Viajen y hagan su trabajo- dijo ordenandole a los tatuajes que volarán

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La maldición de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora