Capitulo 24: La culpa

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Hermione

Me escucharon atentamente y siguieron mi consejo, se detuvieron por un segundo a analizar toda la situación, los rayos de los hechizos había desaparecido, las almas habían vuelto a su lugar correspondiente, sin embargo, no se fueron

Las almas de los gemelos buenos se les habían unido, ahora todos formaban una línea que conducía a un altar diferente a los demás. De color gris plomo y decorado con pintura dorada está tumba no resaltaba pero era completamente distinta, con líneas de antigüedad y casi cubierta por ramas, comenzó a desprender luces de color blanco que ahuyentaron a las de hermosos colores

Un espíritu bien arreglado y de corto cabello negro se alzó de esta y se mantuvo firme siendo el centro de atención, ahora, el espíritu que había atacado y mantenía firme su posición como villano había comenzando a acercarse lentamente a él y con sus viejas y arrugadas manos tocó el rostro del aquel otro ser

—Ridian— dijo con voz seca, los ojos de este habían vuelto al característico color gris de los Malfoy, algo estaba pasando

—Hermano— respondió el pelinegro separándose del agarre del otro y caminando entre todos los demás gemelos quienes bajaban la cabeza ante él

Lunam, quien no había podido levantarse en toda la pelea se puso de pie junto a Draco al ser atravesado por el reflejo del espíritu diferente. Me fijé en su fisonomía, tenía finos rasgos característicos de la familia de rubios y hermosos ojos semejantes a la transparencia de un diamante tirando hacia un reflejo azulado. Ya vista estaba puesta en los niños quienes se habían tomado de las manos y sonreían ante aquel hombre el cuál al llegar frente a ellos se agachó y coloco sus manos en los hombros de mis hijos, estos cerrados sus ojos y se dejaron llevar por la energía que los estaba comenzado a cubrir

Un destello de luz tan cegante como miles de estrellas juntas se disparó de sus cuerpos obligandome a cubrir mis ojos, cuando todo había quedado de vuelta en oscuridad de la noche lo que mis ojos vieron en ese momento me dejó sin palabras

Me acerqué a Draco para comprobar que lo que estaba viendo era lo mismo 

Jane y Scorpius habían dejado sus cuerpos para unirse al espíritu de Ridian quien los tomo de las manos y se elevó alto 

—Hermano, llevaste esto muy lejos, las cosas que planeamos no eran así— declaró desde lo alto

—Pase mi vida entera viendo como los mejores obsequios eran para ti, crecí en esa alfombra de odio. Siempre fui la decepción de nuestros padres—. Ahí entendí todo, era simple venganza. Ellos habían sido los primeros gemelos, el primer par de hermanos que había generado aquella separación, los primeros en creer que el bien y el mal no podían estar a mano

—Te equívocas— dijo y bajo de nuevo a la altura de todos—. Mira a estos niños, son la viva imagen de nosotros, tu y yo, nos protegiamos, nos queríamos, compartíamos y reíamos, nunca hubo odio entre nosotros, nunca hubo señales de maldad en nuestra relación. Crecimos en un ambiente que fue estrictamente creado por nosotros, nadie se interponia en el, nadie se mentía en nuestro mundo. La guerra nos puso haber separado, pero siempre éramos los gemelos Malfoy, siempre fuimos dos, incluso hasta en nuestra muerte—. Mientras hablaba caminaba por el pasillo que habían generado las demás almas, estás al dar cada paso se iban con su respectivo hermano y desaparecían por el mismo lugar

—Tu te fuiste primero que yo, me dejaste solo

Ridian suspiro. Vio a Jane y  a Scorpius quienes asintieron afirmándole el siguiente paso

De las manos de los tres comenzaron a salir destellos dorados que poco a poco cubrían todo el cuerpo del viejo

El espíritu salió disparo al cielo, las almas de mis hijos se alejaron poco a pocos de quien los había tenido agarrados y este siguió a su hermano a las alturas

—Perdónenme—se escucho en eco llegando a todos nosotros. La luz se disipó, una fuerza nos empujó levemente y una brisa cálida nos abrazó siendo fuente de una gran felicidad 

Las almas de Jane y Scorpius regresaron a sus cuerpos que yacian en el suelo, mantuvieron su estado de sueño pero algo cambio en ellos, volvieron a ser esos bebés de un año que hasta hace unas semanas habían sido, sus cabellos antes de colores diferentes ahora dejaban ver el tono combinado del rubio y castaño. Draco y yo nos acercamos a ellos para tomarlos en brazos y apegarlos a nuestro pecho, sentir sus cuerpos calientitos me hizo estar más tranquila

—No recordarán nada— informó el espíritu pelinegro que se había detenido frente a nosotros— Toda la aventura será borrada de su mente, y solo cuando tengan la madurez para enfrentarlo conocerán la verdad

—Al despertar perderan la capacidad de controlar magias diferentes, volverán a ser magos como el resto de los niños— informo su acompañante quien había cambiado drásticamente de aspecto

—Pero siempre tendrán algo que los haga permanecer unidos— completo señalando sus muñecas dónde aún las marcas se dejaban ver en forma de lunares

El espíritu rubio se acercó a Draco y a Lunam, tomo sus hombros y susurró

—No cometan un error—. Sonrió de manera cálida y agradecimos todo lo que nos decían

Los vimos convertirse en rayos de luz que regresaban a sus lugares de descanso. Hernesto se acerco a nosotros y todos sonreímos con la satisfacción de que todo había acabado

—Vamos a casa— hablo Draco acurrucado a Jane en sus cansados brazos

La maldición de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora