Capitulo VI

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No me lo podía creer. Gianni había aceptado hablar en privado con Samael. Así que aquí estaba yo, mirando vestidos. Estos estaban colocados por secciones. Como era de esperar, yo me había decantado por la sección perteneciente a los nefilim. La mayoría de la ropa era de color negro, mucha estaba preparada para poder llevar armas escondidas o para los entrenamientos. Antes  había decidido buscar algo en la sección para vampiros, pero gran parte de la ropa era de estilo victoriano, parecía que a los mundanos le gustaba mucho este tipo de ropa, por lo que pasaban bastante desapercibidos. Simplemente pensaban que era unos góticos de la vida.


Fijé mi mirada en un vestido. Tenía un escote en V y estaba fabricado con cuero negro. Varias cremalleras lo adornaban. Viendo que Gianni y Samael no aparecían por ninguna parte decidí entrar a un probador para verme con el vestido puesto. 


La sala de probadores estaba recubierta entera de espejos. Al final del todo había unos cortinas de color rojo que daban a pequeños cubículos donde la gente podía probarse las prendas. Entré en la primera y me empecé a desnudar. Bajé la cremallera del vestido y me lo empecé a poner. Era bastante ajustado. Me llegaba dos palmos por encima de las rodillas. Decidí salir para vérmelo puesto en un espejo.


En ese momento Gianni entró en el vestidor. Me dio una sonrisa. 


-Ese vestido es para ti, eres tú hecha vestido-dijo mientras sonreía mostrando sus colmillos


Yo le sonreí en respuesta-¿Tú crees? Espero que sea el adecuado para esta noche-dije mirándome en el espejo


Gianni se acercó a mí y me susurro en el oído


-Ten cuido. Lo más seguro es que tu tía ya no esté viva. No dejes que venzan. Que no te manipulen. "Ut desint vires, tamen est laudanda voluntas" 


En ese momento entró Samael en la sala. Yo no sabía que decir, el comentario de Gianni me había hecho pensar en muchas cosas.


-Llévatelo. Es un regalo-dijo Gianni mientras abandonaba la habitación. Yo miré a Samael, ya me había visto con el vestido y no me había dicho nada, por lo que sería el que me pusiera esta noche. Entré en el probador y me volví a poner mi ropa. Al salir Samael ya no estaba, lo vi apoyado en la puerta esperando a que saliera para que nos pudiéramos ir. Yo pasé por su lado y sin decir nada salí de la tienda. Quería preguntarle por su charla con Gianni, pero sabia que no me contestaría.


Cuando llegamos al instituto yo me fui directa a mi habitación. Me crucé con Fede en el pasillo pero no le dije nada, necesitaba estar sola. Él se giró esperando alguna palabra de mi parte, pero pronto entendió que no estaba de humor. Entré en la habitación y tiré la bolsa de "Camile" en la cama. Empecé a dar vueltas por la habitación. No sabía qué pensar. ¿Gianni tendría razón?¿Mi tía ya no estaría aquí?¿Para qué habrían venido si mi tía ya estaba muerta?¿Acaso se quedarían aquí para siempre? Miles de preguntas aparecían en mi mente. Miré mi teléfono móvil, eran las 8:45. Teníamos que hacer la cena. Decidí bajar a la cocina, allí ya estaban todos los hermanos sentados, también Pia.


¿Dónde están Jung y Fede?-pregunté mientras abría la nevera buscando algo para comer


-Jung a ido a comprar algo de cenar a "De la donna" y Fede está en el gimnasio entrenando.-Me respondió Tony mientras encendía la televisión.


-¿Si no está entrenando ni contigo ni conmigo,  con quién está?-pregunté. Era raro que Fede estuviera lanzando cuchillos a estas horas. Pero más raro era que estuviera entrenando una batalla a cuerpo, mas que nada porque sus dos contrincantes favoritos estamos en la cocina.


-Con el chico nuevo, el que viene de parte de la Clave.-dijo sin mirarme. No podía ser. Salí de la cocina y me dirigí a la sala de entrenamiento que se encontraba en el últimos piso. Según me acercaba podía oír el choque de unos cuchillos serafín. Un hermoso arco de piedra adornaba la entrada. Avancé unos pasos y los vi. Samuel y Fede estaban luchando al fondo de la sala. 


Ninguno de los dos llevaba ropa de combate. Fede llevaba un chandal negro que se solía poner cuando tenía que bañar a Emanuel, y Samael seguía llevando la misma ropa que tenía cuando fuimos a "Camile". Ambos estaban armados con un cuchillo únicamente. La lucha estaba siendo intensa, pequeñas gotas de sudor caían por sus frentes. Miré a Fede. Su cara de concentración se  borraba momentáneamente dejando ver su enfado. Él no quería que estuvieran aquí. Yo tampoco. Pero eran los únicos que podían ayudarnos a encontrar a Idara. O eso creía hasta esta mañana.


Los movimientos de Samael eran muy rápidos, y el enfado de Fede no le estaba ayudando demasiado. En pocos movimientos Samael había hecho volar por la aires la espada de Fede, quedando este totalmente desarmado. Samael colocó el cuchillo de la barbilla de Fede obligándolo así a subir la cabeza, en muestra de su superioridad. Era el momento de parar esto antes de que Fede se lanzara a su yugular.


-¿Desde cuándo no cuentas con Tony y conmigo para entrenar?-pregunté dirigiéndome a Fede en modo de broma. Lo mejor era relajar el ambiente.-Jung ha ido a por algo para cenar, no debe tardar mucho en volver-dije antes de que ninguno de los dos me contesta. Samael bajó el cuchillo y pasó por mi lado en dirección al baúl donde solían estar los de repuesto.


-Voy a avisar a mi hermana y a Eneas-dijo  para después abandonar la sala. Yo miré a Fede y me acerqué a él.


-Te vendría bien darte una ducha, te podemos guardar algo de cena para que comas después-dije tocándole el hombro. Él solo miraba al suelo.


-Tenemos que sacarles información. Hoy Alouqua me ha dicho que mi madre y Leo van a quedarse una larga temporada en Idris. Supuestamente le han surgido unos asuntos importantes. Por mas que he intentado ponerme en contacto con ellos no he tenido éxito.-dijo mientras me miraba a los ojos. Estaba preocupado- No me dan buena espina


-Tengo que contarte algo, algo que me ha dicho Gianni sobre mi tía.

Cazadores de LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora