Capítulo XI

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-¿Vas a ir detrás de él, verdad?- parecía más una afirmación que una pregunta. Yo lo miré unos segundos sin decir nada y salí corriendo en busca de Fede. Dejé atrás el gimnasio, también el sonido de la pintura desconchándose bajo los puños de Samael.

Di una y mil vueltas por la estancia, pero nada. Por más que buscaba no conseguía encontrarlo. Abrí la puerta de la habitación de Tony con la esperanza de encontrármelo allí. Tony y Pia estaban sentados alrededor de un montón de apuntes. Pia leía los folios mientras que él jugueteaba con un lápiz. En cuanto me vieron pararon

-¿Ocurre algo?- preguntó Pia apartado los apuntes a un lado

-¿Habéis visto a Fede?- pregunté sin hacer caso a la primera pregunta de Pia. Mi objetivo era encontrarlo, no era el momento de contarles lo que había sucedido. Quizá nunca lo fuera.

-No, por aquí no ha pasado. ¿Has mirado arriba?-dijo Tony en un tono mucho mas tranquilo

Eso es. No había mirado arriba. Tenía que estar arriba. Sin decir nada salí corriendo en dirección a las escaleras. El desván siempre había sido nuestro escondite. Cuando nos ocurría algo íbamos allí a desahogar muestras penas, como la primera vez, después de la batalla de Idris. Abrí la puerta sigilosa, Fede estaba sentando en el mugriento sofá, pasando el anillo de su familia de una mano a otra.

-Fede- dije para llamar su atención. Él me miró pero no dijo nada. Sus ojos estaban vacíos y su cabeza iba a mil revoluciones. El silencio inundó la habitación.

-Pensé que estábamos juntos en esto Cici- dijo mientras se levantaba y se sacudía el polvo de los vaqueros.- Pero ya veo que no

-Estamos juntos en esto, para mí lo más importante es mi tía- respondí, ni si quiera a él le iba a permitir que pusiera eso en duda.

-No. A mi madre le importa tu tía, a Pía, a los niños, a mí. A ti no te importa nada. "Caelum et infernum opiniones illae haud desinunt" (el cielo y el infierno no son compatibles)

-¿Pero que coño te pasa? Solo ha sido un beso, es una gilipollez - espeté mirándolo incrédula. No podía creer que él llegara a plantearse que yo no quería que mi tía regresara. Mas aun cuando sabia que era de lo poco que me quedaba.

-No es solo un beso, quizá lo sabrías si te hubieras pasado las mismas horas que yo investigando a los Ravenscar- Yo lo miré, sus palabras retumbaban en mi cabeza como golpes

-¿Qué has encontrado?- pregunté temerosa

-Ven

La vieja mesa estaba repleta de hojas sueltas. En el centro dos grandes libros estaban a rebosar de marcadores de diferentes colores. Fede había hecho toda una investigación policial. Notas a mano en los márgenes para enlazar ideas o conceptos. Un orden dentro del desorden de aquel rincón.

-LLevo toda tarde en esto. He descubierto cosas importantes Chiara- dijo mientras cogía otra silla de la habitación para que me sentara a su lado

-¿Qué es todo esto Fede?- pregunté mirando el retrato de una bella mujer en el pie de la pagina.

- Me ha costado encontrar información de los Ranvescar, durante la época victoriana tuvieron gran importancia pero después desaparecieron. Al parecer el padre de Samael y Alouqua era el ultimo familiar vivo, sin hermanos. Algunos datos lo relacionan con el instituto de Roma hace más de 30 años. No hay nada que nos pueda indicar que se casó, lo que me llevó a pensar en que hubiera tenido relaciones con alguna mundana, seguramente con la visión- dio una bocanada de aire y se estiró para llegar a los papeles de el fondo de la mesa- Siguiendo esa pista llegué a ella, Daniela Colombo. Residente en Roma durante los mismos años que Andrea Ravenscar. Se conoce que engendró a dos mellizos que nacieron el mismo año que Samael y Alouqua. Pero eso no todo. Su nombre se dio a conocer debido a que murió a manos de algún demonio, de forma cruel.

-Samael tiene una runa de luto. Me dijo que era en recuerdo de su madre- susurré. Era demasiada información

-Espera. Con esta información llamé a un viejo amigo de la familia que reside en Idris. Andrea desapareció después de la muerte de Daniela, los niños fueron educados en diversos institutos. Pero hay un dato relevante. Andrea tenía viruela demoniaca. Se cree que mucho antes de que los mellizos nacieran. Esta enfermedad solo puede ser transmitida por demonios portadores mediante las relaciones sexuales. Lo que nos quiere decir que Andrea tuvo alguna aventura con algún demonio

Me quedé callada. ¿Era cierto? No sabía que decir. Había escuchado casos antes de cazadores que contrajeron la viruela demoniaca. Era una desgracia para cualquier familia, las relaciones con demonios era el peor acto que podía tener un nefilim. Quizá por ello Andrea huyó dejando atrás a dos hijos.

- Eso explicaría los nombres: Samael y Alouqua. Quizá los eligió Andrea en honor a algún demonio con el que compartía relación.

-Quizá no fuera él. Cici, si Andrea tenia relación con algún demonio antes y después del nacimiento de los mellizos...

-El demonio también habría tenido contacto con los bebes- terminé su frase- Quizá fuera el mismo demonio el que eligiera los nombres. Puede que Daniela se opusiera y eso la llevó a la muerte

La información no dejaba de pasar por mi mente. Imaginaba e imaginaba intentando trazar algún lazo conductor entre todos los datos. La pieza perdida del puzzle.  Gianni lo había dicho, los Ravenscar no estaban aquí por casualidad. Volví a mirar todos los papeles que se encontraban esparcidos por la mesa. Sí, era real. En los últimos meses nuestras vidas habían dado un giro que nunca pudimos llegar a imaginar. Antes de que mi tía empezara a comportarse de forma extraña podríamos decir que nuestra vida era bastante normal. Florencia no era una ciudad con excesivos peligros, pocas veces nos habíamos visto en apuros. Pero de repente, todo estalló. Estábamos equivocados, los peligros siempre habían estado ahí, disfrazados, intentando pasar desapercibidos, observándonos desde cerca para elegir el momento perfecto de ataque. Y habían hecho muy bien su trabajo.

Cazadores de LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora