VOLVAMOS A VERNOS [[FINALIZADA]]

EPÍLOGO

Resiliencia  (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas)

***

—Date prisa... Berta... llegaremos tarde...

—Hago todo lo que puedo... este cacharro no puede con tanto calor... ¿por qué casarse en pleno verano y en mitad del desierto?...aggg!!... -se quejó.

—No estamos en mitad del desierto... no seas tan exagerada...

—No exagero... desde que salimos solo he visto arena y más arena... y Dios!! Este traje me está matando...

—Quizás necesites... quitártelo... -dijo metiendo las manos por dentro de su chaqueta para deslizarla hacia atrás hasta sus hombros...

—Eres demasiado traviesa... pequeña... -la acusó sujetándola por sus caderas y apretándola contra su cuerpo.

—Y tú demasiado sexy para mis ojos... -respondió Lind.

—¿Ya no te importa llegar tarde...? -susurró.

—Será solo un momento... mirarte con este calor me pone demasiado cachonda...

***

—Ven, no te muevas... ¿Estás nerviosa...? —preguntó Sophia colocando un colgante alrededor de su cuello. Se miró al espejo.

—Esto...

—Sí... era de tu madre... se lo regalé para que pensara en mi cuando estuviésemos lejos... ella decía que mis ojos eran como una bonita esmeralda...

—Gracias... pero ¿cómo es que la tienes? Nunca se la quitó desde que se la puso...

—Sin saber cómo, la encontré en vuestra cabaña... —Eliza y Sophia se quedaron en silencio un momento frente al espejo...

—... es del mismo color que los ojos de Alicia...

—... Sí... A ella le hubiese gustado que lo llevaras puesto... te pareces tanto a ella... -dijo arreglando el tocado de Eliza —... vamos... Alicia estará que se sube por las paredes o más bien... puede que se haya lanzado de cabeza al lago...

Salieron de la cabaña sonriendo por la broma. James ya las esperaba fuera con un Rolls Royce Silver Could negro decorado con flores blancas y cintas del mismo color a ambos lados.

—Señorita... -dijo James ofreciéndole entrar ya con la puerta abierta.

—Podría ir caminando... no estamos tan lejos... -apreció Eliza.

—Ninguna novia debe andar más de lo necesario... o ¿dirás que podrías caminar más de doscientos metros con esos zapatos? -Eliza puso una mueca.

—Supongo que no...

—Bien, entonces solo disfruta del paseo...

Arrancó el coche y condujo a Eliza y a Sophia en dirección al lago donde ya estaba todo preparado.
Habían colocado un mirador, con un altar decorado con rosas blancas y amarillas por todos lados y donde Alicia seguro ya la estaría esperando.

***

—¿Por qué se tarda tanto...? -preguntó Alicia nerviosa —¿acaso se ha dado a la fuga?...

—Ja, ja ja...!! -rió Jonas —... No creo... cualquier novia que se aprecie llegará tarde... es tradición.

—También lo soy... y sin embargo he sido más que puntual... -reprochó ella.