Chrono Trigger - La Novela

De camino a Plaza Leene

Afuera de la casa de los Gendius, Crono tomó una bocanada de aire fresco, alegrándose por que hubiese terminado bien la visita con Lara. Marle continuaba ansiosa por el anuncio de la mujer en respecto al evento de la noche. Caminando hacia la feria del milenio, recordó la extraña forma en cómo le habló a su amigo.

—¿Qué fue lo que le ocurrió a la señora Lara?

—Hace mucho tiempo sufrió un accidente. No estoy seguro cómo ocurrió. Lucca me contó que se trató de algo casero, probablemente se cayó de las escaleras, eso creo. Ni ella lo sabe bien, era muy pequeña cuando le ocurrió eso a su mamá. La silla con las ruedas la fabricó el señor Taban, así le facilita nuevamente el movimiento de un sitio a otro sin tener que caminar. Es una pena, las dos piernas quebradas.

—Me refería a que se molestara cuando llegamos. ¿Por qué me hizo esa pregunta? Sobre lo que yo era de ti.

Lanzó un suspiro antes de contestarle.

—Fue un malentendido, pero entiendo el por qué. Es incómodo de explicar. Digamos que su hija y yo tuvimos un altercado. Casi nos casamos, pero... no fue así. Hubo una "confusión" por llamarlo de algún modo. La verdad fui yo quien ocasionó el problema, siéndote honesto.

—Ya entendí —exclamó con amargura—. No aceptaban que cortejaras a su hija por tu nivel social, ¿cierto?

—Por el contrario. Sin importar mi condición, eran sus padres quienes deseaban que la cortejara, pero yo sólo la estimaba como amiga, antes de eso nunca intenté llegar más lejos con ella. Aún así permití que nos comprometieran —Marle abrió los ojos bastante sorprendida en ese punto—. Dejé pasar el tiempo antes de darme cuenta de lo injusto que iba a ser para ella casarme sin amarla. Lucca me perdonó, pero sus papás ya no me tienen tanta simpatía como antes.

—Vaya, no esperaba eso.

Sonrojándose, Crono le explicó al final.

—Perdona. Lara debió pensar que tú eras el motivo por el que cancelé todo.

Más que sorprenderse o enojarse, la muchacha lucía entre halagada y divertida.

—Es un tema muy delicado, lo entiendo. Pero no sé porqué a veces te quejas tanto por tu clase social. Todo lo que entendí, fue que una familia de nobles además de aceptarte en sus vidas, habían querido que formaras parte de la misma, independientemente del altercado ocurrido después. No sé el señor Gendius, ¿pero no escuchaste cómo su esposa te llamaba hijo? Nunca pensé escuchar eso de los labios de un noble hacendado hacia un campesino. A su manera, esa mujer te está volviendo a aceptar, creo yo.

Por un momento, el muchacho meditó esas palabras encontrándoles lógica. Aunque le costara trabajo ganarse la confianza de los Gendius, en efecto era extraño lo cerca que estuvo a punto de dar un paso tan grande al volverse parte de la familia. Reflexiona al respecto. Por aquellos años desde que entró a la mayoría de edad, sintió que la suerte del bastardo de Truce había cambiado y mucho.

—Da igual —continuó él—. Creo que debí o debería casarme con Lucca de todas maneras. Por lo que sé, ella si me aceptó en su momento y creo que aún lo haría. Así me convertiría en un noble.

—Tampoco lo hagas para elevar tu posición —le recriminó.

—Eso es aparte. Por la reputación que el pueblo me ha dado, sin importar mi estatus o el de cualquiera —y aquí sin darse cuenta, confesó el mayor temor de su corazón—, quizá ella es la única joven en todo el reino capaz de interesarse en mí.

—¡No digas tonterías! Habrá muchas por ahí, sólo que se dejan cegar por esas tontas creencias sociales. Mírame a mí, soy de clase media y me sentiría privilegiada que tú fueras mi pareja.

Ambos cesaron sus pasos tras esas palabras. Hasta entonces y por primera vez, Crono observó el rostro de la mucama tornándose rojo de la vergüenza, a pesar de no ser el primer acto impulsivo bochornoso que ella cometía. Tratando de parecer desentendida, Marle hizo un forzado intento para sacar el tema de la conversación.

—¡Vamos, llegaremos tarde con la joven Gendius! Démonos prisa, por favor. Recuerda que mañana tendré que enfrentarme a las autoridades de Guardia por mis delitos.

—Es... es verdad vamos.