Cicatrices [Última temporada]

Síntomas

Narra N/T

Habían pasado ya un par de días. Aún no habíamos podido ir a casa, Zhang nos ofreció pasar unos días en su casa, mas bien mansión. Cabía decir que Kwan nunca estuvo de acuerdo, así que accedió a regañadientes. No cabía duda que Zhang estaba forrado hasta decir basta.

Nos instalamos en la suite de invitados, a la cual aún no me acostumbraba. Era mas grande que el departamento que teníamos yo y Kwan. Pero a la vez, empezaba a entender porque aquel dia Zhang me había dicho lo de los gustos refinados. Cualquiera diría que la comodidad le gusta a cualquiera, pero para ejemplo ya estaba Kwan.

Miraba con ojos de niño a cada lado que iban de la mansión, en cambio yo me paraba frente a los cuadros pintados a mano, o en la biblioteca del segundo piso apreciando las primeras ediciones de cualquier genero literario. Disfrutaba junto a Zhang de un buen whisky de 35 años con música clásica, y no salida de un ordenador, sino de vinilos. Mi comportamiento ya era diferente.

Zhang tubo la amabilidad de comprarnos algo de ropa para pasar los días. Kwan se la ponía de mala gana si esque se la ponía, apenas salía de la habitación y si lo hacía era para reclamar mi atención. Normalmente solíamos comer Zhang, Seo y yo solos, solía subirle algo de comida a Kwan despues de comer con los demás o simplemente comía con el.

Zhang: Hoy tampoco piensa bajar? -dijo sentándose en la mesa-

N/T: Hoy está peor -dije con mi barbilla apoyada en mis manos- ya empieza a darle el bajón.

Seo: Se a levantado de la cama al menos? -preguntó preocupado-

N/T: No -dije seria-

Seo: De tarde tengo que ir al centro -hizo una pausa- intentare pasar por vuestro departamento.

N/T: No creo que sea buena idea -dije seria -si te ven por ayí sabrán que seguimos vivos.

Seo: Entonces pasaré por una farmacia -dijo serio- necesito su tarjeta sanitaria sino no me las darán.

N/T: Claro -dije sorbiendo un poco de agua- antes de irte recuérdame que te la dé.

Zhang: No recuerdo que de pequeño tuviese esos síntomas -dijo pensativo-

N/T: Hace diez años que no os veis -dije seria- Quizas con 11 años no tendría síntomas, no se cuando la desarrolló -hice una pausa- pero yo cuando lo conocí...ya era bipolar.

Seo: No tiene que ser fácil lidiar con alguien así-dijo apenado-

N/T: La verdad no es difícil -dije tranquila-

Zhang: Pues dime tu estrategia -hizo una pausa- porque yo quiero matarlo a cada cosa que hace.

N/T: Mi hermana era bipolar -dije recordando a Melissa- así que tengo experiencia, además -suspire- tengo paciencia y eso tanbien ayuda.

Zhang: Pero no tienes miedo cuando se pone agresivo? -dijo serio- si ayer no llego a estar yo te habría echo daño.

N/T: No le tengo miedo -dije tranquila- se a que niveles de agresividad puede llegar-hice una pausa- me da más miedo el daño que se pueda causar a si mismo y más llevando ya cinco días sin medicación.

Seo: La culpa es nuestra por no darnos cuenta -dijo preocupado-

N/T: En todo caso mía-dije seria- el me decía que si la tomaba para no preocuparme -hice una pausa- pero debí darme cuenta a la primera señal de que no lo hacía.

Nuestras miradas se desviaron a la puerta de la sala donde se encontraba Kwan, mirándonos fijamente. Me levanté con cuidado de la mesa para acercarme a el, estaba descalzo,con el pantalón del pijama y nada más.

N/T: Buenas tardes -caminé regalándole una sonrisa- quieres comer con nosotros?

Kwan: Te queda tabaco? -dijo casi en un susurro-

N/T: Claro -dije tranquila-pero siéntate, come un poco y despues subimos.

Kwan: Dame un puto cigarrillo-me grito-

Zhang: Apártate de el n/t -dijo levantándose de golpe-

N/T: Tranquilo -dije a Zhang- los tengo ayí -señale el paquete encima de la mesa- ven, siéntate con nosotros.

Cogí con cuidado la mano de Kwan para hacer que me acompañase a la mesa. Zhang se sentó despacio otra vez sin sacarle ojo a Kwan y Seo se notaba tenso. Kwan se sentó a mi lado mirando fijamente el paquete de cigarrillos de la mesa.

Lo abrí sacando uno y entregándoselo. Hizo gesto de buscar un mechero pero vió que estaba en pijama. Zhang me acerco su zippo con cuidado, lo encendí y lo coloque frente al cigarrillo. Kwan tomó dos caladas profundas de el y se dejó caer en la silla mirando el techo.