Capitulo cinco.

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No podía negar mi nerviosismo, hasta ahora sólo había visto dos cuerpos masculinos desnudos. En la morgue y el mío.

Vaya, eso era realmente patético.

Y jamás pensé en los cuerpos de otra manera que no fuera médicamente hablando.

Había tenido muchas oportunidades durante estos 5 años, pues al tener dinero y frecuentar toda clase de personas siempre encontré una que otra persona interesada en incluirme en su larga lista sexual. Otras, como Hyuna, me querían para su trofeo personal.

Hoy, sin embargo, era distinto.

No había un solo pensamiento que se opusiera a seguir, si el me lo permitía.

Lo tomé de la mano y lo conduje por el patio a mi habitación. Abrí la puerta y me hice a un lado para dejarlo entrar.

Caminó hacia la ventana, una luz tenue iluminó su rostro y cuello, lucía como un dios con ese abrigo puesto.

Me asombraba cómo fue que el entró tan rápido a mi vida, yo no soy una persona afable, ni carismática. Soy un fugitivo, no confío en nadie más que en mis amigos, mi banda.

Sencillamente, no pude evitar enamorarme tan rápido de el. Me dejaría llevar hasta donde me lo permita el tiempo. No soy iluso, sé que no puedo soñar con una vida normal. Pero quería todo con JiMin. Todo cuanto pudiese tener.

Yo no planificaba mi futuro a largo plazo, este tiempo al margen de la ley, me había enseñado que la vida era más corta de lo que pensamos. La gente moría dejando deudas y cosas sin saldar.

Siempre pensé en el amor de una forma idílica, lejana, irreal. Algo que no estaba a mi alcance.

De niño creía que conocería a una hermosa persona, la cortejaría, le robaría un beso o dos, pondría un anillo en su dedo y la llevaría al altar. Eso era lo correcto.

Ahora es imposible, al menos para mí. No tengo ese precioso tiempo. Uno nunca sabe cuando vendrán del otro mundo a recogerlo. Sobre todo cuando eres un criminal.

El "ahora" es lo único con que contaba para amarlo.

Avancé decidido, deposité un suave beso en su cuello. El se estremeció y se giró para deleitarme con esos dos pequeños ojos chocolate.

Mi cuerpo temblaba, no solamente el estaba nervioso. Pero yo debía llevar las riendas de esto, por ahora.

Busqué sus labios y nos fundimos en un beso tan profundo que perdimos el aliento. Su aroma y su dulzura me envolvieron. "Park Jimin, me has atrapado de todas las formas posibles".

El correspondía a mis besos ardientemente, a la vez con cierta timidez y torpeza lo cual me excitaba aún más.

Noté un pequeño problema en mis pantalones que empezaba a incomodarme, sonreí. Era la primera vez que me dejaría llevar por los instintos y no por la razón.

Pero la incomodidad aumentaba con cada roce. Después de quitarle el abrigo y arrojarlo a la cama mis manos fueron al inicio de su camisa, la cual cedió con facilidad, lentamente se la quité. La tersura de su piel era la gloria de mis manos.

Me separé solo un poco para verlo caer la prenda a sus pies, grabé con fuego este recuerdo para mis días de soledad, sabía que alguna vez necesitaría estos recuerdos para seguir adelante.

Me deleité con un ligero y pequeño bóxer sobre su frágil y delicado cuerpo. Bajé los tirantes y también cayó al suelo.

Era una prenda que se amoldaba perfectamente a sus torneadas piernas,tuve que controlarme para no arrancársela con los dientes. Se llevó las manos al pecho en un gesto de vergüenza.

ENEMIGOS PÚBLICOS. [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora